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¿Dos apodos de Moe a Mikey?

Momo Yamada, 27 años.

(Por ahí en el tiempo del cumpleaños de Draken.) 

El capítulo más loco de la historia/fanfic.

—Oh gran Mikey, ¿Qué te trae por aquí? —Sonreí mirando al líder de Bonten sentarse frente a mi.

Ah luce igual de horrible que siempre. Me golpeé la cabeza al escuchar eso y volví con mi sonrisa.

—Necesito el favor que me debes. —Dijo tranquilo, mirándome con esos ojos totalmente inexpresivos.

—Claro, dime qué. —Me acerqué poniendo medio cuerpo sobre mi escritorio y mis codos en éste.

—Uno de mis chicos fue detenido, sácalo de ahí. —Dijo.

Solo te usa a su beneficio.

Me agrada el chico.

Golpeé mi cabeza tratando de callar aquellas vocecillas y asentí eufórica.

—Claro, todo por mi chico favorito.

Mikey se levantó de la silla yendo hacia Sanzu.

—¡Mi loca favorita! ¿Cuando nos pondremos a mutilar y torturar a los topos? —Sanzu sonrió abrazándome por los hombros.

—Estoy libre todos los días. —Le dije divertida.

—Señora Yamada, hay un chico que está tratando de encontrarla. —Informó el guardaespaldas.

—¿Ah? ¿Quién es el bastardo? —Gruñí golpeando el escritorio.

—Ay, y ahí está la bipolar. —Dijo Sanzu alejándose de mi.

—No lo sé, es un chico de cabello negro.

—Nos vamos Sanzu. —Dijo Mikey saliendo, mi guardaespaldas le hizo una reverencia y se fueron.

—Encuentra al chico y tráelo. —Ordené sacando un bote de helado de chocolate, tomé una cuchara y luego tomé una gran porción. —¡Dan, necesito gomitas! ¡Muchas gomitas de animales!

—Si señora.

En lo que se ponían a buscar, me llené de dulces. Las cosas habían cambiado demasiado, es decir, después de que el psicólogo me diagnosticara esquizofrenia, me dieron ganas de dejar el picante... Después de todo el doc me dijo que no era bueno para mi salud, así que comencé a comer dulces.

—¿Por qué demonios nunca había comido dulces? ¡Es lo mejor!

Si claro, pero antes lo odiabas porque te causaba náuseas.

¿No era porque le causaban caries?

La maldita está loca, ahorita puede estar comiendo dulces pero luego se arrepiente y le da por comer picante.

—¡Silencio! —Bramé.

—Señora, trajimos al individuo, lo dejamos en Dudu.

NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora