★La Favorita Del Narco★

C. 7

En todo este tiempo me e dedicado a la decoración de mi dormitorio, pero, pero, pero, no e podido avanzar en nada, van dos veces que e querido descubrir nuevas tendencias de moda para el cuarto, pero adivinen quien no me deja salir; exacto, Aurelio. Dice que es peligro, que me podría pasar algo, me pueden secuestrar, violar y matar. Que exagerado.

Bajo a la cocina por un poco de chocolate, me preguntó si la mujer de Aurelio es tan mala como la describen. Según los trabajadores llegará esta noche con su hija Miss Caprichosa.

Horas más tarde

— Aurora, tenemos que bajar. La esposa del señor Parker ya llegó. — Laila me avisa, y asiento

— Mi señora, ¿Le ayudo con las maletas? — un chico corpulento se ofrece amablemente.

— Es obvio ¿No? Lo dejas en la habitación, Laila acomodara las demás prendas, en el auto hay unas cosas de mi princesita, y son muy delicada así que debes tener muchísimo cuidado o te despediré, y haré lo que sea para que nadie te  vuelva a contratar. ¿Entendido?

— Si señora.

— Espero que la mansión esté en las mismas condiciones en que las dejé, limpio.— camina hasta mí— ¿Y tú quién eres?— me mira con intriga y asco.

— Me llamo Aurora. Aurora Ángel. — dije indiferente

— Eres bonita, pero te falta más arreglo, por ejemplo más maquillaje, más busto, el buen trasero lo tienes, eres linda niña. ¿De quién eres hija?

— De Antony Ángel... Pero el señor Parker dijo que mi papá no podrá viajar todavía, el viaje de mi familia se atraso un mes. Y el señor Parker quedó en acuerdo con mis papás de yo adelantar el viaje.

— Escuché que eran pobres. ¿Es cierto?

— ¿A que se debe esa pregunta Miriam? Déjala, su familia a pasado por cosas muy difíciles.

— Cariño... ¿Por qué la defiendes? Acaso... ¿No puedo saber alguna información sobre mis empleados?

— ¿Tus empleados? Por favor, si ni siquiera eres capaz de darles su sueldo mensual. Yo me encargo de eso.

Ante ese comentario demaciado incómodo diría yo, Miriam se puso roja. Tras de ella aparece Miss Caprichosa.

— Hola papi. ¿Me extrañaste?— hace pucheros

— Claro mi princesita, ¿Cómo la pasaste en las vacaciones en Miami? Todos pueden regresar a sus actividades.

Cuando me iba a ir, Miss Caprichosa hace un mal comentaría que me enoja

— Papi, ¿Esa castaña de ahí puede ser mi sirvienta? Tiene cara de ser eso, ¿Cierto? No le veo futuro.—  me volteo rápidamente.

— Mira niña linda, o debería decir Miss Caprichosa, yo no voy a ser sirvienta de nadie. No soy mayor de edad, así que NO

Miriam me da una cachetada— A mí hija no le hablas así. Si no vas a cumplir con lo que te demos como tarea u obligación, ¡Mejor vete! Niña del demonio

— Papi ¡Quiero que la tires a la calle! Esa perra no merece estar aquí, no sabe de modales ni de como tratar a gente más poderosa que ella. Tirarla a la calle exijo.

— ¡Ya basta todos! Conny vete a tu cuarto...

— Pero Papi...

— Que te vallas dije. Ahora hablaremos jovencita. Y tú Miriam, ¿Vez como está de caprichosa? Por culpa tuya, por tu "ay Aurelio, si la princesa de la casa quiere algo, se de damos, no quiero ver a mi princesa triste, y se que tú tampoco". Me tienes harto con lo mismo.

Antes de que me vuelvan a nombrar, me dirijo corriendo a mi cuarto, adivinen la desgracia de sorpresa que recibí; la habitación de Miss Caprichosa, está al lado de la mía. Esto se va a volver muy fastidioso, ya la tranquilidad de esta casa se acabó. Entro a mi habitación para seguir construyendo ideas para mí habitación.

Pasan las horas y son las 8pm, todos a esta hora cenamos. Al abrir mi puerta, escuché a Miss Caprichosa hablar con su padre, el cual le dice que debe cambiar, porque o si no muchos se aburrirán de ese comportamiento y bla bla bla. Bajo, y Miriam está sentada.

— Tú no cenas aquí, así que vete.

— Ella a cenado desde un inicio aquí, al igual que todos los empleados, van a cambiar muchas cosas Miriam, yo soy quien manda aquí, y yo decido sobre TODO. — llama a todos los empleados

Esta cena la hicieron especialmente para las recién llegadas, y aunque yo no siempre comía comida tan extravagante, por lo menos tengo mejor gusto de gastronomía. Disque hígados encebollados, con arroz con coco, y yuca. Detesto está comida. Me iba a levantar a medio comer, pero Miriam interrumpió

— ¿No te vas a comer todo? Claro, no sabes de clase.

— Me disculparas Miriam, pero no comparto tus mismos gustos de comida, creeme que yo tengo mejores. Si no te importa me retiro, no me gusta la comida de hoy. Sin ofender Clará, es solo que no me gustó nunca. Que tengan buena noche. Con permiso.