C. 53

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Día siguiente

Es hoy, el alejamiento agonico de mi familia es el protagonista, el jet Parker espera mi presencia pero se me es casi imposible despegarme de Cooper, quien llora desconsoladamente, mis sollozos no son tan audibles, pero el sentimiento es más que obvio en todos los rostros presentes.

Cooper se aleja para darle espacio a Agatha que está hecha un mar de lágrimas, con su pañuelo limpia esos pequeños ríos que pasan por sus mejillas. Luego pasa Aurelio, busca mantener un semblante duro e indiferente, pero lo conozco y sé que, le duele como a todos los demás, solo que, quiere demostrar la dureza "propia" de él.

Nunca está mal quebrarse, es de humanos el tener sentimientos de todo tipo. Las personas como Aurelio, les cuesta asimilar emociones fuertes, desde luego, será él quien insista en ir a la isla de visita. No me extrañaría en lo más mínimo. Todos en esta casa nos hemos convertido en una familia, un conjunto de seres que, sin importar la falta de compatibilidad sanguínea, ha forjado una alianza tan irrompible, dónde todos sentimos lo que el otro vive, dónde nos esmeramos por salvaguardar al otro sin importar que suceda. Esos lazos son los más fuertes, pues, no muchos te ayudaran si te encuentras en la miseria independiente de qué aspecto. A lo que me quiero referir, es que, en las peores situaciones no se halla cualquier persona, en esos momentos te enteras quien es realmente tu amigo, pero en mi caso, me voy cuenta quienes realmente me quieres, haciendo hasta lo imposible por mi mejora. Yo haría lo mismo y más por ello, porque se merecen el cielo y de más.

Me subo al jet y entre lágrimas me siento en la silla, en esta travesía me acompaña Freyja quien es mi médica personal y se encargará de revisar que todos los exámenes y tratamientos sean realizados correctamente. Los demás se quedarán, Dominick no viene, pues, en ese centro no conocen sus habilidades, así que él quedará trabajando en mí pero desde lejos. Estoy más que nerviosa, porque desde luego, no sé con qué me voy a topar en el camino, espero y aspiro mejorarme.

[…]

Desde lejos una voz me llama y poco a poco abro los ojos, Freyja me avisa que llegamos y sale para llamar compañeros y ayuden en mi instalación en el lugar.
Es una isla hermosa, es de mañana, aproximadamente las ocho de la mañana, el sol a esta hora es rico, porque no quema y es suave. El lugar tiene la pista en dónde aterrizó el jet, varios metros más - 200 o 400 metro de separación - hay un jardín inmenso, por el camino a la recepción pasamos por un camino y al rededor hay palmas grandes que aportan un poco de sombra, la arquitectura es muy hipnotizante, no daré relato de ello, lo dejaré a su imaginación.

El lobby es inmenso de igual manera, Freyja se acerca a hablar algo y a los pocos minutos me hace señas de que la siga. Entramos al elevador y llegamos al piso más alto, el piso 62. Solo hay dos puertas a la vista y ambas están una frente a la otra en el pasillo, al final hay una maceta con una pequeña palma. Freyja abre la puerta de la derecha y me indica que siga. Vaya vaya, lo que el dinero puede conseguir, yo le conformaba con una cama, pero esto es un apartamento con todas las comodidades. A este paso me quedo a vivir aquí. Miento, ni de loca lo haré.

Me dispongo a explorar el "apartamento" y semejante belleza es digna de admirar, solo imaginen un tipo penthouse lleno de lujos y de cosas que no yo sé para qué sirven.

- Mañana a las 8.20 de la mañana vendrá un médico y te traerá la comida, luego de ello te alistaras y estarás lista para las 9, vendré yo con unos colegas más para hacer los análisis correspondientes y a mayor profundidad y así proceder al tratamiento indicado para tí. ¿Me hago entender?

- Si, todo claro.

- Ok, además, ten en cuenta que, dependiendo de los resultados, decidiremos si el tratamiento lo dividimos en dos partes o lo hacemos uno completo. Esperemos que sea la segunda opción, pues, no debería ser muy demorado.

Se despide y me deja sola, respiro profundamente, no se que hacer, no tengo acceso a internet, no tengo celular ni computador. Esperemos que al menos, dejen buenos libros, porque me volveré una momia del aburrimiento.

Del gran ventanal se observa una hermosa vista, con el mar de fondo, en el lugar reina el silencio y decido ir a acomodar mis pertenencias. Entro a la habitación y encima de la gran cama hay unos folletos.

"Actividades para evitar el aburrimiento"

El primer folleto contiene lugares con sus respectivas actividades, jardinería, gastronomía básica "aprende a preparar comida de numerosas culturas" ¿Para que voy a aprender a cocinar? Tejer, bordado, preparar cócteles, cosas que no me llaman la atención, ¿Por qué no nombrar lectura? Cosas que no llaman mi atención.

Arrojo el folleto y miro el siguiente:

"Para mejorar, debes tu alma limpiar."

Detallo por encima el contenido del folleto y nombra más a detalle, a lo que se dedica el centro. Lo arrojo a alguna parte y me tiró a la cama cono una niña chiquita, el colchón y almohadas amortiguan la caída. Vaya comodidad.

Cooper.

- Vamos Coop, no te puedes quedar ahí hasta que ella vuelva. - Agatha pasa un brazo por mis hombros.

- No quiero tía Agatha, quiero a Aurora aqui.

- Lo se pequeño, pero ella, en dónde está, también está dolida. Para nadie fue fácil despedirse, Aurelio también está dolido, todos estamos así. No puedes dejar esperando a Elena, ella está aquí desde hace media hora.

Dios mío, había olvidado que la cité. Me pongo alerta y seco mis lágrimas rápidamente, abrazo una última vez a Agatha y me voy corriendo dentro de la casa. Las distancia el bastante amplia, pero sigo corriendo hasta que mis pies duelen con el contacto. Llegó a la sala y la busco, no está. Escucho la puerta principal y me encamino velozmente hacia allá. Cuando llegó, ella ya había cerrado la puerta. Al abrirla la veo casi en el portón.

- Elena espera. - troto a su lado

Cuando estoy frente a ella, me agachó para retomar el oxígeno, me arden los pulmones y la planta de los pies. Alzo la mirada y ella me observa fijamente.

- Lo siento, había olvidado que  habíamos quedado, pero en la casa hubo tanto caos que no había nada más importante, que mi hermana en esos momentos. Lo siento.

- Tranquilo, no hace mucho Aurelio se explico eso. Decidí irme para darte tiempo. Él me dijo que estabas muy afectado, así que no quería molestarle.

- Tú nunca molestas.

Ella se agacha a mi altura y me ayuda a levantarme, nos dirigimos dentro de la casa. Me siento en el abullonado y amplio sillón. Cierro los ojos por un par de segundos, junto con respiraciones profundas para aliviar el ardor de mis pulmones. Abro los ojos y volteo, Elena me observa y me sonríe.

Su encanto es desconocido, uno no corre hasta más no poder por cualquier chica. Pero ella, ella causa emociones que nunca había sentido, me causan ganas de tenerla todo el tiempo junto a mí.

Ig: @katie.mb.301

★La Favorita Del Narco★ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora