-Ese mocoso me las va a pagar-dijo Hoseok de mal humor frente al refrigerador, uno totalmente vacío.
Tras cerrar la puerta del refrigerador siguió con la habitual rutina a la que se acostumbró muy rápido. Hace apenas una semana atrás comenzó a ir a la empresa de su padre, el cual lo presentó con una enorme sonrisa ante todos sus empleados como su sucesor, un deseo que ya había abandonado hace mucho tiempo y ahora de alguna u otra manera lo estaba cumpliendo, colocando a su hijo frente a toda la empresa.
Todo el asunto de su llegada fue una enorme felicidad para sus padres, aunque no fuera real, aunque se tratara de una encubierta, de todas maneras su padre parecía estar contento de al menos ver una vez a su hijo tras su escritorio en la oficina del CEO de empresas Jung.
Por otro lado Hoseok no se encontraba tan contento, no obstante forzaba una sonrisa en los pasillos del edificio y esa sonrisa se desvanecía tan pronto llegaba al escritorio de su asistente.
-¿Por qué esa cara CEO Jung?-preguntó Kener al ver a su "jefe" llegar a la oficina con un rostro mucho más serio de lo normal.
-No preguntes y tráeme un café por favor.
-No abuses de tu papel Jung.
-Eres mi secretaria, haz tu trabajo-ordenó y tan pronto como sus palabras salieron de su boca se retractó-lo siento Kener, tuve un día interesante ayer, una noche y mañana que no quiero recordar.
-Me das lástima y por eso voy a traer el café que quieres-contestó Kener suspirando y dejando a un lado el enojo que estaba a punto de subir hasta su garganta en forma de palabras nada bonitas.
Estando en la oficina frente al escritorio de su padre, Hoseok contó en su cabeza del uno al cien esperando que, de alguna manera su enojo disminuyera un poco, recordando que ese niño Par Jimin era eso, un niño que estaba jugando a ser un dolor de cabeza con el solo objetivo de hacerlo perder la cordura.
-Ten.
El sonido de la taza al ser colocada sobre el escritorio hizo enfocar la vista de Hoseok a Kener. No entendía cómo es que esa mujer lograba mantener esa sonrisa todo el tiempo.
-¿Cómo lo haces?
-Normalmente se sigue las instrucciones de la cafetera o del frasco del café, no es ninguna ciencia preparar una taza, ya que si quieres un capuchino el procedimiento es diferente, el año pasado tomé un curso de cafetería, me enseñaron a hacer cafes, frapuchinos, capuchinos y muchos pastelitos.
-No...-y por primera vez Hoseok se limitó a sonreír hasta carcajear.
-No querías saber del café-adivinó Kener.
-No.
-Debiste haberme dicho a qué te referías, no te burlas de mí-regañó Kener tomando asiento frente al escritorio al otro lado de donde estaba Hoseok.
-Siempre sonríes y siempre estás alegre y si el positivismo tuviera cara seria la tuya, quisiera saber como haces eso.
-¿De qué hablas? Eso no es verdad.
-Claro que sí.
-No estoy segura de lo que dices, solo soy normal.
-¿Me estás diciendo anormal?
-Solo un poquito.
Y mientras Kener y Hoseok sonreían por la conversación sin sentido que estaban llevando a cabo no se fijaron en un par de ojos que los estaba observando desde la puerta principal.
-Si ya dejaron de tontear estaría bien que el Presidente Jung me reciba.
Jimin al entrar a la oficina de su esposo, lo menos que esperaba encontrar era ver a su esposo tontear con su secretaria.
-¿No estabas en la universidad?
-Estaba, no tuve clases, falté a la primera hora porque mi universidad está muy lejos del cuchitril donde me tienes viviendo, así que decidí venir a visitarte, Eunha me trajo-habló Jimin sin dejar de ver a la secretaria de su esposo con dagas lanzando de sus ojos mientras avanzaba hasta estar a un lado de Jung Hoseok-salga señorita, me gustaría tener una conversación con MI ESPOSO sin tener público-ordenó Jimin con voz alta y clara con una mirada llena de desprecio.
-No le hables de esa forma a mi secretaria, ¿quién te crees que eres?
-Tu esposo, tu marido, el doncel con quien contrajiste matrimonio y no me creo eso, es lo que soy.
-El nombre de mi secretaria es Judit Kener, debes tratarla con respeto.
-Es solo una secretaria, como sea dile que se vaya-volvió a ordenar Jimin sin tomar interés a lo que dijo Hoseok-necesito hablar contigo.
-Si me disculpan-habló Kener con incomodidad tratando de retirarse de la oficina. Nunca se habría imaginado que ese chico fuera de esa manera, en la fotografía se veía muy tierno y sus primos, Min Jimin y Min Seokjin eran muy amables, pero este chico...si no fuera porque tenía que mantener la fachada de secretaria ya le habría dado una pequeña lección de respeto.
-No te vayas Kener-habló Hoseok tomando el brazo de Jimin para llevarlo hasta donde estaba Kener-vas a disculparte con ella ahora mismo-ordenó molesto a su pequeño esposo.
-No lo voy a hacer, no pienso disculparme con una simple secretaria.
-Claro que lo vas a hacer.
-Dije que no y suéltame ahora mismo.
-¿O qué?
Sin responder Jimin sonrió con malicia y luego levantó una de sus rodillas para golpear al imbécil y promiscuo de su esposo en la entrepierna, sin embargo Hoseok detuvo su rodilla con su mano libre al mismo tiempo que bajó su rostro hasta estar a su altura.
-No estoy de humor para estas escenitas Jimin, vas a disculparte con mi secretaria ahora mismo y más vale que te lleves bien con ella porque vas a ser su asistente.
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Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)
FanfictionEsta es la historia del agente especial Jung Hoseok, un hombre para nada romántico que perderá la cabeza por un doncel llamado Park Jimin, su esposo por contrato. Hoseok nunca antes se imaginó casarse y menos por un contrato de matrimonio que durar...