Mi Compañero de Matrimonio (HopeMin)

No voy a ser un juguete

Sin decir una palabra Jimin volteó hacia atrás y una vez estando frente a la secretaria de Jung sonrió brillantemente al decir-lamento muchísimo haber insultado a la amante de mi esposo, los dejo para que puedan follar con toda confianza, ahora, si me disculpan haré exactamente lo mismo.

De esa manera Jimin salió de aquella oficina directamente hasta donde estaban esperando sus amigos, Eunha y Eunwoo. Con pasos firmes y con su cabeza erguida con un aire asesino y sobre todo orgulloso fue hasta Eunwoo para rodear con sus brazos su cuello, sus pies de puntillas alzaron su cuerpo hasta llegar a los labios de su amigo y antes de besarlo dijo un pequeño lo siento.

Toda la habitación repleta de personal quedó en total silencio. Para ese momento todos ya sabían de la identidad del esposo del presidente de empresas Jung, por lo que ver semejante escena ocurriendo frente sus ojos los dejó perplejos, helados y sobre todo confundidos.

Una parte del personal miraba al esposo del presidente Jung besar a otro hombre y la otra parte del personal miraba a su jefe. Sobra decir que se encontraba enfadado, su rostro emanaba una furia tal que parecía un león a punto de atacar.

En un momento Jimin estaba haciendo algo que no imaginó hacer en su vida, o tal vez si, y al otro estaba siendo llevado de vuelta a la oficina de su espos, casi siendo arrastrado al interior. Luego de hacer algo tan estúpido que ni siquiera pensó, escuchó la puerta cerrarse con tanta fuerza que su cuerpo saltó por la impreción.

-¿Qué crees que estabas haciendo?-el tono de esa pregunta hecha a milímetros de su rostro lo hizo sonreír.

-¿A ti qué te pareció que estaba haciendo? A diferencia de ti no me gusta ocultarme tras las puertas.

-Estás a punto de acabar con mi paciencia.

-Y usted Señor Jung acabó con la mía, ¿con esa mujer se vio la noche de nuestra boda? ¿por ella me dejó solo?

-Kener es mi secretaria Jimin, no la he besado, no la he tocado de manera íntima, ni siquiera pienso en ella de esa forma, ahora dame una explicación de lo que acaba de suceder hace un momento. ¿¡Qué acabas de hacer allá afuera!?

Hoseok estaba tan furioso con este chico que empezó a pedir a los cuatro vientos una explicación. ¿Cómo este niño fue capaz de hacer semejante cosa frente a los empleados de su padre? Tantos años se comportó de una forma impecable, incluso cuando tomó el camino policial su comportamiento no cambió y cuando fue a trabajar en una organización privada se esmeró en ser el mejor para demostrar a su familia y a sí mismo que cualquier camino que eligiera iba a ser el mejor y ahora todo aquello estaba siendo pisoteado en un momento por un niño imbécil que no pensaba antes de actuar.

-Veo que estás demasiado enfadado, hablamos cuando ya no lo estés-Jimin estaba a punto de abrir la puerta cuando Hoseok habló de forma calmada.

-No regreses por aquí, no te quiero en esta empresa y no quiero volver a verte junto a ese amiguito tuyo.

-Hasta ahora me parece divertidísima la manera en la que piensas, no puedes decirme que hacer esposo.

Al salir Jimin pasó por enfrente de Kener con una sonrisa llena de autosuficiencia-nos vemos mañana mentora, estoy a su cuidado y espero no volver a tener un percance como el de hace rato.

Estando en el auto de Eunha, Jimin se tomó un momento para recapitular todo lo que pasó y llegó a una conclusión.

-¡¿Qué demonios acabo de hacer?! ¡¿Por qué no me detuvieron?!-gritó tomando su cabeza entre sus manos arrepentido de poder pensar antes de actuar.

-¿Es lo mismo que quisiera preguntarte?-suspiró Eunha aún sorprendida-¿en qué estabas pensando? Y no sé porque te pregunto si es obvio que no estabas pensando en nada,

-¡¿Cómo se supone que iba a pensar en algo, si cuando entré a la oficina de mi supuesto marido lo veo coqueteando con su secretaria?! Y además me pidió que me disculpara con esa...con su amante resbalosa que no quería dejarme a solas con mi esposo.

-¿No crees que te estás tomando demasiado en serio lo del matrimonio?-empezó a enojarse Eunwoo.

-Ese idiota es mi esposo, no me estoy tomando demasiado enserio esto porque estoy casado con él y no voy a permitir que ande de perro con cualquiera, si quiere que este matrimonio funcione de esa manera...¿por qué yo no puedo actuar como él?

-Porque no importa cómo lo veas-empezó Eunha a decir enojada por lo que iba a decir-si él está siendo irrespetuoso con su matrimonio no importa, pero si tú vas a actuar de esa forma también...¿quién crees que va a quedar mal parado? ¿a quién van a señalar con el dedo? ¿quién va a tener una mala reputación?

-No es justo-murmuró Jimin casi en llanto-yo no quería esto, no quería un esposo que me usara como un adorno mientras se acuesta con otras mujeres...-sollozó en un llanto incontrolable siendo abrazado por Eunha y Eunwoo.

Desde la entrada del estacionamiento Hoseok escuchaba los sollozos de Jimin en tanto el arrepentimiento venía desde el fondo de su corazón hasta llegar a cada parte de su cuerpo. Ese chico quería un esposo que lo amara incondicionalmente y ahora estaba atrapado con un oficial encubierto que lo estaba usando para llegar a su padre.

-No es tan malo como parece-a su lado Kener llegó cruzando sus brazos observando el auto en el que se estaban retirando Park Jimin y sus amigos-no seas tan malo con él, es solo un chico inmaduro.

-No sé que voy a hacer con él.

-Te sugiero que seas amable, cariñoso, empático, comprensivo, paciente y deja de pretender ser una figura paterna para él. Park Jimin no te ve como un modelo a seguir, te ve como su esposo. 

Las palabras de Kener resonaron en la cabeza de Hoseok por el resto del día hasta cuando la noche llegó e inesperadamente una pregunta apareció en su cabeza una y otra vez. ¿Cómo se supone que es un esposo?

Hoseok tuvo novias en el pasado, sin embargo las dejaba cuando se volvían complicadas y necesitadas de más atención de su parte. Por lo general todas se volvían de esa manera y por esa misma razón dejó de tener relaciones en los últimos años y ahora no solo tenía una relación, estaba casado con alguien que esperaba su total participación en un matrimonio que no quería. Todo estaba se estaba volviendo un desastre.