C. 23

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— ¿¡Por qué carajos no hacen lo que les ordenó!?— exclama la chica tirando los papeles al piso. El tono alterado y disgustado era notable en su voz.

— Por el simple hecho que no les demuestras autoridad. Quieres que hagan tus órdenes al pie de la letra, demuéstrales a ellos quien manda. Ya no eres una chica inocente y estos inútiles lo creen así, demuéstrales poder, si es necesario hiere o mata a alguno de ellos, pero lo único que importa es que ellos te tengan miedo a tí. — se acerca un poco y agarra sus hombros suavemente— Tranquila que el mal sentimiento de matar a alguien por primera vez se va con el tiempo.


Una semana después.

Estaba en mi cuarto haciendo tareas, cuando entra mi mamá abriendo la puerta bruscamente, se acerca a mi con rapidez y me jala del brazo.

— Hey — pero no atendió a mi llamado y siguió jalando de mi brazo, hasta que me suelto furiosa — A ver, ¿Se puede saber que tienes?

— Los policías le mandaron un correo al señor Aurelio, diciendo que pidieron un rescate, pero hay que pagar una gran cantidad para traerla ilesa.

Narrador

Los ojos de la inocente chica se iluminaron de esperanza, por fin una noticia positiva de Olivia al parecer.
Mientras tanto, para Olivia, la vida no la estaba tratando de las mil maravillas, seguían violando su intimidad. En su tiempo libre, su humor era aumentado con la compañía de las chicas. Una de ellas Kathrin, una chica trigueña y colombiana, ella posee un carácter muy fuerte.
La otra es Martina, una chica morena de ojos almendrados y mexicana.
La siguiente chica es Violet,  nena blanca, cuerpo delgado y pelo negro una estadounidense, la más tímida del grupo.
Por último, tenemos a Michelle, una canadiense blanca de ojos verdes y grandes, y pelo castaño.

Este grupo de 5 chicas llena una semana planeando un escape, ningúna sabe que les puede pasar están en ese lugar.
Todo es confusión, cuando les dieron su tiempo de libertad, una de las chicas no estaba. A ver queridos, la chica faltante es la que más tiempo llevaba en venta (cabe resaltar, que ellas son vendidas ilegal y secretamente. Así que son engañadas al igual que sus familias) y nadie se animaba a comprarla por su carácter, hasta que le dieron a ella la devastadora noticia que su venta a sido todo un éxito.

Michelle

— Esto es raro, Kathrin no es de las que se quedan encerradas, es muy imperativa como para decidir quedarse en esa habitación. — aclara Violet.

— A ver chicas, se nos acaba el tiempo, tenemos que avanzar con el plan hasta que Kathrin se digne a venir. —  Olivia, insistente como siempre.

— ¿Se puede saber que plan están tramando? — en ese momento todas nos tornamos pálidas de la sorpresa y miedo. — Le vuelvo a repetir, puedo saber que traman...

Entre las cuatro cruzamos miradas para saber quién responderá, pero ninguna es capaz, hasta que de sorpresa la más tímida de nosotras, Violet, contesta pero tartamudeando.

— Cla claro que si pu puede saber señor. Esto... Eh, pues pasa que... Pasa que...

— Rápido niña, no te yo todo el día, que quieren o que planean.

— Estábamos hablando de un libro... Si eso, un libro, estábamos por hacer piedra, papel o tijera para saber que libro leer las cuatro juntas, para luego comentarlo.

Mauri, no tan convencido se aleja de nosotras, como dicen "el alma nos volvió al cuerpo"  creo que no lo dejamos muy convencido que digamos.
No fue una de las mejores mentiras, pero al menos no le dijo la verdad.

Mauri

Cuando estoy a una distancia prominente entre ellas y yo, hablo a mi radio y le informo a Zed que mandé escoltas en cubierto para mantenerlas vigiladas.

¿Y Por qué estas convencido?

Deja la puta ironía, nadie se asustaría tanto cuando les pregunta de que tanto hablan, y aparte es raro que ese grupo de chicas se mantenga distanciadas del resto.

Son solo cosas de chicas hombre, déjalas. Eso a de ser una gran perdida de tiempo.

— Que te jodan, tú no sirves para nada, yo mismo escogeré a los guardias. Si no ayudas tú, hago yo las cosas por mi lado.

Kathrin

De un momento a otro recuperé la capacidad de conocimiento, pero mi equilibrio seguía siendo un asco, cuando me pasa el malestar decido ir a investigar en lugar. Estoy en tal parece, una sala de estar. Frente al sofá dónde estaba había unas escaleras, a la izquierda del mueble había un arco para pasar a otra habitación y finalmente, al lado derecho y al final del mueble, había otra entrada más.

Decido ir por las escaleras en busca de una persona o de algo que me ayude a saber dónde estoy. Cuando estaba en medio de la escalera, tras de mí sentí una mirada en mi nuca. Al voltear veo a un hombre recostado en la pared mirándome fijamente.
Sin perder demasiada cordura, no digo ni hago nada.

— ¿A dónde vas? Y ¿Quien te dió permiso de irte de aquí?

— ¿Perdón?... Mejor respóndame quien mierdas es usted y en dónde estoy. — digo alterada

El hombre sube hasta mi lugar y me da una cachetada de sorpresa y tal parece que de bienvenida. Luego y sin ninguna opción de salvarme el golpe, soy empujada por las escaleras, lastimandome toda la columna y el trasero.

— Tú no tienes ningún derecho de hablarme así, y mucho menos de irte por dónde quieras como rey por su castillo. Esta es mi casa y aquí hay normas. Así que espero la disculpa.

Adolorida y todo me trató de levantar, cuando lo ví, alce la ceja tratando de retarlo.

— Mira niña, antes de comprarte, me comentaron sobre tu pésimo comportamiento. Y veo que no era mentira, apenas llegas y te crees la dueña y jefa de todo y todos. — desciende lentamente por las escalas. — Está es mi casa, tú no eres más que una infiltrada aquí. Tienes que cumplir todos mis reclamos si no quieres conocer mi versión más mala.

— Pues que ve, usted no me da miedo viejo estúpido. — del dolor, mi rostro hace muecas raras.

★La Favorita Del Narco★ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora