—Vale madres, ni el celular me traje. —Murmuré jugando con mis patos de hule. —Ah que babosa, pues me lo quitó Hanma.
—¡Moe abre la maldita puerta! —Exclamó Mitsuya.
—¿Por qué el cangrejo es inmortal? —Me cuestioné. —Momento, ¿En realidad si es inmortal? Porque hay gente que come cangrejo, entonces, ¿Realmente es inmortal?
—¡Voy a tirar la puerta! —Exclamó Mucho.
Pronto se escuchó golpe y la puerta cayó al suelo.
—¡Moe! ¡Gracias al cielo estás bien! —Exclamó Hina corriendo hacia donde estaba.
—¿El cielo realmente es azul? —Seguí murmurando.
—¿Qué le pasa? —Preguntó Hina.
—¿Qué hubiera pasado si mi madre no me hubiera abandonado? ¿Sería feliz con ellos o... hubiera deseado salir de casa?
—¿Está delirando? —Preguntó Takemicchi.
—¿Le diste algo? —Preguntó Mitsuya caminando hacia donde estaba para darme la vuelta, pero como estaba jugando con mis patitos me regresé a mi posición.
—No, de hecho no creo que haya comido algo. —Dijo Hanma.
—¿Por qué los gases huelen a frijoles si no comemos frijoles? —Continué.
—No está delirando, es un mecanismo de defensa que ella misma hizo. —Dijo Smiley. —Siempre que alguien se molestaba con ella, ella lloraba hasta que paraba de golpe y comenzaba a murmurar cosas sin sentido. Eso lo hace para intentar olvidar lo que sucede.
—Si un pingüino gordo se cae... ¿Rompe el hielo?
—¿Entonces va a estar bien? —Preguntó Emma.
—Probablemente mientras no le recuerden que sucede después. —Dijo Angry.
—Ella dijo que se iría de Shibuya, ¿Creen que eso esté bien para ella? —Preguntó Hanma.
—¿Por qué nadie reconocía a Superman cuando usaba las gafas? Si era completamente igual sin las gafas.
—Creo que lo mejor es que se distraiga un rato. —Suspiró Smiley. —Aquí todo le recordara a eso.
Me levanté dejando los patos en su lugar.
—¿Alguien tiene hambre? Puedo preparar cereal, eso es algo que no tiene que ver con sartenes ni fuego. —Me reí.
—¿Ella estará bien?
—Solo siganle la corriente, ahora está intentando hacer como si nada hubiera pasado.
Salí del baño pero pronto no pude moverme, había alguien que se interponia en mi camino, no quise mirar hacia arriba porque sabía de quién se trataba.
—¿Me das permiso? Iré a preparar cereal. —Susurré.
—Lo lamento. —Cuando levanté la cabeza y mi mirada quedó con la de él, pude ver qué estaba llorando.
—¿Por qué? —Traté de sonreír pero las lágrimas me traicionaron.
—Por decir que somos desconocidos, por darle tu habitación a otra persona... Lo siento por todo.
—No te preocupes, después de todo eso es lo que somos... Desconocidos que fingían ser hermanos. —Reí sin gracia. —Ahora puedes seguir con tu vida, tendrás tu propio espacio, crearás tus propias tradiciones, harás maratones de Barbie con otra persona, le dirás a otra persona que no debe comer salsa porque después no podrá ir al baño.
—Moe... —Sollozó.
—Perdoname tu a mi, por interrumpir tu vida y no haberme ido cuando me dijiste que yo tenía que seguir mi vida, ¿Recuerdas? Fue antes de que fuera al reformatorio. Te habías molestado conmigo y no querías que siguiera viviendo contigo, ese día conocí a los gemelos.
—Basta, no sigas.
—No quería irme... —Murmuré yendo a sentarme en el sillón. —Porque habías sido mi héroe en ese entonces, quería estar junto a ti porque me sentía segura. Traté de arreglar las cosas pero fue justo como hoy, pero ese día cuando me di la vuelta me detuviste y me suplicaste que no me fuera. Hoy no sé por qué esperaba que fuera lo mismo. Yo sé que estuve mal, que aunque no fuera lo que pensaba, me hubiera quedado contigo, pero ésto tenía que pasar, ¿No?
—Moe...
—¡Deja de decir ese nombre! —Exclamé golpeando la mesa de centro y rompiéndola al ser de cristal. —Aún cuando encontré a mis padres, no quería irme de tu lado porque creía que tú querías que yo estuviera contigo. Pero tomaste la primer oportunidad que tenías para alejarme, como un maldito perro.
Levanté mi mirada hacia los demás, ellos estaban visiblemente afligidos, las chicas lloraban.
—Si quieres arreglar las cosas con alguien, ve y arreglalas con Emma. —Le dije. —Hanma, gracias por ayudar, pero creo que fue innecesario porque igual me voy a ir de aquí. Smiley, perdoname, todos perdonenme pero ya no puedo estar más aquí.
Vi que Emma caminó llorando hacia mi, se puso de rodillas y pronto puso su frente en el suelo.
—Fue mi culpa, lo lamento, si yo no hubiera dicho eso, ustedes dos estarían bien. —Sollozó.
—No fue tu culpa, ésto tenía que pasar en algún momento. —Murmuré. —Así que, Ken, Emma espera tu disculpa.
Pero entonces, Draken también se puso de rodillas imitando a Emma, y con él, todos los demás, incluso Hanma.
—Por favor, quédate. —Dijeron uno por uno.
Mi pecho se oprimió nuevamente, hice una mueca y luego fingí que me reía.
—Pobres cositas feas, hasta creen que se iban a librar de mi. —Exclamé riendo.
Todos ellos se enderezaron, mirándose entre sí y riendo aliviados para después venir a abrazarme.
La cosa es, que realmente iba a irme, porque aún dolía. Pero Hanma tenía razón, no por uno iban a pagar los demás.
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NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]
FanfictionBy: @Moross_ «Cuando la promesa se rompe todo se sale de control. Una señal de que te estás poniendo ansioso de vez en cuando. -Next Level, Aespa. » Inicio: 01/Agosto/2021. Final: 25/Agosto/2021.