★La Favorita Del Narco★

C.3

Danny Donovan (jefe)

Mi propuesta no es tan santa que digamos, pero bueno, tampoco es que voy a llevarla a un lugar para torturarla. No me a dado motivos para hacer eso. Pero si ella no acepta, me temo que nadie sabrá las verdaderas intenciones.

Además, de que más adelante sabrán de mí, pues, seré participe de crear todo un infierno.

Aurora Ángel

— Mira Aurora. Aquí está mi número por si te interesa la propuesta, y espero que te valla bien, fue un placer conocerte y que trabajarás aquí. - comenta el jefe del lugar

Asiento levemente, salgo de su despacho para despedirme de mis compañeros; al dar fin a las despedidas, voy directo a casa para alistar mis últimas maletas y adelantarme al viaje.

Horas más tarde

— Mira Lola, cuando bajes del avión habrá unos hombres que se acercarán a tí, si ellos dicen mi número de identificación, vas con ellos, y lo más rápido posible estaremos contigo mi princesa. Te amamos.— mi madre llora en los brazos de papá, y Cooper en los míos, sé que dentro de poco estarán conmigo, pero es inevitable llorar, y más cuando no puede venir Cooper a mi lado.

Me separo de Cooper llena de lágrimas, y subo a mi avión, antes de irme papá se acerca a mí, me abraza, extrañaré este abrazo esta noche.

Las horas de vuelven largas, sé que esto es privado o la zona VIP de este aparato, pero no encuentro nada entretenido al saber que mi familia no viene.

[...]

— Señorita Ángel, hemos llegado.— de un brinco me despierto.

— Gracias.

Salgo en busca de mis maletas, y a lo lejos veo unos hombres de trajes negros y micrófonos, uno de ellos se acerca a mí.

— ¿Tú eres la hija de Antony Ángel?— su voz ronca me perturba

— Si. Por seguridad ¿Puede decirme la identificación de mi padre?— él hace caso a mis palabras.

Esté asiente y llama a sus compañeros los cuales me arrebatan un papel para buscar mis maletas.

— Vamos, ellos llevarán tus cosas a la casa.

Voy detrás de él, cuando llegamos al aparcamiento, nos acercamos a un par de camionetas negras, y como veníamos anteriormente, o sea en silencio, nos montamos al vehículo del mismo modo. Los minutos más largos de mi vida pasan, y no encuentro con que entretenerme, ustedes dirán « Deja de ser idiota ¿No tienes teléfono?» y la respuesta es que si, lo tengo, el problema es que olvide cargarlo antes de dormirme, así que estoy más que jodida.

— Llegamos, espere a que la mucama abra la puerta, ella la guiará al despacho del jefe, donde tendrán una conversación.

Y sin más me bajo, una chica no más de 19 o 20 años me espera en un par de puertas de madera oscura, esta es pelirroja, ojos color almendra y tez un poco blanca, me recibe con una sincera sonrisa.

— Buenas tardes, usted debe ser la señorita Ángel. Sígame, el señor Parker la está esperando.

Ni me tomo el tiempo de explicar la casa a detalle, solo les diré que es super grande y bellísima, tiene muchas pinturas carísimas y su decoración es delicadamente combinada. Segundos después estamos frente a unas puertas oscuras, ella toca la puerta, y del interior escuchamos un « Adelanté» ella se adelanta y habla con el señor, luego en su salida me señala que entre.

— Sin miedo cariño, yo no muerdo.— este se levanta del asiento— Soy el señor Aurelio, Aurelio Parker.— hace una reverencia— Un gusto Aurora, espero que este lugar sea de tu agrado, y si tienes dudas ya sabes dónde queda mi despacho, ¿Tienes preguntas?

— Si, ¿En que trabaja mi padre?— sin filtros suelto la pregunta

— Lo siento, pero esa información no la puedo compartir, ¿Otra?

— ¿Por que tuvimos que mudarnos, no podíamos seguir en nuestra antigua casa?

— Si, si podían, pero... ¿Que prefieres? ¿Vivir junto a tu padre, o no verlo durante mucho tiempo? A nadie le gustaría vivir lejos de su padre, ¿O si?

— Bueno si, eso es correcto. ¿Tengo libertades o esto será tipo internado?

— Como en cualquier lugar hay normas si, pero es lógico que te daré libertades, no tienes que preocuparte por ello.

— ¿Se supone que debo mantener con guardaespaldas?

— Si quiere si, si no, pues no.

— ¿Si decido trabajar para usted, me aceptaría?

— No lo sé, podría ser. ¿Algo más?

— ¿La casa es muy grande?— asiente

— Le puedes pedir a Laila que te muestre toda la casa.— me despido por medio de señas.

Antes de cerrar la puerta, el señor Parker sale de su despacho haciéndome señas que lo siga, un poco insegura lo hago, me lleva hasta un pasillo donde hay muchas puertas.

— Está es tu habitación, puedes decorarla a tu gusto. Dime qué quieres aquí y lo haré realidad, nos vemos, a las 8 sirven la cena, ¿Vale?— afirmó con la cabeza.

Cierro la puerta y examinó la habitación, está es blanca, totalmente; es muy espaciosa y muy iluminada. Creo que debería estudiar diseño de interiores, no me parece mala idea.

Me siento en la cama y una lágrima abandona mi ojo, mentiría si dijera que no extraño a mis padres, o también si dijera que no extraño pasar tiempo con Cooper, y lo haría mucho más si dijera que no extraño los regaños de Olivia ante cualquier situación. Los extraño demaciado, pero toca aguantar un poco de tiempo.

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Espero que les haya gustado el capitulo de hoy, si fue así, dale tu voto.
Besos.

Ig: @katie.mb.301