¿Cómo se llamaban las hijas de Moe y Smiley?
—¡Chamaca bájate de ahí te vas a caer!
—¡No me mandas! ¡Burra!
—¡Si te caes de ahí además de la caída que te des, de voy a dar una chinga!
—¡No me voy a...! ¡Aaahhhhh!
—Te dije, yo te dije y tú de: ñiñiñiñiñi, ni mi mindis, birri. —Gruñí yendo hacia Luna, y levantándola. —¿Dónde te duele?
—Aquí. —Señaló su rodilla con un puchero y lágrimas en los ojos.
Bufé sacando mi kit de primeros auxilios de mi mochila, le subí tantito el vestido y bajé su calceta, era un raspón leve, eché alcohol en spray, ella se quejó pero aguantó. Luego sólo le puse un curita de Ironman y la ayudé a levantarse.
—¿Bajarás de ahí o esperarás a caerte también? —Le pregunté a Mana, ella extendió sus brazos hacia mí y le bajé. —Son unas malditas changas. Vamos por helado, eso no es riesgoso.
Las dos niñas tomaron mis manos y comenzamos a caminar fuera del parque, llegamos al centro comercial que pues obviamente estaba cerca y nos metimos a una tienda de helados.
—¡Quiero uno de galleta oreo! —Exclamó Mana dando saltitos para hacerse notar por el mostrador.
—¡Y yo uno de fresa y limón! —Exclamó Luna parándose de puntitas.
Mividoooo, que bonitas bestias mugrosas.
—Yo quiero uno de nuez y capuchino. —Pedí sacando mi cartera y luego mi tarjeta para pagar.
Nos fuimos a sentar y comer tranquilamente nuestro helado.
—¿Podemos ir al ese de juegos? —Preguntó Mana jugando con sus dedos.
—¿El parque? —Pregunté comiendo con la cuchara el helado.
—No mensa, ella dice el de videojuegos. —Dijo Luna.
—¿A quien le dices Mensa pequeña demonia? —Gruñí.
—A ti, no veo ninguna otra Mensa.
—Todo por eso nos vamos a mi casa. —Bramé levantándome.
—¡Era broma, era broma! —Exclamó corriendo hacia mi y jalando mi chaqueta. —¿Si podemos ir? ¿Por favor?
—Así me gusta, que me supliquen. —Sonreí de costado, y ellas hicieron un puchero mostrándose molestas. —Vamos pequeñas pulgas, voy a patearles el trasero en los juegos.
—¡Eso lo veremos! —Exclamó Mana en modo competitiva.
Cuando fuimos al Arcade le di mi tarjeta de ahí y le pasé dinero para que le pusiera puntos y de esa forma jugar.
Las niñas quisieron irse a juegos de disparos y así, eso hasta que empezaron a pelear porque una tenía más puntos que otra.
—¡Ja! ¿Qué niña va a saber jugar? Mira eso Ryuk, solo tienen cien puntos y la mejor puntuación es de doscientos mil. —Se mofó un chamaco.
—Las niñas son débiles, no deberían siquiera venir a un lugar de solo chicos. Deberían quedarse en la cocina.
La sangre me hirvió, ¿Qué clase de niños tienen esos pensamientos?
Me giré hacia ellos tomándolos por los hombros, asustandolos.
—Escuchen malditos escarabajos, no por ser chicas podemos ser malas. Y por si no lo saben par de inútiles la mejor puntuación es mía.
—¿Tú eres Maimoe? —Cuestionó el más alto, con los ojos bien abiertos. —¿No era un nombre de chico?
—¿Desde cuándo un nombre inventado es de un chico? —Gruñí. —Dejen de pensar como sus padres, esos pensamientos solo los van a alejar de los demás.
—¡Lo sentimos! —Exclamaron haciendo una reverencia y se fueron corriendo.
—Ni les dije nada, mamones. —Bufé girandome hacia las niñas.
—¡Eso fue increíble! —Exclamó Luna.
—¿Viste sus caras? ¡Estaban asustados! —Exclamó Mana.
—¡Debes enseñarnos! —Exclamaron las dos al mismo tiempo.
—Eso es algo con lo que se nace, no se hace. —Murmuré abrumada. —Vamonos a la casa, no es un buen día para mí.
—¿De qué hablas?
—Cosas de casi adultos. —Bufé cargando a Mana en mi espalda y tomé la mano de Luna para comenzar a caminar.
—¿Te sientes bien? —Preguntó Mana jugando con algunos mechones de mi cabello.
—Algo.
—¿Qué te pasa?
—He... Tenido algunos problemas con mi novio.
—¿El de cabello esponjado? —Luna me miró. —¿Si es ese? ¿El que tiene siempre una sonrisa?
—Si, él. —Reí. —Le dije sobre algo que quería hacer pero se lo tomó muy mal, y otras personas también comenzaron a subestimarme.
—¡No te preocupes! ¡Nosotras te apoyamos en lo que sea! Pero ni una palabra a mi hermanito porque te pego.
—Agresiva.
—Chismosa.
—Burra.
—Naca.
—¿Ah? ¿De dónde escuchas esas palabrotas? Le voy a decir a Mitsuya que andas diciendo groserías.
—¡Era mentira, no le digas!
Al llegar a la casa les puse una película, Nemo fue la que eligieron ver, eso hasta que se quedaron dormidas.
Mitsuya llegó como a las dos horas, a las once, también había llegado junto con Draken. Así que ambos dejaron a las niñas en mi cama y ellos se quedaron en la habitación de Draken. Y yo estaba mirando una serie.
Mi celular comenzó a sonar a eso de las tres de la mañana, y temí lo peor.
—Escucha asesino, no sé que es lo que tú crees que yo sé, pero te aseguro que no sé nada. —Dije en cuanto conteste.
—¿De qué rayos hablas? Moe, soy Nahoya.
—Ah, yo creí que era un asesino. ¿Si diga? ¿Qué se le ofrece?
—Necesitamos hablar, sobre el tema de la pandilla.
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NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]
FanfictionBy: @Moross_ «Cuando la promesa se rompe todo se sale de control. Una señal de que te estás poniendo ansioso de vez en cuando. -Next Level, Aespa. » Inicio: 01/Agosto/2021. Final: 25/Agosto/2021.