Beso forzoso

713 110 27
                                    

El timbre de la puerta despertó a Jimin de su siesta y al bajar las escaleras con sus pies pesados observó a Eunwoo al otro lado de la puerta con un rostro indescifrable y con un atuendo muy diferente a las camisas y pantalones de mezclilla que solía usar.

Envuelto en un traje de diseñador Eunwoo entregó en las manos de Jimin documentos en un sobre de manila.

-¿Y esto?-preguntó Jimin aún adormilado con la sensación de náuseas que no se iban desde el almuerzo en casa de su primo.

-Algo que debes saber, no puedo seguir viendo cómo vives de esta manera.

-¿De qué habas?

-Solo mira los documentos y sabrás de lo que hablo.

-Sabes que no me gusta que me hablen con rodeos-suspiró Jimin sin ánimos de averiguar misterios, luego fue a un mueble cercano a la puerta y dejó el sobre dentro de un cajón-si quieres decirme algo mas vale que me lo digas ahora.

-Yo en verdad quiero hacerlo pero...

-¿Pero? Si viniste hasta aquí es porque es algo importante-suspiró Jimin cansado-di lo que tengas que decir o vete.

-¿Algo te sucedió?¿qué es?

-No es nada, nos vemos otro día Eunwoo, quiero dormir-luego Jimin intentó cerrar la puerta pero la mano de su amigo se lo impidió-¿pero qué es lo que te pasa?

-No vas a decir que no te pasa nada cuando te ves tan mal.

-¡Te dije que no me pasa nada!-gritó Jimin totalmente enojado.

-Si Jimin dice que no le pasa nada es porque es de esa forma-entonces la voz de Hoseok proviniendo de la espalda de Eunwoo lo detuvo de emitir una sola palabra-me parece que la visita del Señor Cha debe terminar aquí.

-Si quieren seguir hablando no hay problema-dijo aburrido Jimin alejándose de la puerta de entrada para subir nuevamente a su habitación.

Una vez solos Eunwoo enfrentó a Hoseok con una mirada desafiante y llena de resentimiento.

-Déjalo ir-dijo sin rodeos-para ti esto fue un juego desde el inicio y no te importa usar a Jimin para tu beneficio y aunque lo tienes aquí vas por ahí persiguiendo con quien pasar el tiempo...seguramente estás acostumbrado a eso en tu empleo, ¿no?¿Agente Jung?

Hoseok no respondió sin embargo tomó del cuello a Eunwoo para sacarlo de la entrada de la casa y lo llevó al jardín lateral.

-Más vale que no te metas en esto niño-advirtió seriamente-no tienes idea de lo que está pasando y cuántas vidas pueden arruinarse si no mantienes la boca cerrada.

-¿Acaso crees que me importa un poco todas esas vidas? El único que me importa es Jimin y no voy a dejar que lo trates como un muñeco, si vas a acercarte a su padre usa otro método que no sea usar a Jimin y mucho menos jugar con sus sentimientos.

-Podrías ir preso si sigues de entrometido.

-¿Es una amenaza?

-Solo se necesita implantar algunas pruebas en tu contra para sacarte del camino, no me presiones.

-Inténtalo Agente Jung-dijo Eunwoo quitando las manos de Hoseok de su cuello para caminar lejos.

-¿Por qué no lo hiciste? Tuviste la oportunidad de decirle todo a Jimin hace un momento.

-Está enamorado de ti, no importa lo que diga no va a creerme, le di pruebas de tu pequeño y sucio secreto y aun así no les prestó suficiente atención. En algún momento se va a dar cuenta por sí mismo y cuando eso pase ahí estaré...como siempre.

Luego de esa pequeña discusión, Hoseok entró a casa encontrándose con Mochi en la sala tomando una siesta en la alfombra con el sol de la tarde entrando por la ventana, pasó de largo percibiendo un ligero dolor en la cabeza que se estaba extendiendo lentamente hasta su frente y ojos.

No entendía cómo es que ese chico descubrió su identidad, pero una cosa era seguro, no debía dejarlo a solas con Jimin. Aún no sabía si podía confiar totalmente en él y no podía arriesgar todo lo que pasó hasta hoy por ser apresurado. Si le contaba la verdad a Jimin y este se lo contaba a su padre o le reclamaba algo, todo iba a acabar en ese instante y el trabajo de meses se iría directo a la basura, sin contar con que pondría sobre aviso a todos los involucrados en el casos de chantaje y extorsión sexual.

Al llegar a la habitación Hoseok encontró la puerta cerrada, Jimin nunca la cerraba. Tocó la puerta un par de veces antes de entrar y cuando lo hizo halló todo en penumbra, las cortinas estaban cerradas y todas las lámparas estaban apagadas, solo un pequeño halo de luz entraba por el espacio entre cortina y cortina.

Definitivamente el encuentro que tuvo Jimin con el Decano Lee le había provocado algo, desde que vio a ese hombre lo notó inquieto, temeroso y luego se escudo nuevamente en esa fachada de niño mimado y caprichoso que usaba como armadura.

-¿Jimin?-movió Hoseok uno de sus hombros despacio-¿te sientes enfermo?¿quieres hablar?

-Tengo sueño-respondió Jimin alejándose de Hoseok-déjame dormir.

-Esta bien, tengo que salir nuevamente, ya vuelvo.

-Mmm...

-¿Quieres algo especial de comer?¿te traigo algo?

-No tengo hambre.

Hoseok no quería presionar más a Jimin por lo que se fue por ese momento, tenía algo importante que hacer. Había concertado una cita con los dos donceles que conoció en esa asquerosa reunión. Si las cosas salían como quería podría conseguir que esos dos donceles le sirvan como testigos en el futuro.

-Nos vemos luego, descansa.

Jimin esperó a que su esposo saliera de la habitación para levantarse de un salto.

Desde que el almuerzo terminó no pudo sacar de su cabeza aquellas miradas que se daban el decano y su esposo, si estaba pasando lo que creía...debía averiguarlo por sus propios medios y si era verdad, quería, necesitaba verlo con sus propios ojos.

Si su esposo hacía las mismas cosas que su padre y los hombres a su alrededor no quería vendarse los ojos y negarse a ver la verdad frente a él. Ya había vivido de esa manera con su familia y con su padre, fingir todo el tiempo que nada pasaba alrededor de su madre todo el tiempo. Ese hombre al que llamaba padre lo vendía y luego debía fingir que nada pasaba frente a todos como si fuera una marioneta que solo sonríe y va a donde le dicen.

Su padre fue amoroso hasta que cumplió cierta edad, cuando fue un adolescente los amigos de su padre empezaron a fijarse en él y le decían lo lindo que era todo el tiempo y él como un idiota ingenuo simplemente aceptó sus cumplidos, pero luego esos cumplidos se tornaron incómodos y su padre no dijo nada e incluso lo llevó a fiestas nocturnas diciendo mentiras a su madre y ahí dentro, lo obligó a servir licor, sentarse en las piernas de esos hombres que lo vieron crecer e incluso su primer beso fue con ese asqueroso Decano Lee, solo en ese momento decidió revelarse y no salió de su habitación aunque su padre intentara derribar la puerta y fue cuando empezaron las citas para comprometerlo.

Fuera del hotel donde su esposo entró Jimin esperó pacientemente hasta ver a dos donceles bajar de una furgoneta con gorras y cubrebocas, entraron al hotel acompañados de un hombre más y solo cuando ese hombre salió nuevamente para entrar a la furgoneta, Jimin entró al hotel.

-Necesito que me de el número de habitación a la que subieron los dos donceles que vinieron hace un momento-pidió Jimin sin rodeos.

-Lo siento que esa información no se la puedo dar.

-Yo creo que sí-dijo Jimin extendiendo sobre el escritorio un fajo de billetes discretamente-¿el número?

-Habitación 208 piso 12.

-Gracias.

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora