★La Favorita Del Narco★

C. 50

Aurelio.

Cuatro días angustiosos, dónde las investigaciones de Dominick y su amiga, no dan el fruto que necesito. Me la paso encerrado en el despacho, no se que hacer, no soy dios como para despertarla del sueño peligroso en el que está metida. Está que se me explota la cabeza de tanto pensar, me muero dónde esa chica se muera, ya perdí dos hijos, no voy a darme el lujo de perderla a ella también.

Encerio, como es que, la hija de un trabajador cualquiera, terminaría siendo un verdugo que no quiero evitar, si ella sufre a mi también me duele, si está feliz yo lo soy. No puedo permitir que se valla de este mundo, haga lo que haga ella va a seguir viviendo.

Se escucha un estruendo en la parte baja de la casa, me levanto de la silla y busco un fusil que tengo en un armario del despacho. Bajo las escaleras de dos en dos y cuando llegó al primer piso, veo a Braxer junto con Conny.

- ¿Que mierda están haciendo ustedes aquí? Y tú, ¿No te deje claro que te quiero lejos de mis propiedades? Gracias a tí y a tus cómplices, Aurora está colgando de un hilo muy débil, que en algún momento puede romperse.

- Es que no lo entiendes...

- ¿¡Entender que, carajo!? ¡Ah! ¿Entender que? 

Conny empieza a llorar, toca el suelo con sus rodillas, mientras las lágrimas descienden una tras otra para terminar en el piso.

- Ella cambio, tiene en su bolso el antídoto de lo que le aplicó Miriam.

- ¿Quieres que le crea a una mocosa malagradecida? - rio irónico, me agachó para estar a su altura - No sabes la pena que me das. Además, como confiar en tí si fuiste causante ¡Junto a tu madre! De mi accidente, como confiar en la escoria que se sintió feliz luego de haber empujado a Aurora al abismo. Ya no estoy para esos juegos.

Conny se levanta pesadamente y se dirige a la entrada, Braxer le arrebata el bolso de los hombros y rebusca no sé que. Saca unas hojas y me las tira en la cara.

- ¿Que es esto, tus planes para verme en la ruina, Conny? Braxer, te veía más inteligente, esto es caer muy bajo.

- Ahí está la prueba de que ella quiere cambiar, se dió cuenta del error que cometió.

- Y que buscas... ¿Compasión? Si es así, estar perdiendo el tiempo.

- Entregarle esas fórmulas a tu hermano, él ya sabrá sus componentes y sabrá crear el antídoto. No lo hagas por Conny, hazlo por la chica que está tendida en esa cama, luchado con sus pocas fuerzas para no morir.

- ¿Cómo sabes su estado?

- En el mundo bajo se escuchó sobre, que la princesita de la mafia cayó en un tipo de coma, y que los Smith fueron los causantes, aparte de que le pedí detalles a Conny sobre lo que podría causar esa droga. En esas hojas están las respuestas a todas tus interrogantes.

- Ambos se van a quedar, pero van a estar vigilados, no van a tener ningún aparato de comunicación y cualquier acción sospechosa la pagarán con muerte, ¿Entendido?

- Tratas a tu hija como un animal, ¿Te das cuenta? Es solo verla, sus lágrimas son reales.

- Cuando se tiene una esposa y un hijo manipuladores, lo más probable es que la cachorra aprenda ese juego. Ahí... - la apunto con el dedo de manera amenazante - dónde la vez de inocente y lastimada, fue cómplice de Miriam, quien en compañía de mi otro hijo, atentaron a mi vida.

Conny.

Yo sabía que el venir no iba a ser nada positivo, en estos momentos soy posiblemente la mujer que más odie papá. Fui una estúpida, una inmadura, una infeliz, una marioneta, fui de todo lo malo, ya que apuñale a papá por la espalda, una vez que decidí escaparme. Con los ojos empañados, logro distinguir a Sesi que de una manera bastante sigilosa, sube las escalas.

Desde que note el odio de papá, no he prestado ni el más mínimo gramo de atención, pero de una manera veloz me levanto y salgo corriendo detrás de la empleada, lejos escucho la voz de papá y de el tal Braxer, Sesi entra a la habitación, pero cuando llegó ya tiene la puerta asegurada.

- Sesi no lo hagas por favor.

Pateó la puerta con todas las fuerzas que tengo, no se de donde saco las ganas, pero de tanto forcejear con la chapa, logro dañarla y entrar a empujones. Me voy encima de Sesi y forcejeo con ella para que tire lejos la jeringa. Con lágrimas en los ojos logro tenerla bajo de mí pero unas manos me agarran y me separan de ella.

- ¡NO! ¡SUELTAME, CARAJO! - me volteo y veo a papá quien me ve seriamente - Quiere matarla, tiene una jeringa, esa mierda tiene un tipo de eutanasia.

- Sesi..

Papá me suelta, se va acercando poco a poco a la mujer, está retrocede hasta llegar a la ventana, al no tener escapatoria segura, decide tirarse, su cuerpo impacta con la piscina, todos corremos hasta el patio y vemos que ella sale del agua con bastante sacrificio. Papá se acerca y la saca de manera brusca. La señora empieza a llorar y a suplicarle.

- Señor no me mate por favor, tengo unos hijos que mantener, tenga piedad. - papá la coje de la garganta y la tumba haciendo presión en la zona.

- Darte piedad, debiste pensar en eso antes de irte tras el culo de Miriam, ¡Debiste pensar en tus putos hijos! Además, agradece que no los voy a buscar y los mato también. - de su chaqueta saca una pistola, un revolver para ser exactos, la apunta y antes de disparar, dice. - Nos veremos en el infierno maldita escuincla del demonio.

Se aleja del cuerpo sin vida, para encararme, el miedo si e lentamente por si espalda, haciendo que levemente tiemble. Me palmea la espalda y se retira del lugar. Antes de que me dejara sola, hablé.

- Para que veas que vine en son de paz, quiero cambiar, quiero tener tu amor nuevamente. Pude dejar que Sesi la matará, pero tantas ganas tengo de ser diferente, que preferí arriesgarme para salvarla a ella.

- Para que consigas mi confianza y mi amor, debes demostrarme más, te agradezco el hecho de haberme traído esas hojas y el salvarla, pero necesito más, porque daño es lo que me has hecho.