-¿Qué hacía ese hombre aquí?-rió amargamente Hoseok al entrar a su departamento frente a su adorable esposo, quien mantenía un rostro inocente frente a su pregunta.
-Me estaba ayudando.
-Ayudando-dijo burlonamente observando la cena pulcramente puesta sobre la mesa con desprecio.
-Yo no puedo cocinar, Eunwoo vino a ayudarme a hacer esto para ti, prometo hacerlo solo la próxima vez-respondió Jimin entusiasmado, buscando el momento para tocar el tema del beso que le dio a Eunwoo.
-Me parece gracioso-dijo Hoseok caminando directamente a la mesa del comedor sujetando uno de los platos en el aire para observar con atención el contenido-dices muchas cosas y te proclamas como un doncel decente en todo momento y no eres más que alguien que no tiene idea de lo que quiere y pretendes arrastrarme a tu jueguito.
-Acepto que no fui bueno en todo este tiempo y me disculpo por eso, prometo mejorar-dijo Jimin rápidamente.
-Vuelves a eso...¿por cuánto tiempo va a durar lo que dices?-interrogó Hoseok volteando el contenido del plato al suelo-seguramente lo que duró esta comida en caer.
Atónito Jimin observó a Hoseok tirar todo su esfuerzo en el piso. Eunwoo le dijo que hacer y también fue muy cauteloso en ayudar pero la mayoría lo hizo él mismo, por primera vez se esmeró en hacer algo por alguien más y este hombre no lo aceptó y lo tiró.
-Voy a esforzarme esta vez-respondió intentando no iniciar una pelea que seguramente iba a durar toda la noche hasta el día siguiente, si él no hacía un esfuerzo, nadie más lo iba a hacer.
-Haz lo que quieras, solo no causes más problemas-fue la respuesta de Hoseok para luego dirigirse a la habitación-y una última petición, no quiero volver a ver a ese tipo aquí.
En verdad Hoseok estaba conteniendo todo su mal humor y su voz para no gritar, en no explotar y sacar a patadas a este muchacho que no le bastó con besar a otro joven frente a todos sus empleados, si no que, también se atrevió a traerlo al departamento. Sintió que fue demasiado duro con Jimin, sin embargo no pudo controlar su comportamiento lo suficiente como para no hacer nada y no decir lo que dijo.
Una vez Hoseok estuvo dentro de la habitación con las puertas cerradas, Jimin contuvo todo lo que tenía que decir dentro de su boca y se propuso a limpiar el suelo. En este diminuto lugar no había nadie encargado de la limpieza y si dejaba el comedor hecho un desastre, se iba a quedar así.
Tomó el trapeador y lo pasó por el suelo una y otra vez, tuvo que recoger las partes sólidas de la comida con las manos y volvió a pasar el trapeador nuevamente, hizo eso por un par de veces hasta que dejó todo lo más limpio que pudo, luego tiró la demás comida a la basura y fue a dormir, esperando que el día siguiente fuera mejor.
Cuando despertó ya era demasiado tarde, su esposo ya se había ido y él llegaba nuevamente tarde a la universidad, pero no todo fue tiempo perdido, al menos pudo ir a visitar a su primo Jin, quien le prometió un trabajo de medio tiempo como modelo de ropa casual, tendría que r los fines de semana a tomarse fotografías y con eso obtendría un sueldo para mantenerse medianamente bien, no tanto como estaba acostumbrado pero le servía por el momento.
Al no tener un solo centavo para subsistir esa semana tuvo que molestar a Eunha para que lo llevara a todas partes, ella dijo que no le molestaba, pero a Jimin sí. En cuanto tuviera un poco de dinero podría al menos tomar el transporte público para movilizarse.
Cuando llegó la noche, Jimin tuvo deseos de caminar hasta el departamento, ya no quería tener a Eunha hasta tan tarde por ello decidió dirigirse por la calle principal hasta llegar a la oficina de su esposo, Jung Hoseok.
No estaba seguro de si hacía bien en ir a verlo, tal vez estaba haciendo mal. Estando frente al edificio permaneció de pie durante mucho tiempo hasta que algunos empleados comenzaron a salir y a cuchichear entre ellos apenas lo vieron.
Dijeron cosas muy desagradables.
-Es un descarado, venir luego de lo que hizo ayer-dijo una mujer a otra en voz baja, pero no tan baja como para no ser escuchada y la otra le respondió con un codazo para que dejara de hablar.
-¿Vendrá a hacer otro espectáculo?-preguntó otro empleado a su compañero-ayer pensé que el Presidente Jung iba a arrancarle la cabeza a su esposo y a su amante.
-De seguro lo echó de casa y viene a suplicar.
Las voces empezaron a ser más fuertes y con intenciones de que escuchara todo lo que decían. Jimin ya estaba acostumbrado a que hablaran de él todo el tiempo, sin embargo eso no quería decir que tenía que aguantar las habladurías por lo que aguantando todo lo que tenía que decir se fue de ese lugar.
Al llegar a una calle donde habían numerosos restaurantes, quiso entrar en uno a comer algo, cuando recordó que no tenía un centavo en su bolsillo. Resignado decidió que era hora de irse a casa, tenía que caminar un largo tramo hasta llegar pero no importaba, de todas maneras no era como si tuviera que llegar pronto o como si alguien lo estuviera esperando al volver.
Jimin pensó en cómo sobrevivir hasta el fin de semana mientras caminaba y todo pensamiento que tenía en la cabeza desapareció al ver a su esposo dentro de un restaurante con su secretaria comiendo de lo más alegre.
-Entonces por eso llegas a casa sin apetito-dijo en voz alta para sí mismo.
Al no querer ver más a su esposo siendo amable con su secretaria a través de la ventana cual mendigo, caminó lejos de ese lugar hasta llegar a una calle colorida, donde habían muchas cafeterías con mesas y sillas en el exterior. Era un lugar muy alegre y divertido, muchas personas caminaban por todas partes comprando comida callejera y artículos interesantes que vendían en pequeños puestos.
Jimin caminó por toda esa calle observando todo a su alrededor hasta que llegó a una pequeña área verde, donde varios árboles y banquetas estaban iluminadas por faroles de colores.
Estando bajo un árbol sentado en una banqueta, Jimin pensó seriamente en lo que vio en ese restaurante. Su esposo no es que estuviera haciendo algo malo, solo estaba comiendo con su secretaria, no estaban demasiado juntos, pero estaba sonriendo muy alegre.
-¿Por qué te casaste conmigo?-preguntó confundido como si su esposo pudiera escucharlo-parece que te gusta esa tal Judith Kener, debiste haberte casado con ella-suspiró levantando su cabeza hasta tener a la vista las ramas del árbol encima de su cabeza.
Luego de permanecer un momento observando aquel árbol siendo iluminado por una luz rosa, el llanto de un niño lo distrajo de sus múltiples pensamientos, unos que juró nunca tener. Como justificaciones para permanecer casado, y también la creencia de que si se portaba bien podría enamorar a su esposo que, a claras vistas estaba ya enamorado de alguien más.
Al buscar de dónde provenía aquel llanto, Jimin observó a un niño de unos 5 o 6 años caminando por los alrededores buscando a alguien.
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Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)
FanfictionEsta es la historia del agente especial Jung Hoseok, un hombre para nada romántico que perderá la cabeza por un doncel llamado Park Jimin, su esposo por contrato. Hoseok nunca antes se imaginó casarse y menos por un contrato de matrimonio que durar...