49.- Fin de la primera fase

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Todoroki y yo nos subimos a la tuerca que casi nos aplastó, para tener mejor visión del enemigo. Me miró a los ojos como diciéndome algo, asentí y activamos nuestros koseis. Él prendió su brazo en llamas, y yo acumulé oxígeno alrededor de mi mano y chasqueé los dedos, creando una llama.

- ¡Ahora! - gritó el contrincante rojo.

Al instante, las ninjas azul y negro saltaron. Les atacamos con nuestros ataques de fuego, pero respondieron con agua y arena respectivamente, apagando el fuego.

Nos echamos hacia atrás, Todoroki hizo un muro de hielo y yo empecé a crear otro con el material del suelo.

- ¡Seguid! ¡A por ellos! - exclamó el rojo, mientras nos lanzaba clavos y tuercas.

Los contrincantes amarillos desmontaban tuberías a base de fuerza bruta, y las lanzaban contra nuestros muros, los cuales acabaron cediendo y siendo destrozados.

- Nuestros koseis no sirven, pueden apagar el fuego, destrozar los muros y soy incapaz de acercarme como para un enfrentamiento cuerpo a cuerpo - dije en una voz lo bastante baja como para que solo Todoroki me oyese.

- Debemos huir, ahora mismo - sentenció - Usemos el fuego, lo contrarrestarán con el agua y la arena, creando una nube de humo que nos ocultará.

Asentí y chasqueé los dedos, acompañando así a la llamarada de Todoroki. Cuando los contrincantes frenaron nuestro ataque y la humareda se adueñó del terreno, Todoroki y yo echamos a correr en dirección contraria.

- Deberíamos aprovechar el terreno - dije mientras corríamos - No creo que esta fábrica sea toda un simple atrezo.

- Tienes razón, los depósitos y cañerías deben estar llenos de algo.

Analicé un depósito cercano con las gafas.

- Ese está lleno de gas inflamable, lo bastante como para crear una explosión pero no como para que nadie salga herido.

- Tengo una idea. ¿Puedes llevarnos al otro lado del camino? Detrás del depósito.

- Claro.

Prendió fuego a un pequeño cartel y se agarró a mí. Usé mi kosei para impulsarnos por encima del depósito, y un a vez aterrizamos, creó un iceberg que agujereó el casco del depósito.

- ¡Ahí están, rodeadles! - oímos a lo lejos, debían haber visto la llama del cartel.

Esperamos pacientemente a que llegasen a la trampa creada por Todoroki.

- ¡Nos han engañado! - volvimos a escuchar.

Acto seguido, nos alejamos del depósito y disparamos fuego contra este. El contenido causó una explosión que hizo a nuestros contrincantes saltar por los aires, pero nosotros nos ocultamos tras un muro que yo acababa de crear.

El humo empezó a marcharse, Todoroki y yo volvimos a usar mi kosei para dirigirnos al otro lado. Todoroki congeló el suelo para dejarlos atrapados nada más aterrizar.

- Estos bastardos... Están locos... - dijo el ninja rojo, para justo después darse cuenta de su situación.

- Lo sentimos... - dije.

- Pero no podemos permitirnos suspender - finalizó Todoroki.

Con nuestras pelotas tocamos los sensores de dos contrincantes cada uno. Una vez hecho, nos alejamos de allí esperando instrucciones.

- Debo entrenar más el hacer un uso simultáneo de ambos koseis... - suspiró mirándose las manos.

- Pues yo creo que te ha ido bastante bien - comenté, mientras me masajeaba las muñecas.

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