NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

37

—¿Qué estamos viendo? —Preguntó Draken recién llegando y sentándose a mi lado en el sillón.

—Dora la exploradora. —Dijo Mikey comiendo un sándwich.

—¿En donde está el puente? —Preguntó Dora en la tele.

—Atrás de ti. —Respondí concentrada.

—¿En dónde?

—Atrás de ti, pinche niña sorda. —Exclamó Mitsuya lanzandole un chícharo a la pantalla.

—No te escuchoo.

—¡Atrás hija de la chingada! —Exclamó Draken bien entrado.

—Oh ya lo veo. —La morra pasó por el puente. —¿Ahora a dónde deberíamos ir?

—Que agarre el mapa. —Dijo Mikey. —¿Cómo era la canción de mapa?

—Al chile no sé, ni siquiera sé porque estamos viendo Dora. —Dije cambiando de canal.

—¿Diego Go? ¿No es amigo de la Dora?

—Cierto, cámbiale.

Cambiamos de canales pero no encontrabamanos nada bueno, así que nos quedamos en Discovery Channel.

—Ahora el leopardo se prepara para cazar a su presa, una cebra.

—Ah no mames, yo pensaba que era un panda. —Dijo Draken molesto.

—¿Pero que tenemos ahí? La cebra ha dejado a su cría a la vista de su cazador, y se ha ido.

—Lo va a matar. —Dije comiendo ramen.

—¡Cállate no es cierto! —Chilló Chifuyu.

—¿Qué es eso? El leopardo bajó la guardia al ver a la cría de cebra....-

—No hay nada bueno. —Bufé cambiándole de canal. —¿Y si salimos a dar el rol?

—Jalo.

Salimos en las motos de los chicos, y ellos decidieron llevarnos hacia la playa, aunque claro, Draken fue por Emma, y luego llamaron a Takemicchi y a su chica.

Para cuando estuvimos todos, nos fuimos a dar un chapuzón en el agua, haciendo competencias de quien llevaba más lejos.

Pero justo como la primera vez, el salvavidas nos regañó y nosotros tuvimos que volver a la orilla.

Estaba de más decir que los chicos (al menos solteros y sin pretendientes) estaban soñados con las chicas que pasaban en bikini frente a ellos.

Eso hasta que los escuché silbarles, pero me detuve antes de hacer una masacre, igual no era tan grave.

—Con esas curvas y yo sin frenos. —Exclamó Mucho.

—¿Quien fuera mesero? Para acomodarme esas. —Silbó Pehyan.

Sin que ellos me notarán, me paré detrás de ellos jalandoles las orejas.

—Hijos de su madre, pervertidos, degenerados puercos muertos de hambre. —Exclamé.

—¡Eso, gancho derecho, izquierdazo, cabezazo, golpe al hígado! —Exclamó Smiley emocionado y aplaudiendo.

Cuando acabé con los pervertidos pude ir hacia los demás en el agua, jugamos a echarnos agua, a ver quién aguantaba más pero Takemicchi casi se nos muere, así que mejor salimos y nos pusimos a jugar voleibol.

—¡Yo con Moe! —Exclamaron todos.

—¿Por qué todos con ella? —Gruñó Draken.

—¿No es obvio? Obtuvo una medalla por mejor jugadora de voleibol. —Dijo orgulloso Smiley poniendo un brazo sobre mis hombros. —O sea, no es por presumir pero mi chica es muy genial.

—Ay cállate no es cierto, Esther también es muy buena, ella jugó también con las de su grado. —Dije y ella me sonrió.

—Me pongo romántico y te pones mamona. —Gruñó alejándose, me reí yendo hacia él para abrazarmo y morderle el hombro.

—Se llama Emma, E-m-m-a-h. —Deletreó infantilmente Mikey.

—Emma no lleva 'h'. —Le dijo Hina.

—¿Cómo no? ¿Quién sabe más? ¿Yo que soy su hermano o tú qué eres su amiga? —Cuestionó ofendido.

—Hina, por supuesto. —Dije burlona. —No hay ninguna 'h' en su nombre, tantos años y no lo sabes escribir.

—Aish, no me simpatizan. —Se cruzó de brazos haciendo un puchero, me reí yendo a abrazarlo y luego a despeinarlo.

—¡Ya, vamos a hacer tres equipos! —Exclamó Mitsuya. —Las capitanas de cada equipo serán las chicas, ellas escogerán a sus mejores jugadores.

—¡Pido primis! —Exclamé emocionada. —Draken.

—¡No se vale, yo quería a Draken! —Chilló Emma. —Pues yo pido a Smiley.

—Hija de... —Gruñí.

—Takemichi. —Dijo Hina avergonzada.

—Mikey. —Murmuré mirando desafiante a Emma.

—Angry.

—Chifuyu.

—Mitsuya.

—Mucho.

—Eres bien tramposa. —Me quejé.

—Ni modo, ni modo. —Me mostró su lengua infantilmente.

—Ñiñiñiñi. —Hice berrinche cruzándome de brazos y dándole la espalda.

—Peh. —Finalizó Hina.

—Que empiecen los juegos del hambre. —Sonreí amarrandome el cabello.

Primero íbamos mi equipo contra el de Hina, y cabe aclarar que ganamos pero casi perdemos porque Takemichi puso su cara hacia donde se dirigía el balón.

En el segundo enfrentamiento, estaba difícil porque ni Emma ni yo queríamos ceder, pero pronto Mucho me descalabro.

—¿Dios? ¿Eres tú? —Pregunté hacia el cielo.

—¡Baboso ya la mataste! —Exclamó Smiley corriendo hacia mi. —Moe, no vayas a la luz, no me dejes viudo.

—Estoy bien, estoy bien. ¡Fue falta! ¡Descalificados! —Exclamé levantándome como si nada.

Todos los demás estaban con la presión baja.

—Traiganme una coca. —Dijo Draken sentándose en la arena.

Fuimos hacia los puestos de comida de la playa y les invité unos camarones a todos, bueno en si lo que quisieran pero ellos quisieron cóctel de camarón.

Y en cuanto se apagó el cielo, nos fuimos a casa cada uno.