C. 18

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Narrador

Con esas palabras en el aire, a la inocente chica le recorre un escalofrío en su cuerpo, y un sudor frío baja por su rostro y espalda.

Ella misma se cuestiona, ¿Qué pudo haber hecho mal? Si esto paso, ¿Cuántos enemigos a de tener la chica indefensa? ¿Acaso paga una deuda que no es suya?
En su mente Miles de preguntas brotan, pero la más importante de todas, ¿Será obligada a acostarse con uno de esos dos tipos o con más como si fuese un objeto?

Cuando la joven es guiada por la mucama a una habitación, Olivia hace el intento de obtener información alguna, ya sea de sus secuestradores o del lugar donde se halla en el momento. Pero todo fue en vano, la señora no respondió a sus preguntas, solo hizo cumplir el deseo de su jefe. Prepararla para un poco de diversión.

— Señora, por favor dígame ¿Quienes son ellos y que quieren conmigo? Al igual que yo, mi familia a de estar angustiada por mi pronta desaparición, ¿Usted no se sentiría así?

— Que parte no entiende señorita, yo no estoy autorizada para darle aquella información, no me entrometa en sus asuntos y dudas, eso ya lo sabrá usted más adelante.

— Bueno, entonces mínimo déjeme descansar un poco, ando muy agotada, lo que sea que hayan usado para hacerme perder la conciencia, me agotó completamente, hable con esos señores, por favor ayúdeme.

Y siendo nuevamente ignorada por la señora,  queda sola en la habitación. Planteó en escapar, pero como fue suposición de ella, los tipos no serían tan ingenuos como para, dejarla con alguna escapatoria fácil. Ventana con una maya de plástico, en una altura de unos 10 a 12 metros, y una puerta con llave no era de mucha ayuda. La joven asustada se recuesta en la cama, donde inicia a llorar desconsoladamente por su familia. En ese momento ella cae en cuenta de lo importante que era su vida para ella; su familia, amigos, su futuro. En ese momento, ella perdió la esperanza de poder cumplir su sueño.

Mauri

— Cecilia, ¿Le diste alguna información?

— No señor. Insistió pero no le di nada de lo que quería.

— Llévale comida. Podré ser su secuestrador, pero tampoco hasta tal punto de dejarla morir de hambre y de cansancio, mañana iré a platicar con ella. Déjanos solos Cecilia

— ¿Qué pretendes con la chica? — pregunta tan estúpida la suya. Zed usa tu mente

— Mejor pregunta que no pienso hacerle a la chica, será más fácil de contestar.

— Ya, solo dime.

— Ay amigo, por dónde comenzar. Quiero disfrutar su cuerpo, oírla gemir, enterrarme en ella, follarla como si mi vida dependiera de ello. Y luego de jugar y disfrutar, mandaré a su familia una nota, para que hagan un plan de rescate, y se las entregaré.

Zed rueda los ojos y abandona la sala, dejándome completamente solo.

Fernando

Camino decidido al despacho de Danny. Recuerdan que hace un mes o un mes y medio lo amenacé. Bueno, pues pensé que daría resultado, me a pagado un 21% de la deuda, y dejo de consignarme como si nada. Sin ninguna explicación.
Entro a su despacho, con su secretaria tras de mí, yo sabía que si le preguntaba por Danny, probablemente me contestaría que no estaba, por lo cual entro como rey en su castillo.

— Lo siento señor, trate de detenerlo pero no pude.

— Déjalo Alexa, retirate. ¿Qué no me puedes dejar en paz? Hombre por Dios, déjame darte una vida propia.

— Recuerda nuestro trato.

— Maldita sea, lo sé. Los cafés están en crisis, la clientela no es tan buena. He hecho todo lo que está a mi alcance pero no es suficiente, ¿Te han llegado noticias de que volví al casino? Verdad que no. Está crisis es de verdad. Y no es una excusa. Déjame arreglar las cosas y prometo que cuando todo vuelve a la normalidad, yo te pago la deuda, y todos felices.

— Bueno, pues eso espero. No olvides la consecuencia que obtienes si tu dinero entra en algún juego y no a mis manos. Estaré esperando el resto de mi dinero. Con mucha paciencia esperaré.

Jueves 15. Septiembre

Aurora

Hace una semana no sabemos absolutamente nada de Olivia, su madre se siente culpable por su repentina desaparición. Dijo que ella decidió buscarla pasadas las 10 de la noche, pensando que se había quedado hablando con algún amigo.
Cuando fue al mercado, el chico de la cajera dijo que no vio a alguien con esos rasgos. Me gustaría ayudar la madre de mi mejor amiga, pero desde Canadá no puedo, no tengo forma.
No es por ser egoísta, pero no voy a arriesgar mi colegio por ella, este es un momento crucial de la vida. Aquí es donde decido yo que voy a hacer.

Olivia

No sé cuánto tiempo a pasado...
Cada que me traen la comida, siento un sabor raro en ella, después de unos minutos, todo se vuelve negro... Al despertar, descubro nuevos moretones, azotes, en todo mi cuerpo, los cuales duelen como mil demonios... El tiempo que haya pasado, se fue con mis esperanzas, si no me encontraron con la policía, ya no lo harán sin ella. Cada que despierto, me siento sucia, me siento asqueada de mi cuerpo, me aterra saber lo que hacen conmigo cuando estoy inconsciente, con tan solo imaginarlo las lágrimas bajan por mi delgado rostro.

Me están matando en vida. Me están drogando y me están violando. Ya no tengo absolutamente nada de fuerzas para luchar por mi libertad. Estoy sola en estas cuatro paredes. Estoy en cuerpo, pero mi alma me abandono desde mi secuestro.

— ¿Que tal?

★La Favorita Del Narco★ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora