Estar a tu lado

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Jimin se encuentra en medio de una piscina al aire libre en una sesión fotográfica con la última línea de ropa de verano, sin embargo el ambiente en el que se encuentra no es para nada veraniego, en primer lugar porque es muy temprano en la mañana, tan larga fue la reunión en la que el diseñador elige las prendas para cada modelo que la mañana vino rápidamente, además la organización del set tomó mucho tiempo.

Todo el mundo se volvió loco dentro de unos minutos, las personas corrían de un lado al otro y Jimin con las prendas más finas que pudo haber usado se encuentra en medio de todas esas personas que lo están terminando de vestir, maquillar y peinar. El frío al que salió cuando el sol apenas estaba apareciendo no era para nada suave.

Había una corriente helada en el exterior, de esa tan fría que recorre en las madrugadas y aunque el sol ya esté saliendo aún se siente un frío invernal. El lugar donde estaban maquillando a Jimin estaba en el exterior ya que alguien que no hizo bien su trabajo olvidó por completo reservar un salón para los modelos por lo tanto Jimin se estaba congelando.

-Estás temblando demasiado, voy a buscar una manta-ofreció la maquilladora cuando estaba terminando los últimos toques. Se le estaba complicando colocar el maquillaje por los movimientos de Jimin por el frío.

Jimin no dijo nada, estaba a punto de gritar por todas partes por la mala organización, sin embargo decidió aguantar un poco más, no podía comportarse de esa manera siendo familiar del dueño de la revista.

Entonces la calidez de una manta cubrió sus hombros y piernas y cuando Jimin abrió los ojos para agradecer a la maquilladora por las mantas observó la espalda distanciarse con rapidez de Jung.

-Ese hombre realmente es testarudo-dijo en voz baja teniendo pensamientos que no quería tener.

Sin importar qué comportamiento tuviera Jimin, Jung Hoseok no decía una sola palabra, simplemente se mantenía a su alrededor con una actitud tranquila y muy al contrario a lo que pensaba Jimin, con una calma que hasta daba miedo. Jimin pensó que Hoseok sería como cuando empezaron su matrimonio, pero eso no sucedió.

Hoseok lo trató como siempre, con cariño y con mucha paciencia. Si Jimin tiraba la comida que preparaba al suelo no se molestaba, le preguntaba qué es lo que quería que le prepare, si Jimin no llegaba a dormir, Hoseok no le reclamaba, lo seguía como un psicópata, si Jimin lo insultaba, sonreía e intentaba acariciar su cabello, claro que Jimin siempre se alejaba pero Hoseok no retrocedía.

Y también empezó a ir a todas sus sesiones fotográficas, se mantenía a una distancia prudente y cuando Jimin necesitaba alguna cosa él se la enviaba con alguien más o como en esta ocasión él mismo se encargaba.

Jimin no quería aceptar pero su corazón herido se había ablandado un poco y las dudas de si en verdad Hoseok lo amaba empezaron a surgir.

La sesión terminó antes del medio día, Jimin estaba hambriento porque no comió nada antes de ir al set, no pudo desayunar y aún no era hora del almuerzo. Al terminar de cambiarse salió de los cambiadores y cuando tomó su pequeña maleta para salir del hotel encontró un pequeño pastelito de fresa en un contenedor transparente.

Jimin observó por todas partes para verificar que Jung no estuviera alrededor y cuando no lo vio por ninguna parte tomó el pastelito y se lo comió.

A lo lejos Hoseok observó a Jimin comer el pastelito de fresa que le dejó. Era imposible que pensara que fue alguien más y al verlo comer tan feliz ese pequeño postre las esperanzas de Hoseok aumentaron.

-Estoy exhausta-replicó Kener al entrar a la oficina del Ceo Jung-¿no se supone que tú eras el encargado de esta operación?

-Yo me encuentro muy ocupado.

-Te dije que le dijeras, si hubieras hablado con ese chico antes y le hubieras explicado todo con tranquilidad no tendrías que estar arrastrándote por perdón y no estaría tan ocupada tratando con esos donceles y con las evidencias. No he podido tener una noche con mi novio durante semanas...¿hasta cuando Jimin va a estar enfadado contigo?

-Creeme que yo soy el primero en querer saber eso. Tengo una llamada importante-dijo Hoseok al ver la pantalla de su celular iluminarse, eran los hombres de seguridad que puso para cuidar a Jimin-¿Pasó algo?-Hoseok escuchó lo que dijo el guardaespaldas y al colgar salió de la oficina tan rápido como pudo.

Normalmente Jimin salía por las tardes a ver a Sana, no faltaba ni un solo día, sin embargo esta tarde no salió de casa y no se le vio por los alrededores regando y cuidando de las plantas. Los guardaespaldas tenían la orden de comunicar hasta el más mínimo cambio en la rutina de Jimin por lo que al no verlo salir le comunicaron inmediatamente a Hoseok.

Cuando Hoseok entró a casa y la notó demasiado silenciosa, ni siquiera Mochi maullaba.

Rápidamente subió las escaleras y entró a la habitación de Jimin, tenía prohibida la entrada pero entró de todas formas y al hacerlo observó un pequeño bulto bajo las mantas y a un lado se encontraba Mochi durmiendo.

Por el ruido que hizo Jimin debió haberse levantado si estuviera durmiendo pero eso no pasó. Hoseok caminó hasta la cama y al alzar las mantas observó a Jimin durmiendo pero sus mejillas estaban coloradas y tenía respiración agitada. Hoseok tocó la frente de Jimin y en efecto, estaba demasiado caliente.

-Jimin-susurró Hoseok intentando despertar a Jimin moviendo su hombro despacio-¿Jimin?-preguntó preocupado al no ver ningúna respuesta y cuando estuvo a punto de tomarlo entre sus brazos para llevarlo al hospital, aquellos ojos azules lo observaron con una ligera capa brillante.

-No hagas ruido, me duele la cabeza.

-Estás enfermo no te muevas, te llevaré al hospital.

-¡No!-alzó la voz Jimin recordando algo en lo que no había pensado en las últimas semanas-digo...no me siento tan mal, solo necesito descansar, no me gustan los hospitales.

-Entonces voy a traerte medicina y comida.

-Ok-respondió Jimin sintiendo un profundo dolor en el cuerpo, le dolía todo. Estaba cansado al regresar y al dormir se sintió un poco mal, pero no sabía que se sentiría tan mal al despertar.

Se sentía tan débil para pelear con Jung que dejó que lo cuidara, al parecer estaba feliz de hacerlo. Qué tipo más extraño pensó.

Por su parte Hoseok se sentía muy entusiasmado, Jimin comió la sopa que le preparó, también tomó muy educado la medicina y durmió toda la noche mientras Hoseok limpiaba el sudor de su frente y cuello con un pañuelo y agua tibia para bajar la fiebre que en ocasiones volvía.

Al siguiente día Jimin se sentía mejor pero aún sentía un poco de malestar por lo que Hoseok siguió llevando comida y medicina a su habitación, le dio de comer tomando la cuchara él mismo para que Jimin pudiera comer.

En un inicio Jimin se rehusó a que Jung le diera de comer como a un niño, pero aún se sentía débil por lo que terminó aceptando, abrió la boca despacio y comió cada cucharada hasta que una gota de sopa resbaló por la comisura de su labio e inmediatamente fue limpiada por Jung con su dedo pulgar dejando a Jimin petrificado por la naturalidad de Jung al hacer eso, luego se llevó el dedo pulgar a su propia boca para limpiarlo con la lengua.

-Ya estoy lleno-habló Jimin bajando su rostro evitando de esa manera que Jung observe el sonrojo subiendo por sus mejillas.

-Aún no terminas ni la mitad, ¿seguro que te sientes mejor? Deberíamos ir a un chequeo médico.

-Dije que me siento bien, no es necesario ir al hospital.

Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora