★La Favorita Del Narco★

C. 36

Agatha junto a Cooper tocaban la puerta, me hablaban a través de esta e insistieron durante bastante tiempo que les permitiera entrar y hablar. Ninguno de los dos sabe lo ocurrido, y todavía no estoy lista para decirlo.

Así se fue un mes. A duras penas comía algún bocado, pero lo hacía en madrugada, donde nadie pudiera verme y no pudieran hablarme. A final de mes llega Aurelio, y se entera de la situación, y como los otros dos, insistía en hablar conmigo, hasta cierto punto.

- Abreme, esto no puede señor así, llegué hace una semana y ni siquiera me has saludado ¿Que tienes? ¡Carajo! Quieres esto por las malas, así va a hacerse.

Sus pasos se alejan rápidamente, y de esa misma forma vuelo a escuchar sus pasos, la chapa de la puerta emitía un sonido que me alertó, Aurelio tiene una copia de la llave, hasta aquí llego mi seguridad.
Cuando el hombre penetra, por fin, la habitación, instintivamente mia reflejos se activan.
Él me observa fija y detalladamente, y su mirada se vuelve curiosa y extrañada. Y con obvias razones, soy muy cuidadosa con mi piel, y verme así, ojerosa, pálida, ojos hinchados y rojos; no es normal.

Aurelio

Me preocupaba ni verla, no sabía si comía, ya que nadie del servicio subía a las habitaciones ¿Estará muerta? ¿Se fue? No, no. Imposible. Ella no me hacía eso, ¿Verdad? No he hecho más que tratarla como mi propia hija, desde la muerte de Antony y Marta, los pude haber echado, pero los cuide como mis hijos. Ella no es una chica malagradecida. Esto es solo una crisis de mujeres, o eso espero.

Agatha y Cooper me comentaron la situación cuando llegue, y creí que si era yo quien iba a tocar la puerta, ella cedería, pero no. Por una semana solo toque la puerta con la esperanza de que ella me abriría, pero no. Mi paciencia no tolero más la situación y busque la llave, la cual estaba en mi habitación. Una vez que entro a la habitación. Ella luce delgada, como si fuera un esqueleto, pálida, sus ojos hinchados y rojos, al parecer de llorar ¿Pero, por qué?; Su aspecto está muy deteriorado, ella no es así. Sus ojos están abiertos, casi como si su globo ocular saliera de la cuenca, estaba atenta a mis movimientos.
Trate de actuar lo más calmado posible, para no asustarla más. Me acerque un par de paso, y ella se alejo esos dos pasos.

- No te acerques - su voz ya no poseía la alegría y energía de antes, estaba apagada, asustada, apunto de llorar.

- ¿Qué pasó en mi ausencia? ¿Te hicieron algo? Por favor dime, te puedo ayudar. - soy un paso más y ella se vuelve a alejar, pero con sus ojos a punto de soltar un mar de lágrimas.

- No te acerques por favor. -con esas palabras, ya salieron sus lágrimas, pierde su estabilidad y rápidamente corro para atrapar su cuerpo.

La dejo en la cama, y me siento a su lado, pero con una distancia, para que cuando despierte, no se asusté.

Media hora, una hora, dos horas, dos horas y media, y por fin despierta. Talla sus ojos y se sienta pesadamente, yo estaba sentado en la silla del escritorio, con una distancia aproximadamente de 4 metros. Ella se observa con la misma actitud de antes.

- Tranquila, no quiero que te vuelvas a desmayar. - me levanto y cierro la puerta, ella estaba atenta a mis actos

- No le pongas el seguro - la observó y gusto la chapa para quitar el seguro.

- Ya no hay seguro, ahora dime, ¿Qué pasa?

Ella vuelve a llorar, coge su peluche y lo abraza, escondiendo su cara en este. Así pasan unos pocos minutos, hasta que un poquito más relajada, alsa la mirada.

- ¿Me permites sentarme en la cama? - asiente con un poco de duda - No se que tienes, pero se que te puedo ayudar, solo dime. Por favor.

- Fui ví...

- ¿Ah? Repite, pero más fuerte. Quiero ayudarte aurora por favor.

- Me... Me violaron

Si voz tembló, y mi irá subió al tope.

- ¿Quien lo hizo? -subi un poco la voz - ¿Quien mierdas fue? - ella seguía sin contestar, y seguía llorando - Dime, ¿Quién lo hizo?

- Rendon.

Desaparecí de su habitación, Agatha y Cooper me iban a interrogar, pero rápidamente los evado, tomo mi celular y llamo a Rendón, 3, 4, 5 timbres y se desvía a buzón de voz, intento numerosas veces, pero pasa lo mismo. Llamo a mi grupo de investigadores, necesito saber dónde está es se hijo de la grandísima perra. Y va a conocer al diablo en persona.