NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

13

Al otro día, me tuve que quedar a hacer aseo, ya que me habían castigado por golpear a la mugrosa esa, pero Hanma llegó y tras unas palabras con la maestra me dejó ir.

—Hola linda. —Sonrió él.

—¿Me prestas tus manos? —Pregunté sacándolo de onda. —Te voy a leer las manos, soy bruja.

—¿Ah sí? —Él sin saber que iba a hacer me dio ambas manos, pasé mis deditos por cada línea en su mano.

—Riquezas, problemas, y una casa con piscina. —Señalé.

—¿Cómo sabes que mi casa va a tener piscina?

—Por esto. —Escupí en su mano. —No creas que me he olvidado que planeaste una pelea con mis chicos.

—Eres una... —Hanma gruñó y limpió su mano en su playera. —Me encantas, ¡Eres fantástica cariño!

—Ya cállate mugre Hanma. —Bufé. —¿A dónde iremos?

—Primero dame un besito. —Dijo haciendo un pico con sus labios.

Apreté sus labios con mis dedos, acercándolo con fuerza a mi.

—Dejate de payasadas imbécil, y dime ¿Qué vas a hacer con Baji?

—Mhmhmmmhmh. —Lo solté y sonrió. —Mhmhmmmhm.

Me había hartado por lo que lo jalé de la oreja y comenzamos a caminar.

—Ay, ay, ouch, cuidado con el poste... ¡Ayyyy! —Exclamó cuando lo empuje contra el poste. —Eres mala, me encantas mucho mucho mucho. Qué pena que no debes ser mía.

—Baboso, ya camina. —Gruñí.

Llegamos hasta un almacén, aún no había nadie por lo que nos metimos y él se puso su chaqueta blanca.

—Ven linda, siéntate en mis piernas.

—Sacate a bañar, me quedaré acá. —Me puse a su lado, sentándome y sacando mi celular.

En lo que esperábamos, comenzaron a llegar los nuevos aliados del Valhalla, entre esos, Baji y Chifuyu.

—¿Por qué Chifu está aquí? —Cuestioné a Hanma.

—Do, sujeta a mi chica. —Sonrió Hanma.

—¿Qué? ¡No soy tu chica imbécil!

El tal Do me sujetó de los brazos.

—La prueba de valor, Baji, si quieres entrar como miembro al Valhalla, tienes que probar que no eres un espía o algo así. —Dijo burlón. —Tienes que acabar con tu mano derecha, así que... Sólo tienes que golpear a tu subcapitan, es sencillo.

Tan pronto como dijo eso, Baji y Chifuyu se miraron, el más bajo sonrió y asintió, el pelinegro se amarró el cabello como es costumbre. Pronto Baji le lanzó un puñetazo tirando a Chifuyu al suelo, se puso sobre él comenzando a golpear a Chifuyu.

Quise tratar de detenerlos pero el tipo que me sostenía no me dejaba moverme. Después vi a Kazutora entrar con Takemichi. Cuando Baji termino, Chifuyu no se movía y temí lo peor.

Escuché que Hanma hablaba, pero no lograba procesar nada de eso, hicieron un tipo juzgado para Takemichi, y luego de eso Hanma le dio una chaqueta blanca a Baji, mostrándose como nuevo miembro en Valhalla.

Después de fueron todos, y yo sólo pude ir con Chifuyu, espere a que despertara y lo llevé a su moto, lo amarré contra mi cintura con mi chaqueta, de esa forma si quedaba inconsciente de nuevo no se caería o al menos yo sabía cuándo detenerme.

Llevé a Chifuyu con Draken y ahí lo ayudamos a curarlo.

—¿Así que finalmente se unió al Valhalla? —Se cuestionó Draken dejando salir una risita amarga. —Ese imbécil es tan impredecible.

—No pude hacer nada, lo siento Draken. —Murmuré limpiando los pequeños raspones que tenía Chifuyu.

—Tranquila, ese tipo te tenía agarrada, era obvio que aunque quisieras no podías hacer nada. Vamos a preparar algo de comida, cuando Chifuyu despierte tendrá hambre.

—Pero yo me quedo mirando, no quiero incendiar de nuevo la cocina. —Reí suave.

—Bien, vamos.

Cuando íbamos bajando, las chicas estaban asustadas, las miramos confundidos.

—¿Qué pasa? —Preguntó Draken.

—Hay un hombre... —Dijo una de las chicas.

—¿Y? ¿No quieren atenderlo?

—No es eso, él está preguntando por Moe, dice que es urgente que la vea.

—¿Y cuál es el problema? —Ladeé mi cabeza confundida.

—Ese hombre se parece demasiado a Moe.

Draken y yo nos miramos asustados.

—¿Podría ser tu padre? —Cuestionó.

—¿Yo que voy a saber? Yo ni sabía que eran padres hasta que me lo dijiste.

—Iré yo, denme un minuto. —Draken salió a la recepción del lugar.

•••

—Las chicas hablaron conmigo, ¿Necesita algo? —Preguntó el rubio mostrándose serio ante el hombre.

Pero cuando este se giró, no hubieron dudas. El hombre era igual a Moe.

—Si, busco a mi hija... Yo, llevo buscándola desde hace años, desde hace quince años. —Dijo el señor.

El hombre no parecía ser alguien pobre, de hecho parecía que vestía con ropas muy caras.

—¿Quiere hablarme de esa hija? Quizás pueda ayudarlo. —Dijo comprensivo el rubio.

—Mi esposa... Ex esposa me dijo que ella había dejado a nuestra hija tirada en un basurero, pero yo no supe de ello hasta que regrese de mi viaje de un mes, era por trabajo y no estaba en casa. —Dijo el desesperado hombre. —Traté de buscarla pero nadie decía nada, solo que había una mujer que recogía a los niños de la calle y los llevaba a trabajar con ella. La dejó en Shinjuku, pero supongo que después de tanto tiempo vagando en la calle vino a dar hasta acá. M-Me dijeron que había una chica que ustedes habían encontrado, incluso varias personas de los locales cercanos dijeron que lucía igual que yo... Por favor, dime qué ella está aquí... Quiero ver a mi hija.

La agonía del señor acabo, cuando la pelinegra se asomó por las escaleras, el hombre paró de llorar y se tapó la boca sorprendido.

Su niña, finalmente la había encontrado.

—Me gustaría hacer una prueba de ADN si no es mucha molestia. —Dijo Moe duramente.

—Si, si, es lo mejor. —Asintió el hombre.