Venda

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Ahí estaba Jimin en un pasillo ocultándose y observando detenidamente a los donceles discutir en el pasillo. Seguramente no querían entrar, los entendía y cuando estuvo a punto de salir de su escondite y decirles que podían irse de ese lugar para después cometer seguramente un homicidio, la puerta de la habitación 208 se abrió y del interior salió Jung Hoseok con un rostro serio y con una media sonrisa ligera en sus labios. Los donceles se miraron entre ellos y luego accedieron a entrar.

El sonido de la puerta al cerrarse se quedó en la cabeza de Jimin por un largo tiempo y pese a que sus pies querían avanzar y enfrentar a Hoseok y decirle unas cuantas cosas que seguramente iban a terminar en pedir el divorcio, sus pies se quedaron donde estaban, luego sus rodillas se desmoronaron sin saber que el dolor en su pecho sería tan grande.

Aquellos donceles...por un momento en verdad pensó que estaban siendo obligados a estar en ese lugar pero al ver la media sonrisa de Hoseok al recibirlos y al verlos entrar tímidamente pero felices, entendió que no estaban en contra de su voluntad ahí.

¿Cómo se atrevía a hacer eso? Al menos debía mantener esa actitud fría si iba a ser de esta forma, ¿por qué ser cariñoso?¿por qué hacerlo pensar que tenían un futuro? O tal vez esa era la clase de vida que quería este hombre. Tener un esposo cariñoso en casa mientras va por ahí haciendo las mismas cosas que su padre hacía a espaldas de su madre.

-Repugnante-susurró para luego salir de ese hotel lo más pronto posible.

Ya en su auto Jimin manejó un tramo largo hasta que anocheció y solo después de observar el atardecer cerca del borde de un acantilado vislumbrando la ciudad a lo lejos, volvió a casa.

El maullido de Mochi lo recibió al llegar, Jimin se agachó para acariciar su suave pelaje para después ir a la cocina y darle de comer. Observando a Mochi comer su merienda pensó en que haría a partir de ahora.

¿Quedarse?¿huir?¿fingir?¿qué debería hacer?

Luego de pensarlo por mucho tiempo decidió que huir no era una opción, salir corriendo esta vez no era una respuesta. Entonces decidió quedarse y seguir con la farsa, si conseguía el tiempo suficiente tal vez podría pensar en algo.

Por esa noche Jung no regresó a casa a dormir, algo que Jimin ya veía venir y al llegar la mañana del día siguiente despertó con el aroma a café y cuando bajó a la cocina ahí estaba Jung haciendo el desayuno como siempre, sin embargo pese a no querer acercarse en absoluto caminó hasta quedar a su espalda y lo abrazó como siempre.

-¿Por qué no viniste a dormir?-preguntó con voz melosa manteniendo el dolor en su pecho tanto como le fue posible.

-Tuve una emergencia en la empresa, lo siento-dijo Hoseok queriendo besar sus labios pero Jimin se alejó y cuando observó el rostro desconcertado de Jung se apresuró a tomar una actitud infantil.

-Debiste llamarme, te estuve esperando por mucho tiempo, te extrañé muchísimo-se quejó haciendo las tostadas que hacía todos los días, luego sin decir más hizo jugo de naranja y como todos los días desayunaron juntos y Jung lo fue a dejar a la universidad.

-Estuviste muy callado en el camino, ¿aún te sientes mal?-preguntó Hoseok colocando una de sus manos en la frente de Jimin.

-Estaba pensando en la presentación de la próxima semana, solo tenemos este fin de semana para terminarlo y mis compañeros no son tan colaboradores, voy a estar muy ocupado, nos vemos en la noche-dijo Jimin para luego bajarse del auto de forma veloz.

De esa forma llegó el fin de semana y una invitación de parte de la Familia Cha para la presentación de uno de sus hijos e integración del mismo a la empresa como heredero.

Jimin no estaba para celebraciones y cócteles de la alta sociedad, pero Jung insistió y cuando Jimin se tomó la molestia en averiguar de qué iba el evento supo las razones de Jung Hoseok para querer ir tan insistentemente, la empresa que la estaba organizando era una de entretenimiento por prestigiosa. Se preguntó si los pequeños amantes de su esposo irían también, serían muy descarados si ese fuera el caso.

-¿Te parece bien este atuendo?-preguntó Hoseok entrando a la habitación esperando un halago de parte de Jimin, no obstante se encontró con una indiferencia muy notoria.

La noche del evento de alta sociedad había llegado y ambos se estaban preparando de manera muy elegante para asistir. Hoseok escogió un esmoquin negro y una camisa del mismo color con un corbatín de seda negra, mientras Jimin optó por algo un poco más llamativo, un traje color azul cielo, una camisa blanca y un corbatín plateado, en la chaqueta de su atuendo algunas figuras plateadas le daban un aire diferente y el broche de diamantes en forma de avispa en su corbatín acompañado por una larga cadena que estaba sujeta a la solapa añadió cierto encanto.

-Te queda bien-respondió Jimin a la pregunta de Jung.

-Creo que el corbatín está algo chueco, ¿lo acomodas por mi?

Jimin sonrió al levantarse para ir donde estaba Jung, luego tomó la corbata para ajustarla bien y luego se alejó rápidamente dejando a Jung plantado con un beso en sus labios que no encontraron su lugar el los labios de Jimin.

-¿Hice algo mal?-preguntó Hoseok acercándose a Jimin que estaba colocando perfume en sus muñecas.

-¿De qué hablas?

-Pareces un poco distante.

-Solo estoy pensando en la presentación de la próxima semana, lo siento.

Jimin deseaba fingir de buena forma, en verdad lo intentaba pero no lograba hacer demasiado, su corazón frío y dolorido no lo dejaba actuar de manera cariñosa como antes. Era malo mintiendo y su esposo lo estaba notando.

-Si no estás enojado dame un beso-pidió Hoseok atrayendo a Jimin a su cuerpo-estoy esperando-dijo cuando Jimin mantenía su rostro observando su pecho y no lo levantaba.

Con manos temblorosas Jimin abrazó a Hoseok y luego alzó su cabeza lentamente para besarlo, sus labios seguían tibios, suaves y cuando empezó a moverlos aún pudo sentir algo ahí, como si el cariño que le estaba dando en ese instante fuera verdadero.

-Vamos a llegar tarde-Jimin se apartó dando esa excusa para luego salir de la habitación sosteniendo su pecho con una de sus manos y manteniendo el llanto donde debía estar, muy en su interior. 

Es mas o menos así el broche de Jimin pero la figurita está en su corbatín

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Es mas o menos así el broche de Jimin pero la figurita está en su corbatín

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora