★La Favorita Del Narco★

C. 10

Aurora Ángel

Se supone que dentro de una semana y media llegan mis padres, esperemos que no saquen otra excusa. Cambiando el tema, hace 2 días entro un chico muy guapo, tiene unos 19 o 20 años, y es el jardinero, es imposible no mirar esa gran creación de los dioses, y el desgraciado se dió cuenta que lo miro desde mi ventana, y hoy salió sin camisa. Adivinen... La muy perra con sus amiguitas, osea Conny y su grupito de perras, le están coqueteando a él, frente mi cara, pero bueno, la zorra se ganó un odio mayor.

[...]

No sé si el el destino, pero todos los hombres que están entrando a trabajar en la mansión son dioses de la belleza, es de noche y los guarda espaldas estás más que buenos.

Vamos Aurora,controla tus hormonas, respira, respira...

En este tiempo he podido interactuar con Laila, me di cuenta que la pobre es subestimada, me dijo que Conny la a llegado a humillar, porque cree que ella no es capaz de defenderse, el hermano de ella, quien es el chófer de Aurelio, le a rogado que le diga a Conny todo lo que siente, y que esa perra se de cuenta de que no le da miedo decir verdades en cara de los "superiores". Hablando de eso, Mirian también se a llegado a meter con el hermano de Laila, si no recuerdo mal, se llama Leandro; el caso, Mirian tenía que ir a una reunión rápido, porque no tenía tiempo, entonces quería que Leandro acelerará y él se negó, cuando paso la reunión, le dijo al frente de todos, que no sabía manejar, que casi la mata, claramente él no se había quedado callado y le dijo que no fuera mentirosa, ella quería que acelerará para llegar a tiempo, pero que él no quiso desobedecer las normas de tránsito, y si lo hacía mientras estaba transportando a Miriam, que ella se encargaría de pagar los daños. Y no lo volvió a joder, eso es lo único que se de Leandro.

Podría decir que Leandro tiene mi mismo carácter, en cambio Laila es más tolerante con ese tipo de personas, y me sorprende de verdad, si yo fuese ella, imagínense que no le hubiese dicho, le diría que en el día de su muerte, yo voy a estar acompañándola; muy macabro, lo sé... Cuando detestamos a alguien, sé que lo queremos ver muerto, o rogando que le demos segundas oportunidades, pero en la vida real no puedes confiar ni en tu propia sombra...

— Aurora... ¿Me estás escuchando?— Laila me hace una seña en la cara

— ¿Espera qué? Lo siento, estaba distraída.

— Tranquila, desde hace rato deje de hablar, ví que no me estabas dando bola, así que parecía estúpida hablando sola.

— ¿En qué íbamos Laila?— ella rie delicadamente

Ella es una chica buena, sencilla, cariñosa e introvertida, pero un poco manejable, aunque no explote su furia, no significa que no la sienta, pero al no hacerlo, la gente la vera muy indefensa y lógicamente se aprovechan de eso.

— ¡Laila! ¿Dónde estás? ¿No ves que necesito mis maletas listas? Por culpa tuya y de esta niñata me vas a hacer llegar tarde a Las Vegas.

— ¡Mire señora! No no soy ninguna niñata, si usted quiere respeto por parte mía, me lo da también, y si no, pues se jodió, entre más mal me trate, créame que yo la trataré peor. — camina hasta Laila y la coge del brazo ignorandome.

— Vámonos, tienes cosas que hacer, estás perdiendo el tiempo Laila, sabes que puedo despedirte.

Laila se levanta de la silla apenada.

Miriam Parker

— ¡Aurelio! Tenemos que hablar

— ¿Que quieres Miriam? Estoy demaciado ocupado como para que inicies con tus dramas

— Quiero y exijo que saques a esa tipa, a esa... Aurora. Conny me a dicho es esa es muy grosera y que esconde algo.

— Ya vas a empezar, sabes... No me interesa, el padre de ella trabaja para mí, al igual que lo hará la madre de ella apenas llegué. Te lo repito, tú no tienes el derecho de tratarla como si fuera una poca cosa, recuerda que yo tenía la misma vida que ella, y gracias a Dios pude salir adelante, y tú me aceptaste, y eso que no le presta as atención a tu padre, según él, un pobre como yo no te podía dar nada, y miranos, mírate, vives como una reina. Ni te hace falta absolutamente nada. Así que no te quejes.

— !Por favor Aurelio! Esa niña es altanera y se cree la dueña de todo. Si tú no haces nada, creeme que yo si lo voy a hacer. Y jamás me arrepentiré.

— Hazlo, y verás como te va, no soy agresivo, pero sabes como soy cuando me sacan de quicio, te vas a arrepentir, no intentes estupideces.— salgo de su oficina enojada.

Esa niñita me tiene harta, pero esto no se va a quedar así, esa perrita se va a arrepentir por haberme hablado así.  Vamos a ver si tiene lo los ovarios bien puestos para seguir enfrentándome.