Perdido

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Hoseok no era de ayudar demasiado a las personas, claro está si no eran muy cercanas, en esta locación, quería no ser tan cercano a Judhit Kener, esa mujer se metía en cada problema, era insoportable.

Al verla sentía que si sus padres habrían tenido una hija, esa sería Judhit. Tenía una especie de cariño y odio al mismo tiempo, le parecía insoportablemente sincera y metiche.

-¿Por qué me miras tanto?

-Observó lo tonta que puedes ser.

-Eres un idiota-respondió Kener con una sonrisa-ahora por favor entra en el papel.

-¿Quién te dijo que aceptes una cita con el hijo del Inspector Mok Dae?

-No pensé que fuera tan malo.

-Esos tipos lo único que quieren de una extranjera es llevarlas a la cama y luego permanecer de esa forma sin una relación verdadera, no pensé que serías tan tonta como para pensar que ese tipo quería algo serio contigo, de lejos se puede ver sus intenciones.

-No me regañes como un padre-luego de decir aquello Kener permaneció en silencio observando a Hoseok con mucha intensidad para luego decir con una risilla-no, lo puedo creer...te van los roles de daddy, ja, ja, ja, nunca pensé que tenías esa clase de gustos, pero oye lo respeto.

-Por Dios Kener ¿De qué hablas?-preguntó Hoseok casi derramando la bebida que estaba apunto de llevarse a la boca.

-¿Acaso no te has dado cuenta? Tratas a todos como un padre sobreprotector y aún más lo haces con tu esposo. A mi no me engañas, te gusta ese chico y quieres ser su Daddy, para decirle que hacer, que decir y demás, averigua un poco más sobre ese fetiche...te lo recomiendo-sonrió Kener con malicia antes de tomar su bebida como si lo que hubiera dicho fuera nada fuera de lo común.

Luego de un momento el hombre que acechaba a Kener, el hijo del inspector Mok, apareció como un hombre desesperado al restaurante y cuando vio a Kener con Hoseok se apresuró a su mesa.

-¿Entonces es verdad que tenías a alguien y aún así decidiste jugar conmigo?-preguntó dolido.

-Solo salimos un par de veces, no fue nada, ya te lo expliqué, solo necesitaba un guía porque mi novio no tiene tiempo para mi.

-Y te dije que no me importa que tengas novio, yo puedo tratarte mejor.

-¿Como puedes decir eso frente a mi novio?-preguntó Kener disgustada.

-Uno que no tiene tiempo para ti, si vienes conmigo puedo darte tiempo y todo lo que quieras.

En medio de aquella discusión entre el hijo del Inspector, Hoseok sintió la muy sutil pero fuerte patada de Kener bajo la mesa. Era una pena interrumpir algo tan entretenido pero suponía que debía hacerlo.

-Siento interrumpir-pronunció Hoseok poniéndose de pie quedando frente a frente al hombre que al parecer hasta quería casarse con Kener para decir-me gustaría pedirte que tengas respeto a la relación que tengo con la señorita Kener y también quiero pedirte que dejes de presionar por algo que no va a suceder. Judith ya te dijo que no está interesada en ti.

-No voy a rendirme con Judhit, si en algún momento la descuidas un segundo la voy a tomar-respondió el hombre tomando la chaqueta de Hoseok con fuerza para después dejarlo ir.

-¡Judith no es un objeto para que puedas tomarla!-alzó la voz Hoseok.

¿Cómo es que aún existían hombres que pensaban eso? Tratar a un ser humano como un objeto que pueden tomar para sí mismos, era repugnante.

-¡Kener va a ser mi esposa! ¡Y ni tú ni nadie se va a interponer!-gritó el hijo del Inspector Mok de vuelta para luego retirarse.

Hoseok observó petrificado aquella respuesta tan descabellada por un momento para luego voltear en dirección a Judhit, quien estaba con un rostro de lo más divertido.

-¿Cómo puedes reírte en este momento? Ese tipo es un lunático.

-Me parece interesante-respondió Kener con diversión poniéndose de pie-es posesivo y con un carácter fuerte, tal y como me gusta.

-Si tanto te gusta, ¿por qué me pediste que fingiera ser tu novio?

-Quiero saber hasta dónde es capaz de llegar-respondió Kener acomodando las solapas del traje de Hoseok-colocar un poquito de dificultad a veces es interesante y entretenido, además, si es así de impetuoso y posesivo frente al público...me doy una idea de como debe de ser en la cama y eso me encanta.

-Eres un caso perdido-suspiró Hoseok para luego añadir-no vuelvas a meterme en tus cosas, es la última vez que te ayudo en algo.

-Está bien, para la próxima vez le voy a pedir ayuda a Taehyung, de seguro él si va a querer divertirse un poco.

Pensando en lo desquiciada que resultaba ser Kener con su vida privada, Hoseok salió del restaurante sin haber probado un bocado y sobre todo con algo que merodeó en su mente desde que Kener mencionó el tema.

Con la curiosidad al cien por ciento decidió sacar su teléfono celular y averiguar un poco más sobre los Daddys.

Mientras caminaba por una calle muy transitada y al ver lo que significaba el término Daddy, se dirigió a una parte apartada para leer más sobre el tema, uno muy interesante debía decir. Según la página de internet un Daddy era un hombre mayor que le gustaba mandar sobre un chico joven, dar protección en todo aspecto de su vida, premiarlo cuando hacía algo bien y castigar cuando hacía algo mal.

Mientras más leía, la imagen de Jimin venía a su mente con más claridad, algo que descartó por completo pensando en que no debía pensar en Jimin como un baby o algo parecido. Debía estar loco para tener ese pensamiento y luego de aclarar su mente lo suficiente, observó un pequeño parque iluminado con farolas de colores por todas partes, era un lugar muy bonito como para caminar y despejar su mente de fetiches un momento.

Al llegar el llanto de un niño se hizo presente, Hoseok buscó con la mirada hasta dar con un pequeño de unos 6 años que parecía estar perdido, lo observó por un momento para ver si alguien se le acercaba o si la madre estaba cerca pero lo que encontró lo dejó pensativo.

Jimin, ese chico tenía que estar ahí precisamente cuando algunas ideas de su cabeza estaban formándose. Al ver que Jimin se acercaba al niño que estaba llorando, Hoseok se escondió tras una columna que estaba cerca y desde ahí observó a Jimin agacharse hasta la altura del niño y preguntarle algo, pero el niño no dejaba de llorar.

Hoseok pensó en salir de su escondite para ayudarlo, pensando en que seguramente Jimin no era amante de los niños, no obstante y contra todo mal pensamiento que tuvo de ese muchacho, Jimin sacó un dulce del bolsillo de su pantalón y luego empezó a hacer movimientos y gestos tiernos hasta que el niño dejó de llorar. 

Observando a Jimin actuando de esa forma algo en la mente de Hoseok se revolvió, nunca pensó que Jimin podía ser así, es más pensó que al ver a un niño perdido no le haría caso y que sería capaz de dejarlo para que otras personas se encarguen de ello, pero no fue así. 

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora