Réplica

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-Voy a estar lo más alejado de las pruebas de ahora en adelante-dijo Hoseok al levantar la cabeza de su escritorio.

-¿Estás preocupado que tu relación con Jimin pueda salir a la luz durante los juicios?

-Debo mantener mi relación con Jimin oculta lo más que pueda, si alguien se llega a enterar, todo va a ser desestimado, cualquier prueba que haya pasado por mis manos no van a servir, por eso tú vas a tener que encargarte de todo ahora.

-Por mi está bien y desde ahora yo no sé nada, yo no vi nada, pero hay algo que me preocupa. ¿Cuándo se lo vas a decir a Jimin?

-No lo sé, quiero hacerlo ahora pero no sé cómo va a reaccionar, tal vez vaya a reclamarle a su padre.

-Lo conoces lo suficiente como para saber como va ser su reacción.

-Estoy completamente seguro de que va a ir con su padre a golpearlo o al menos lo va a enfrentar. No es alguien que piense antes de actuar.

-Deberías confiar más en él, tal vez no haga eso.

-No voy a poner en riesgo todo lo que hemos hecho hasta ahora.

-¿Y si pierdes a Jimin por esto?

-Hablaré con él el día en que se emitan las órdenes de arresto y de cateo para las casas de todos los involucrados.

Lo que menos quiere Hoseok es perder a Jimin, sabe que cuando le cuente todo va a odiarlo, se va a enojar muchísimo, sin embargo está dispuesto a hacer lo que sea para pedir su perdón. Le dirá que sus sentimientos son reales, que en verdad lo quiere, que está enamorado de él, también le dará un anillo y le va a pedir matrimonio de verdad. Seguramente lo va a rechazar, pero no importa, lo va a perseguir hasta que lo acepte.

Los días antes del cumpleaños de la madre de Hoseok fueron una locura total, tanto que Hoseok no paró en casa ni para dormir y es que el caso estaba a punto de culminar.

Durante semanas atras Kener y Hoseok fueron a cientos de reuniones de negocios en los que al final de las negociaciones terminaban en una celebración donde algunos jóvenes tanto hombres como donceles y mujeres iban a entretener a todos los empresarios y mientras todos se divertían, Hoseok vigilaba que nadie se percate de la presencia de Kener mientras recolecta los nombres registrados en los hoteles e incluso toma los nombres de las víctimas que están dentro de ese lugar para luego interpretarlas y hacer tratos con ellas.

Lo último que faltaba eran los videos originales que mantenía el Señor Park y para hacer el operativo debía saber que aquellos videos se encontraban en su propiedad y en su poder para lo cual usó a Jimin el viernes por la noche.

Hoseok le pidió a Jimin que fueran a visitar a sus padres esa noche y Jimin aceptó, de mala gana pero lo llevó a casa de sus padres para la cena.

El Señor Park y su esposa estuvieron felices de recibirlos en su casa, les ofrecieron una exquisita cena y mientras Jimin mantenía una ligera conversación con su madre, el Señor Park llevó a Hoseok a su despacho.

-¿Cómo te está yendo en la universidad?-preguntó la madre de Jimin con una sonrisa y con un tono completamente superficial, como si hiciera esa pregunta por cortesía.

-Bien, am...voy al baño-se excusó Jimin poniéndose de pie y al ver que su madre tomó su celular para llamar a una de sus amigas fue al despacho de su padre caminando despacio.

Esa tarde la petición de su esposo lo tomó por sorpresa. No había puesto un pie en casa durante algunos días de esa semana y cuando lo hizo pidió ir a casa de sus padres. Jimin no quería hacerlo pero una idea pasó por su cabeza.

Tras aquella noche en la que tuvieron intimidad, en verdad pensó que al menos con el sexo podría mantener a su esposo en casa, que equivocado estaba al pensar eso. Por ello se decidió a dejar todo atrás, pero lo haría sin remordimientos y para hacerlo necesitaba abrirse los ojos por completo, sobre todo necesitaba hacerle entender a su corazón que el hombre del que se había enamorado no era nada más que una fachada.

Jimin se acercó a la puerta del despacho de su padre y estando ahí escuchó una parte de la conversación que estaban teniendo.

Su padre decía algo de unos videos y de que Hoseok no debía preocuparse por nada, mucho menos por que su reputación se vea envuelta en escándalos por los juguetes que estaba usando, porque los tenía bien sujetos con algunos videos que él mismo se encargó de recolectar.

Jimin no entendía mucho de lo que hablaba su padre pero entendió lo suficiente como para saber que a Hoseok le preocupaba que los donceles o mujeres con los que se metía pudieran revelar su relación extramarital. Seguramente su padre debía tener algo con qué chantajear a esas personas, algo que siempre hacía con todo y con todos.

Sin querer escuchar más Jimin se alejó y fue a su antigua habitación, dentro de ella observó su antigua cama, su armario vacío y recordó la soledad de su infancia y adolescencia y lo mucho que hizo para que su padre o su madre le pusieran un poco de atención, ahora no entendía porqué estaba tan desesperado por obtener la atención de esas personas tan terribles.

Jimin se quedó por mucho tiempo en su habitación hasta despedirse por completo del lugar donde creció.

En esas noches en las que Jung lo dejó solo, en la fría cama durmiendo con Mochi, entendió que no importaba lo mucho que hiciera, él no iba a quedarse solo con él y que engañarse a sí mismo lo iba a terminar destruyendo hasta convertirse en un ser humano superficial, el cual simplemente le importa el dinero que su esposo le puede dar sin importarle lo que haga fuera de casa.

Tal vez eso le había pasado a su madre, eso fue lo que pensó al bajar las escaleras. Al observar a su madre hablando por teléfono, acariciando un anillo de diamantes y diciendo lo emocionada que estaba por ir de vacaciones a París el próximo mes, lo entendió por completo.

No quería esta vida, mucho menos iba a traer a un niño a vivir algo como esto. Estaba aterrado de la posibilidad de convertirse en alguien que lastime a su hijo, por repetir su vida en su hijo.

-Es hora de irnos-la voz de Jung a su espalda hizo que en Jimin recorra una sensación desagradable desde sus pies hasta su cabeza.

Al voltear de sus labios estuvo a punto de salir las palabras divorcio, sin embargo sonrió y decidió esperar un poco más, no podía precipitarse de esa forma, no aún. Faltaba al menos un mes para terminar la universidad, todos los gastos para su próxima graduación y exámenes finales se lo iba a pedir a Eunha, luego se los pagaría.

Durante este mes que quedaba se iba a desvivir por hacer que su presencia en la casa de Jung fuera indispensable. Si quería hacerlo caer desde algún punto, más vale que sea desde el punto más alto y que mejor haciéndole creer que lo ama infinitamente, hacer que su presencia sea indispensable para luego irse de la nada, sin explicaciones y dejándolo con miles de pensamientos por los cuales lo abandonó.

-Sí, es hora de irnos-dijo Jimin sonriendo para luego despedirse de sus padres pensando en qué es lo que haría Jung con sus padres cuando de repente lo abandone, seguramente iba a retirar su inversión dejando a sus padres en serios problemas económicos.

-Mañana es el cumpleaños de mi madre-informó Hoseok de camino a casa-me gustaría que fuéramos juntos.

-Esta bien, vamos juntos-respondió Jimin acariciando el rostro de Jung con sus dedos.

-¿Por qué hiciste eso?

-Te ves muy bien hoy, eso es todo.

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora