Perfume

596 102 23
                                    

Jimin entró a su casa totalmente cansado y cuando pasó por la sala se sorprendió al ver a Jung en el sofá con su celular en la mano, el cual guardó inmediatamente cuando lo vio entrar.

Jimin quiso gritar y preguntar con cual de sus amantes estaba en contacto, sin embargo lo que dijo fue muy diferente.

-Creí que no estarías en casa.

-He estado tan ocupado estas últimas noches que no te he visto mucho, te extrañe demasiado-respondió Jung caminando en su dirección para abrazarlo.

-Voy a cambiar mi ropa-Jimin se separó del abrazo para subir las escaleras notando que la ama de llaves no estaba por ninguna parte y Mochi tampoco estaba.

Normalmente Mochi duerme profundamente en alguna parte alta o bajo los muebles por lo que no le tomó demasiada atención. Estando frente al armario empezó a quitarse la chaqueta, la camisa y cuando desabrochó sus pantalones alzó la vista para encontrar a Jung observando en su dirección desde la puerta de la habitación.

-Voy a terminar de cambiarme pronto-dijo Jimin para luego tomar una camisa de algodón del armario para colocarla, tapando su pecho desnudo tan rápido como pudo.

-Te extraño-dijo Jung caminando hasta donde está Jimin para sujetar sus manos que intentan bajar la tela de la camisa blanca por su pecho.

Jimin puede sentir los labios de Jung en su cuello, sus manos acariciando la piel de su pecho y por más que quiere alejarlo con una tonta excusa no puede evitar dejarse llevar por su calidez, por sus labios y por ese gentil toque en su piel.

¿Cómo es que una persona como él puede ser de esta forma? Tan gentil, sus labios lo besan suavemente mientras susurra lo lindo que es y lo mucho que lo extraña. Sus manos levantan la tela de su camisa hasta quitarla por completo, luego bajan lentamente hasta quitar sus pantalones, voltea su cuerpo y lo besa en los labios.

Jimin lo abraza desesperado, queriendo pensar en que este hombre es el verdadero, que esta parte de él es el hombre que ama y que también lo ama, que sus besos mentirosos son solo suyos, al menos por esa noche.

Hoseok por su parte explora aquella boca tan dulce, acaricia esa piel delicada, suave y tersa con sus manos y cuando sus besos pasan por el mentón de Jimin siente un ligero sabor salado y una humedad que definitivamente no estaba y al mirar a Jimin nota que está llorando. Sabía que no había tenido tiempo por apresurar su trabajo y ayudar a Kener a obtener las pruebas suficientes para terminar con el caso lo más pronto que puede pero no se imaginó que su ausencia había sido tan larga que hizo a Jimin llorar cuando tuvieron intimidad luego de tanto tiempo.

-¿Me extrañaste tanto?-preguntó limpiando las lágrimas de Jimin con sus manos-lo siento tanto, prometo no dejarte demasiado tiempo solo en el futuro.

-Te amo-susurró Jimin besando a Jung sin parar de llorar queriendo decir mucho más, que no se vaya durante las noches, que no lo deje por nadie más, que no vea a nadie más que a él. Sobre todo quería pedir, incluso suplicar si era necesario que desaparezca esa parte de él infiel y mentiroso que lo lastima tanto.

-Jimin-suspiró Hoseok recibiendo aquel beso casi desesperado de Jimin, tomó su cuerpo y fue a la cama, lo recostó y besó cada parte de él tiernamente mientras bajo su cuerpo Jimin emitía ligeros gemidos que intentaba cubrir con sus manos.

Esa noche Jimin quiso probar a Jung que él era mejor que esos donceles a los que veía a escondidas, por ello se decidió a hacer lo que nunca antes hizo y en un momento empujó a Jung hasta tenerlo bajo su cuerpo, bajó lentamente, desabrochó su cinturón y bajó lentamente el cierre observando en todo momento a Jung.

-¿Qué haces?-preguntó Hoseok con voz ronca.

-Quiero hacerte sentir bien-respondió Jimin sacando la erección de Jung, la tomó con una de sus manos y colocó sus labios en la punta, sacó la lengua y la pasó por toda la punta, bajó lentamente y subió nuevamente, después abrió la boca todo lo que pudo y metió la erección a su boca. Era tan grande que apenas le cabía pero Jimin siguió introduciendo toda la extensión hasta que no pudo más y luego la sacó nuevamente, succionando y moviendo la lengua de vez en cuando, repitió ese movimiento mientras sus manos acariciaban la extensión que no entraba en su boca.

Jimin podía escuchar la respiración irregular de Jung, luego sintió una de sus manos acariciando su cabello y sus caderas empezaron a moverse hacia arriba. Jung lo detuvo y cuando Jimin observó los ojos de Jung estaban encendidos como dos llamas.

Jung tomó el cuerpo de Jimin, besó su boca, lo puso bajo su cuerpo, introdujo sus dedos en su interior y cuando estuvo listo para recibirlo, lo penetró una y otra vez, sin dejar de besar a Jimin en su boca, en su cuello, jugó con sus pezones hasta que ambos llegaron al clímax.

Luego de su encuentro Jimin quedó soñoliento, por lo que Hoseok lo llevó al baño, lo lavó por todas partes, le colocó su pijama y luego lo recostó en la cama, cubrió su cuerpo con mantas limpias y lo dejó dormir.

Hoseok notó a Jimin muy alejado últimamente, parecía ser como siempre, pero había algo en él diferente, aceptaba sus caricias, sus besos pero a veces lo alejaba inconscientemente. Hoseok le preguntaba que es lo que pasaba, si algo le había sucedido pero la respuesta era la de siempre. No pasa nada, todo el tiempo decía lo mismo.

Esta noche, cuando Jimin dijo ese adorable te amo, Hoseok quiso responder que también lo amaba, como un demente, que había perdido la cabeza por completo, pero aún no era el momento, aún no.

-Te amo-dijo Hoseok a Jimin que estaba durmiendo profundamente, luego besó su frente y por esa noche abrazó su cuerpo hasta el día siguiente. No quiso saber del trabajo por algunas horas, solo quiso centrarse en Jimin, en abrazar su cuerpo delicado y despertar al día siguiente oliendo el perfume de su cabello y piel.

Hoseok despertó al día siguiente junto a Jimin quien lo estaba abrazando fuertemente, acurrucado en su pecho tan lindo que no quiso despertarlo.

Esa mañana Hoseok llegó tarde a su oficina donde ya lo estaba esperando el Inspector Mok, el hombre a cargo del caso.

-El asunto con el amigo de Park Jimin está resuelto, no va a decir nada, espero no tener más problemas como este en el futuro, no ahora que estamos en la recta final. No creí que se ganara tan fácilmente la confianza del Señor Park.

-Es un hombre fácil de tratar. Respecto a lo de Cha Eunwoo, le prometo que no volverá a pasar, fui descuidado.

-Eso espero-dijo el Inspector Mok saliendo de la oficina-supe que se acerca el cumpleaños de su madre, lo veré en su fiesta este fin de semana.

-Estaremos felices de recibirlo Inspector.

Luego de la visita del Inspector Mok, la llamada de su madre cambió su humor más de lo que ya lo hizo el Inspector.

-¿Te llegó la invitación de mi cumpleaños?-preguntó su madre al teléfono.

-Si madre, estaremos ahí.

-¿Estaremos quienes?

-Mi esposo y yo por su puesto.

-Querido ese joven no es tu esposo, no lo quiero ahí, cuando tengas una pareja real tráela a casa, mientras tanto mantén tu empleo lejos de nosotros.

-Mamá no hables de esa forma de Jimin.

-Si tanto quieres traerlo está bien-aceptó su madre-seguramente debes mantener tu cubierta muy bien, debes ser convincente, lo entiendo, que tonta fui.

-No es eso madre...

-No te preocupes cariño, en verdad lo entiendo, nos vemos este fin de semana, come bien y duerme lo suficiente, no quiero que enfermes.

-Maldita sea-suspiró Hoseok colgando el teléfono y colocando su cabeza sobre el escritorio en una postura derrotada.

-¿Necesitas hablar?-preguntó Kener entrando a la oficina con una taza de café en sus manos.

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora