★La Favorita Del Narco★

C. 15

La estúpida esa no sabe con quién se está metiendo, la voy a destruir, al igual que lo haré con su madre. Me pedirán piedad y no se las daré.

Anónimo

Quiero contactar a un viejo amigo, no me presentaré, más adelante me vas a reconocer, y cuando llegue el momento, le daré paso a las formalidades. En fin, quiero... No, deseo que un viejo compañero regrese a la banda, su astucia e inteligencia nos hará muy bien para atacar contra nuestro enemigo. Pero me temo que será difícil, después de aquel error.

— Hola. Escuché por ahí, que me necesitabas para una propuesta. ¿O me equivoco?

— Vaya, vaya, mira lo que trae la marea a mis costas. Por estás si llegan los chismes volando, ¿No crees? Me sorprende que vengas, porque no pensaba llamarte. Quería, pero no lo habría hecho.

— ¿Acaso necesito invitación?

— Puede que no. Pero me sorprende tu llegada, ¿Hace cuanto dejarse de servir para el jefe?

— Es no importa ahora, quiero saber porque estoy aquí, para que me digas lo que necesitas. Tú no me vas a llamar solo porque sí.

— Astuto como siempre, veo que esa habilidad todavía la tienes. Me sorprendes.

— No me cambies el tema. Dime lo que necesitas o lo que quieres de mí.

— Quiero que te unas a mí, ¿Es mucho pedir?

— ¿Me estás jodiendo? ¿Crees que voy a ser tan estúpido para que nuevamente  me vuelvas a llevar a la ruina? Pues que crees. No. No lo haré. No sabes lo que sufrí con la perdida de mi familia. Desde ese momento no sabes el odio y el rencor que tengo contra tí. Y no sigas insistiendo, porque no volveré a caer en tus juegos. No volveré a convertirme en tu marioneta, no otra vez.

Mi querido acompañante salió del cuarto hechando chispas. Mi propuesta no le gusto. ¿Quien se resiste a una propuesta buena? Nadie, verdad. Quería ofrecerle una fortuna, pero perdió, ya perdió la oportunidad que le quería brindar. Se convirtió en el enemigo, y uno muy peligroso, sabe nuestros escondites, sabe nuestros pasos. Tenemos que ser cautelosos con los siguientes pasos.

Miriam

— Aurelio, me temo que mañana no estoy, tengo que visitar a mamá, Santi me dijo que estaba muy enferma.

— ¿Desde cuándo tú le pones atención a tu mamá? — se detiene unos segundos para verme — Está bien, de igual manera mañana tengo que cerrar unos contratos en el extranjero.

— ¿Cómo? Conny no se puede quedar sola, de pronto le pasa algo a mi niña.

— Bueno, entonces llévatela, yo no la voy a meter en mis negocios.

— Y yo no quiero que vea a su abuela en mal estado. Está bien, yo la dejaré a cargo de un grupo de guardaespaldas.

6.30am

Me organizo lo más pronto posible, tratando de hacer poco ruido, pero cuando iba de salida, me chocó con un cuerpo, y algo caliente cae en mis prendas.

— ¿Pero que demonios? — cuando la chica que cayó me ve a los ojos, instintivamente la insulto— ¿Acaso no tienes ojos? Mira mi ropa, maldita mocosa del demonio arruinarte mi prenda. Agradece que no te lo cobro o no te echo de la casa.

— ¿Y tú por qué no pones más cuidado para la próxima? Por andar de apurada, sabes Miriam. Y a propósito, tú no nos puedes echar de la casa, tu ya no eres nada ni nadie con autoridad

Maldita mocosa del mismísimo demonio. Ojala estés segura de que todo te lo voy a cobra, y muy caro. Con desgano me devuelvo a la habitación en busca de ropa nueva. Me demoro no más de diez minutos en volver a alistarme.

Horas más tarde

— Hasta que por fin te dignas a venir. Llevo esperando más de dos horas y media.

— Perdóname bombon — deposita un beso en mis labios — Hubo un pequeño inconveniente con el jefe, pero logramos solucionarlo, no te diré el problema, según tú no estás afiliada con en bando malo. Bueno bombon, lo prometido es deuda, estos son mis chicos, mis cuates, nuestros socios, ya les platique de lo que tenemos que hacer. Y en tres días tomarán el viaje a los Estados Unidos. Todo saldrá perfecto. — los observa amenazantes — Si no hacen las cosas al pie de la letra, ellos ya saben cómo terminarán. Pero hay un pequeño detalle. Le pedí ayuda a un ex compañero y se negó, él sabe muchas cosas.

— ¿Quien es? Hay que ponerlo dónde corresponde, si no quiere ser el amigo, tendrá que aguantarse lo que le pase al enemigo.

— Eso me imagino que no será problema, mandaré a un grupo de hombres en cubierto para que lo vigilen, el problema es que no sé dónde está su ubicación.

— Eso no sirve de mucho, sabía que debía contactar a alguien más astuto y brillante. No a un bruto que insinúa estupideces. Si no solucionas esto rápido, considerate despedido. No sirves para nada.

— No desprecies mi trabajo, sabes que puedo destruir tu familia en un segundo, así que ni pienses en "despedirme" o en "llamar a alguien astuto"

— Me estás amenazando.

— No, solo es un consejo.

— ¿Ahora todos están en contra de mí? Ten cuidado con lo que dices, no quieres que le pase algo a tu madre o a tu hermana menor, ¿O si?

— No serías capaz

— ¿Me estás retando? Sabes que entre más me estés subestimando, peor te va.