NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

Part 2 - 73

Okay ya me inspiré, volvemos a la escribida.

Pd: Estoy tratando de hacer una nueva historia, si todo sale bien la publicaré antes o después de que se acabe la historia. Es con el Drakencito.

Pd2: La nueva historia está en un “veremos dijo el ciego” porque quién sabe si al final termino por cambiar a Draken por otro personaje jiji.

—¿Eh? ¿De qué hablas? —Pregunté mirando a Niell.

—Hace poco nos llamaron, pensábamos que era la típica extorsión de que: tenemos a tu hija danos ochorromil bolas y te la regresamos. —Dijo Niell dramatizando. —Pero después dijeron que era la familia, y tú sabes quién es la familia.

—¿Los tíos?

—No burra. —Dijo Soyeon dándome un sape. —La Familia son una mafia.

—Y la cosa es que nos dijeron que si no les devolvimos lo que el abuelo había gastado, nos iban a dar cuello a todos. —Dijo Niell mordiéndose las uñas. —Mi cuello está perfectamente en su lugar, así que tenemos que regresar esas madres.

—¿Y de qué se trata? —Pregunté tratando de entender el problema.

—Dinero, bienes, y te vas... Ahre. —Dijo Niell y Soyeon le lanzó su bolso.

—Deja de payasear esto es serio maldita sea, ¡Nos pueden matar imbécil!

—Nada más quería aligerar el ambiente pesado. —Dijo con un puchero tocándose la cabeza.

—No sabemos que hizo el abuelo, que tratos hizo con esa familia, pero sea lo que sea tenemos que devolverlo para que nos dejen en paz. —Bufó.

—¿Y si los llamas?

—No se puede, seguramente compran celulares del Oxxo para después desecharlos. —Murmuró Niell. —¡Moe eres la cabeza de esta familia piensa en algo!

—¡Sueltame loco! —Chillé dándole una patada. —A ver, bajenle a su desmadre, vamos a esperar a que vuelvan a llamar, después les pedimos una reunión para ver de qué se trata y...-

—Nononono, no podemos, o sea no, N-O, NO, ¿Escuchaste? No vamos a negociar con delincuentes.

—¿Por qué no? Es lo más sensato.

—¡Moe! ¡No podemos, mierda! —Exclamó Soyeon llorando. —No puedo decirle...

—¿Eh? ¿De qué habla?

—Moe, Momito, tenemos que hablarte de algo importante...

Ellos se sentaron frente a mi, y comenzaron a contarme la historia de mi vida. Pasaron por lo menos dos horas contándome todo, desde el cuchiplancheo hasta que me abandono en el basurero.

—Ay no puede ser, es la babosada más babosa que he escuchado en mi vida. Se hicieron dos malditas horas para contarme que... ¿¡Soy la maldita hija de un mafioso!? Esta parece historia de Wattpad. Ya dejen de bromear maldita sea.

—No es broma, el hijo del jefe y yo tuvimos algo y de eso saliste tu. —Dijo Soyeon nerviosa.

—No es creíble su historia, no tiene sentido. —Negué. —Seguramente es otra de sus historias para sacar más dinero y quedarselo ustedes.

—¡Ya quisiera yo! —Lloriqueó Niell.

—Escuchen, ya se deshicieron de mi una vez, solo díganme que no quieren relacionarse otra vez conmigo y ya, no tengo problemas. Pero ya para crearse una nueva historia de que dizque soy la hija de un mafioso. Tipo, es una gran historia, pero no es una novela oigan.

No tenía sentido lo que me decían, podría creerlo si fuera al revés, de que soy hija de otra madre o algo así, porque Niell y yo tenemos la misma sangre, la prueba de ADN lo dice.

El teléfono del despacho comenzó a sonar y ellos dos gritaron asustados. Bufé y tomé el teléfono aún cuando ellos gritaban que no lo hiciera.

—¿Niell Yamada? No esperaba que contestarás tan pronto.

—Si, si, no soy Niell, soy la hija, ¿Qué piñas quieren?

—¿La hija de Niell y Soyeon? Vaya, no creí que tuviera el placer de hablar contigo, aunque me gustaría que fuera en persona.

—No ocupo un Sugar Daddy. —Gruñí. —¿Qué es lo que quieres con los que se hacen llamar mis padres?

—Pequeña mocosa... Solo quiero que devuelvan lo que su estúpido padre me robo, a mi y a mi familia.

—¿De cuanto dinero estamos hablando? Puedo hacer un cheque y... -

—No se trata de un maldito cheque. Es mejor que tú y yo nos veamos para que pueda contártelo, no es un buen lugar para hablar tan libremente de esto.

—Bien, ¿En donde nos veremos?

°°°

Ya había llegado a dónde el tipo me había citado, perfectamente podrían matarme aquí y nadie se enteraría.

—¿Así que tú eres Momo Yamada? —Escuché una voz ronca detrás de mi, así que volteé.

—Me gusta más mi apodo, Maimoe, o Moe. —Le dije cruzándome de brazos y recargandome en la puerta de mi auto.

—¿En verdad eres hija de Niell? —Dijo con burla.

—Si, también lo dudaba pero nos hicimos una prueba de ADN y salió que somos padre e hija. —Dije como si nada. —¿Me dirás qué es lo que tienes con mi familia? ¿Qué clase de convenio tenían ustedes con mi abuelo?

—No es dinero, y seguramente tus padres te dijeron que eres mi hija, pero no es así. Se suponía, que el trato era que la primera mujer de la familia Yamada se casaría con el primer varón de mi familia. Pero tú abuelo se hizo loco y no quiso que eso pasara. Así que en cuanto naciste tu deshizo lazos con nosotros, pero él ya había firmado un convenio. Y al ver qué nosotros no nos cansaríamos, decidió decirle a su querida nuera que te botarán en la basura y de esa forma no habrían problemas.

—Que loco, ¿eres adivino o que?

—Y luego, aquella vez el abuelo se iba a morir nos enteramos que Niell estaba buscando a su querida hija por todo el país, nosotros le seguimos el paso hasta que te encontramos. Niell y Soyeon no quisieron hablar con nosotros sobre el convenio, y cuando estábamos a punto de ir a ti la loca de tu madre lanzó a tu amiga hacia un auto creyendo que con eso se haría un alboroto y no podríamos hacer nada. Aunque supongo que salió lo mismo porque quisiste creerte la heroína y luego quedaste en coma.

—¿Y qué pasa si no accedo a ese convenio? —Pregunté.

—Bueno, todos los bienes que ustedes posean pasarán a nuestro nombre. Y no lo digo yo, lo dicen las letras chiquitas en el contrato.

—¿Y supongamos que accedo...? ¿Con quién tendría que casarme o qué?

—Con mi hijo Inasa.

Inasa, conocía ese nombre... ¿De dónde?

Cuando él chico salio del auto pude verlo mejor y ahí mi cabeza se hizo un desastre.

A ese wey lo había visto en mi sueño, ¿Cómo demonios lo conocía en mi sueño sin haberlo visto antes?