C. 60

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Dos meses después

Narrador

La vida se complica más para unos que para otros, aquí una clara realidad: Aurelio desesperado por llegar a casa con su familia, ha estado casi por todo Europa escabullendose y protegiéndose de ser descubierto. Lo que sería un plan de una o dos semanas, paso de un momento a otro a un plan de dos meses, o más, quien sabe cuándo se presentará la oportunidad de volver. Nadie da palabra de su paradero, concordaron en que la verdad sería revelada frente a frente.

Al otro lado del continente, tenemos a Aurora, Dominick y Conny, la última tuvo que ser enviada a una clínica de rehabilitación mental, la "muerte" del ser al que más ama, su padre, la afecto más de lo que cualquiera hubiese supuesto. Amenazó con suicidarse para poder reencontrarse con él, luego, poco a poco, sus amenazas fueron cobrando vida, intento intoxicar su cuerpo con montones de medicamentos en pastilla, siguió con las drogas creadas por Bradley, como un gato sigiloso logro llegar al laboratorio y tomar muchas de las muestras que habían de la nueva droga, Aurora, Dominick y Bradley casi pierden la batalla para salvarla de la muerte. Luego de ese inconveniente acordaron el llevarla a un centro médico mental, si ella no tenía la capacidad de auto controlarse, era mejor internarla y esperar a las mejoras.

Aurora.

Corro lo más rápido que me permiten mis piernas, el recorrido se me hace eterno, choco, empujó y esquivó personas, esto debe ser un mal sueño. Una sola llamada basto para quebrantar mi alma y hacerme sentir como una buena para nada.

Llegó al lugar y veo todo llegó de sangre, un enfermero entra y me empuja para socorrer al ser que está tendido el en suelo, con una respiración y latidos, que poco a poco se van desvaneciendo.

- Es mucha hemorragia, señorita Ángel, no sabemos su pueda sobrevivir. Además, de que lleva mucho tiempo así. - habla rápidamente la doctora - Prepárense para lo peor, no podemos asegurar que llegue al hospital con vida.

- Por favor, doctora - caigo de rodillas con las piernas impactando contra el suelo, mis lágrimas toman ventaja y resbalan por mis mejillas. - Por favor, hagan todo lo que sea necesario, no importa el precio, solo háganlo, no puedo morir.

Un par de enfermeros me levantan a regañadientes y me sacan de la habitación, mientras que sacan la camilla velozmente, trato de seguirlos pero mis piernas no responden a mi cerebro y solo me quedo ahí, arrodillada nuevamente y lamentando este descuido lamentable.

Aurelio.

Ya la paciencia no me da para más, me cansé de escuchar promesas vacías. Estoy en la habitación que me destinaron, empacó la ropa de cualquier manera y la cierro un poco enojado por la dificultad que me ocasiona. Salgo al pasillo y de frente me encuentro a uno de mis grandes socios, Román Volkov.

- ¿A dónde piensas ir? - cuestiona burlón

- A casa, ¿A dónde más debería ir? - respondo crédulo.

- Si te vas nos pones a todos en riesgo, debemos actuar con cautela.

- ¡Eso me lo estás diciendo desde hace dos malditos meses! ¿Y que hay hecho? ¡Nada, ni una puta mierda! En vez de reprocharme deberías enfocarte en actuar tus supuestos magníficos planes. Alardeas y alardeas de tus ingeniosos planes, pero dime ¿Dónde está la acción? ¿Ah? Eso no existe verdad, lo que sale de tu mendiga bocota son mierdas sin vida ni sentido.

- Le bajas al tono Aurelio.

- Haz realidad tus planes, Román. Me cansé de esperanzas inexistentes, me voy y vere como llego a Canadá sin ser visto, pues, al parecer tu clan no hace más que perder el tiempo en ideas sin importancia.

★La Favorita Del Narco★ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora