★La Favorita Del Narco★

C. 29

Para simular un accidente, todos soportaron un momento entre las llamas, unos lloraban del dolor, otros hacían muecas e insultaban a la nada. Cuando por fin salen, el cuerpo de bomberos y ambulancias llegan al lugar, mientras que los paramédicos pedían mas ayuda por los radios, los hombres llenos de miedo, oraban internamente para que todo no haya sido en vano.

Los bomberos preguntan si había alguien mas, pero un paramédico respondía por ellos.

- Señor, los pacientes están en estado de shock, los testimonios de ellos no serian validos.

- No importa, mis hombres tratan de controlar el fuego, pero necesitamos saber si habían animales o mas personas para mandar el cuerpo de rescate a por ellos.

- No voy a repetirlo nuevamente, voy a llamar a un oficial para que corrobore con mis palabras.

Sin mas, el jefe de bomberos siguió con los demás, tratando de apagar el fuego.

- Tranquilo, Patrick ya viene en compañía, nadie se va a enterar de esta provocación.

Quien se imaginaria, que este grupo de hombres se saldrían con la suya, nadie vio el cuerpo de Miriam, los francotiradores no tuvieron que intervenir, ya no tendrían que preocuparse por esa mugrienta mujer.

Mientras que se recuperaban, llego un policía en busca de mas información.

- Buenas tardes caballeros, espero que mi presencia no los altere, no vengo a detener a ninguno, solo quiero hacerles unos preguntas.

- No señor oficial, no hay ningún problema, y digamos ¿Qué quiere saber? -habla Jaime

- Muy bien, Me puede dar su nombre.

- Jaime, señor.

- Muy bien, Jaime, puede decirme ¿por que solo ustedes estaban solos? hasta donde me han dicho, hay gente que trabaja ahí, o ¿me equivocó?

- No se equivoca. Pues paso, de que mis socios y yo decidimos darle el día libre a todos los empleados, solo que no tenemos ni idea de como alguien supo eso y nos hizo eso.

- ¿Y a que se dedicaban ustedes?

- Teníamos una tienda de calzado, en el primer piso estaba la tienda en si, y en los pisos del dos al cuatro estaban las fabricas, y en los dos últimos pisos, mis socios y yo lo remodelamos para vivir ahí.

- ¿Sabían de alguien que se halla podido quedar en la empresa desde su anuncio del día libre?

- Había una mujer que siempre hacia horas extra, ella siempre era de quedarse hasta tarde - respondió Carl, pero en ese momento todos se pusieron tensos y sudorosos, y el oficial de policía mas atento- Pero hasta donde yo se, ella si salió con el resto de los trabajadores. Yo había hablado con ella unos días antes, le dije que debería dejar de quedarse hasta tarde por el trabajo, tanto esfuerzo y estyres podría hacerle mal.

- ¿Me puede dar el nombre de esa mujer?

Entre ellos se miraban, y en una especie de telepatía, quedaron en que diría el nombre verdadero, al final, ¿Que tenían para perder? Porque ella ya estaba muerta, ¿Cierto?

- Se llama Miriam Parker, es una mujer extranjera. - al final volvió a responde Carl.

- Por casualidad... Por casualidad ¿Saben algún dato sobre esta mujer? no se, algo de su familia, si tiene hijos o una pareja, lo que sea. - y nuevamente los hombres volvieron a mirarse mutuamente. en ese momento, el oficial empezó a sospechar, es raro ver demasiado misterio en un par de preguntas "indefensas"

- No, señor oficial, no sabemos nada sobre su vida personal ni de seres queridos, de nada de cosas así tenemos información.

Narrador.

El oficial se despidió y salió de la sala, los señores internados creyeron que sus palabras fueron creíbles y suficientes, pero no pensaron en lo que pudieron causar aquellas miradas, esas miradas que ellos creían inocentes, abrieron campo en la mente del oficial para una sospecha.

El oficial llega a la comisaria y pide hablar con su mayor, pero lo frenaron, diciendo que el mayor tenia asuntos mas importantes que hablar con un oficial corriente. Pero una ventaja que tenia aquel oficial "corriente", su supervisor era su hermano mayor, así que lo citaría y le contaría para abrir una investigación.

Pasan los días, pero el oficial no se ha comunicado con su hermano en una semana, es como si se hubiera esfumado de la tierra, sin dejar pistas de donde se fue. Mientras estaba en la comisaria alistándose para salir a cumplir su rutina de trabajo, recibe una llamada que le derrumbo el mundo completo.

-¿Es usted familiar del señor Santiago Cifuentes?

- Si, soy su hermano, ¿Pasa algo con el? ¿Quién llama?

- Señor Cifuentes, le damos la desgracia de noticia que su hermano a fallecido. – el oficial se levanta del brinco.

- Espere, ¿Cómo es eso? ¿Como va a estar muerto? Por favor deme alguna información.

- Tiene que venir al hospital forense, aquí se le darán toda la información que tengamos sobre su muerte. Hasta luego.

- Hasta luego. – el oficial apoya sus codos sobre la mesa, y su cabeza sobre las manos, mientras que las lagrimas brotan de sus ojos.

Mentalmente Cristian, piensa en como decirle eso a sus padres, que tan delicados de salud están. En fin, ya se las ingeniara.