NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]

10

Afortunadamente no me había desmayado, perdí conciencia un momento, pero finalmente había reaccionado.

Aparté a Takemicchi y luego de ver que Draken seguía respirando, le pedí ayuda al rubio y entre los dos cargamos a Draken para sacarlo de ahí, nos metimos a un callejón. Pronto Hina y Emma llegaron avisando que ya habían llamado una ambulancia.

Eso hasta que el mismo tipo que había apuñalado a Draken llegó con un grupo de frente a nosotros.

El recuerdo del tipo apuñalando a Draken me molestó. Y tras dejar a Draken en el suelo en manos de las chicas, yo corrí para derribar al tipo lo hice soltar la cuchilla luego de hacerle una llave, lo golpeé en la cara fuertemente, aprovechando que estaba mareado me levanté y pateé su estómago.

Claramente sus amigos no se iban a quedar quietos, ya que uno corrió hacia mi y me apuñaló en el hombro, evité gritar pero pude sujetar al tipo del hombro para acercarlo a mi.

—Voy a matarte. —Sonreí quitando como si nada el cuchillo de mi hombro para después clavarlo en el hombro del contrario, él si gritó como nena.

Me hice hacia atrás y salté pegándole una patada, el tipo cayó al suelo, pero no suficiente con eso, el primer tipo me apuñaló en la pierna.

—¡Moe basta! —Exclamó Draken.

Takemicchi vino hacia mi, jalandome hacia donde estaban las chicas.

—Yo me encargo. —Dijo Takemicchi algo desconfiado.

Me dejé caer al suelo, mis nudillos estaban rotos, mi hombro palpitaba demasiado al igual que mi pierna.

—Perdón por no poder defenderte como debería. —Le dije a Draken. —Si tan sólo hubiera sido más fuerte...

—Están perdiendo mucha sangre. —Dijo Emma poniendo el moño de su yukata en mi pierna para evitar que saliera más sangre.

—¿En donde está la ambulancia? —Exclamó asustada Hina.

—Estoy bien, pero ya siento que ando visitando a mis antepasados. —Murmuré. —Mentira, sigo chida no me toquen.

—Ya está delirando. —Lloriqueó Hina.

—No está delirando, ella es así de loca. —Le dijo Draken con una leve sonrisa.

Me amarré fuerte el moño de Emma en la pierna y caminé como pude junto a Takemicchi, quién ya había dejado inconsciente al tipo que apuñaló a Draken. Lo ayudé a levantarse, pronto Draken se puso a nuestro lado diciéndoles a las chicas que fueran a buscar a la ambulancia.

—¿Qué diablos van a hacer tres pendejos heridos contra nosotros? —Se burló el sustituto del jefe.

—Estos tres pendejos te van a meter un zapato en el culo. —Dije adolorida. —Estaremos malitos, pero si te vamos a patear bien bonito.

Pero antes de siquiera movernos, cuatro chicos salieron del arbusto y luego de un diálogo conmovedor, se pusieron a dizque pelear contra los otros gorilas, aunque aclarando les dieron en su madre pero en lo que llegó la ambulancia por Draken pudieron entretenerlos.

Al ser solo una ambulancia, se llevaron a Draken ya que su herida era más profunda y perdía más sangre que yo.

Mandaron a traer otra ambulancia para mí, ya que ninguno tenía auto y llevarme en una moto sería un gran riesgo.

—Jejeje, ya no siento los dedos. —Dije tirada en el suelo. —¿Se me va a caer el brazo? NoOooOo, no se me puede caer el brazo, ¿Después qué brazo me voy a tatuar?

—Ahora sí ya está delirando. —Dijo Souya.

—¿Cuánto va a tardar esa maldita ambulancia? —Exclamó Mucho.

—Chicos, acerquense... Quizás estas sean mis últimas palabras. —Les dije.

—Estas loca Moe, no vas a morir. —Negó Chifuyu.

—¿Tu que sabes? ¿Qué tal si solo llegó una ambulancia solo para que Draken se salvará, pero no para mí porque no soy importante? Es buena lógica.

—Estas diciendo incoherencias, basta. —Dijo duramente Baji.

—¡Ya está aquí! —Exclamó Hina llegando junto a Emma.

Los paramédicos me llevaron en la ambulancia, Nahoya fue quien subió conmigo, ya que también él estaba lastimado de la pierna así que lo curarán también.

—Algodon de azúcar rosa. —Llamé. —Son mis últimas palabras, disfrútalas porque si muero vendré a jalarte los pies.

—¿Ahora que quieres?

—¿Tú sabías que te quiero mucho? —Comencé a llorar.

—¿La drogaron o qué?

—Le pusimos sedante, de esa forma no sentirá dolor.

Ya no pude escuchar más porque me dormí.

•••

Sentí como cada parte de mi cuerpo hormigueaba, excepto mi pierna, me asusté cuando dormida no pude moverla.

—¡Ah no siento la pierna! —Exclamé despertando de golpe y asustando a Mitsuya. —¡Mitsuya no siento la pierna! ¡Ni el brazo! ¡Quedé tuerta!

—Tuerta es para cuándo no tienes un ojo, tonta. —Dijo Draken a mi lado.

—¿Estás muerto? ¡Nopuedeser! ¡Morí y estoy en el cielo! ¿Pero por qué Mitsuya está aquí?

—No seas tonta, estás en el hospital, ambos están vivos. —Dijo Mitsuya.

—No sientes el brazo ni la pierna porque acabamos de operarte, aún tienes anestesia pero cuando se vaya el efecto te dolerá. —Explicó el doc. —Igual te recomiendo que no hagas movimientos bruscos porque o te dolerá o se te abrirán los puntos y tendremos que volver a darte puntadas y será más doloroso.

—Bueno. —Dije cuál perrito regañado. —¡Drakencito, estamos vivos! Creí que no viviría para contarlo.

—Gracias por defenderme Moe. —Sonrió.

—Pero casi ni hice nada, te apuñalaron y por chismosa me tocaron de a doble también a mí. —Hice un puchero.

—Pero no cualquiera hubiera saltado para defenderme.

—Ay ya callate, no quiero llorar, sabes que me veo fea cuando lloro. —Crucé un brazo ya que el otro no podía moverlo. —Señorita enfermera, ¿Hasta cuándo me va a doler el brazo?

—Poquito... Cómo dos meses.

—¡NoOooOo!