Tentación

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Desde la primera noche en la nueva casa los días para Hoseok se tornaron cada vez más llenos de dificultades y es que Jimin se empeñó en acercarse cada vez que podía con un aire inocente en su rostro y fingiendo que no hacía nada cuando en realidad estaba totalmente seguro lo que estaba buscando con su comportamiento

-¿Puedes dejarme tomar esto?-preguntó Jimin empujando levemente el brazo de su esposo con su pecho cuando intentaba tomar la mermelada de fresa para hacer los sandwiches que solía hacer todas las mañanas para el desayuno.

El perfume del shampoo en el cabello de Jimin se coló por las fosas nasales de Hoseok, su piel suave e hidratada por la crema de un aroma perfumada a cerezas del pequeño espacio del cuello de su camisa rozó por un segundo su antebrazo lo que provocó una corriente eléctrica en la parte que tocó por "accidente"

Si las cosas seguían como estaban la cordura de Hoseok estaba a punto de irse por el caño muy lejos de su cabeza. Y no es que Jimin usara ropa provocativa, prácticamente se cubría muy bien, sin embargo su mirada, su aroma y con sus discretos movimientos lo estaba volviendo loco.

-No olvides tu refrigerio, está en la mesa del comedor.

-Hoy quiero ir a comer contigo a tu oficina.

-Voy a estar ocupado, lo siento.

-Ok, entonces te veo en la cena-dijo Jimin para tomar asiento en una de las sillas frente a la mesa del desayuno c.

En medio de su desayuno un sonido estridente en el exterior de la casa hizo salir a Hoseok al patio trasero siendo seguido por Jimin.

-No salgas-susurró Hoseok deteniendo a Jimin en la puerta.

-No voy a dejarte solo.

-¿Y si alguien entró en el jardín?

-Pero no quiero que vayas solo.

Mientras ambos discutían sobre qué hacer el fuerte sonido volvió, sin embargo esta vez una de las macetas cerca de la entrada cayó al suelo asustando a Jimin.

-¡Ahhh...!-gritó Jimin aferrándose al brazo de su esposo con ambas manos-¡¿qué es eso?!

-No lo sé-respondió Hoseok intentando no emitir el grito atorado en su garganta mientras se acercaba a la maceta lentamente.

-¡Ahhh...!-gritaron ambos cuando una bola de pelo llena de tierra, hojas y pétalos de flores salía de un salto-¡¿qué es eso?!¡Atrápalo!¡¿qué es eso?!-gritaron al unísono creando un alboroto en la entrada trasera.

-¡No voy a tocar eso!-alzó la voz Hoseok soltándose del agarre de Jimin para alejarse dejando a Jimin frente a la maceta.

Al ser un agente especial Hoseok debía estar acostumbrado a eventos inesperado, sin embargo habían algunas cosas las cuales no podía soportar y a más de los fantasmas no le gustaban los bichos, no los podía ni ver, en especial ratas, las odiaba.

-¡Se supone que eres el esposo aquí!-gritó Jimin sin querer acercarse al desastre que era la bola de pelos que desde que saltó no se movió-Yo...yo no quiero tocar eso.

-Solo muévelo con una rama, ten-dijo Hoseok pasando a Jimin una rama que no estaba seguro de donde fue que la tomó.

Jimin inseguro dio un paso al frente para tocar la bola peluda con la rama y cuando lo hizo un maullido lo asustó por un segundo para luego asombrarse. No había sido un animal desagradable, era un gato, un pequeño gatito asustado y algo desnutrido.

-Es un gatito-dijo agachándose para tomarlo entre sus manos con delicadeza para luego alzarlo para mostrarlo a su esposo, el que no estaba para nada contento.

-Miau, miau...-maulló el gatito asustado.

-Pobrecito, de seguro tiene miedo y hambre-opinó Jimin caminando al interior de la casa.

-No vas a meter a ese gato a la casa-habló Hoseok siguiendo a Jimin con un rostro indescifrable pero con voz tajante.

-Pero no podemos dejarlo afuera, miralo, está tan flaquito el pobre.

-No, no, no, Jimin no vas a ganar esta vez, no quiero un gato aquí.

-¿Por qué no? Esta muy lindo.

-Sí, son lindos hasta que deciden qué te ves flaco y traen una lagartija o un ratón a tu cama-y ahí es donde reside el miedo a las ratas de Hoseok y el desprecio hacia los gatos. No era algo agradable despertar con una rata cerca del rostro un domingo en la mañana.

-No quiero a esa máquina de cazar ratas dentro de casa.

-Pero yo lo voy a cuidar, lo voy a alimentar bien y le compraré lo que necesita.

-Jimin...-advirtió Hoseok.

-No esta vez Señor Jung, con Sana tenías razón no estamos listos para criar a una niña y entonces dijiste que ella no era una mascota y estabas en lo correcto pero este gato si es una mascota y yo quiero cuidarlo, ¿no te da pena? Miralo esta tan delgadito y pobre está temblando y debe de tener hambre...¿a ti te gustaría que te dejaran abandonado con hambre y frío?-preguntó Jimin abrazando al gato contra su pecho decidido a no dejarlo afuera.

-Solo este día, mañana lo vas a dejar a un refugio o algo así-aceptó Hoseok sabiendo que tal vez no solo sería ese día.

-Pero mira lo hora Señor Jung, ya debes irte...se te hace tarde-habló Jimin rápidamente empujando a su esposo con un hombro a la salida principal sin dejar al gato en ningún momento.

-Pero debo dejarte en la universidad.

-No te preocupes por mí, yo voy solo-respondió Jimin observando a su esposo con ojos brillantes cuando al fin logró sacarlo de casa.

-Por favor no hagas travesuras-pidió Hoseok suspirando-portate bien o...

-¿O que?¿me vas a castigar?

Y con esa pregunta Jimin ahuyentó a Hoseok más rápido de lo que esperó sin darse cuenta de lo que provocó en el hombre.

Por su parte Hoseok tuvo que salir huyendo de ese lugar lo más pronto que pudo o ese chico vería la erección en su entrepierna. ¿Por qué demonios escuchó a Kener decir tonterías de Daddy y baby? Ahora la idea estaba más viva en su mente de lo que quería pensar y no estaba seguro de cuánto aguantaría.

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora