Cuando mis padres ya no pudieron seguir ignorando las llamadas que les hacían para que participaran en la reunión de logística, tuvieron que marcharse, llevándose Hizashi a Eri en brazos y Shota usando las muletas para poder moverse. Aún me quedé un rato sola en mi habitación, reflexionando, hasta que decidí reunirme con los demás. Bajé a la sala común, encontrándome con mis compañeros, esparcidos por ahí con un claro aspecto serio y derrotado.
- Bueno... Creo que es hora de que nos preparemos, ¿eh? - comentó Kirishima, con un tono desanimado y sarcástico.
- Tengo que hacer algo con mi traje de héroe, acabó hecho pedazos... - dijo Iida.
- Yo también... - añadió Izuku.
La sala se quedó en silencio durante unos largos segundos, hasta que hablé.
- No tengo intención de "perdonar a Aoyama", o al menos, no todavía... - expliqué - Pero quiero acabar con todo esto de una vez.
- ¡Esta vez los venceremos definitivamente! - declaró Hagakure.
- ¡SÍ! - respondimos todos a la vez.
Mientras Izuku e Iida se iban al Estudio de Desarrollo, yo me dirigí a la parte de atrás de la residencia para ponerme a entrenar. Estaba calentando las articulaciones de mis dedos, cuando oí una voz a mis espaldas.
- ¿No crees que deberías descansar un poco? - me preguntó Bakugo, que me había seguido - Ha sido un día intenso, y en un rato nos vamos a patrullar.
- Tengo que esforzarme muchísimo ahora... - suspiré, sin girarme a mirarlo - Mis manos están bien, así que puedo usar perfectamente mi kosei, pero he perdido todas las mejoras que había hecho estos meses, y aunque sé en teoría cómo hacer mis técnicas y movimientos especiales, mi cuerpo no está acostumbrado a ellas. Pero lo tendré todo aprendido de nuevo antes de la batalla, lo juro.
Nos quedamos un momento en silencio, hasta que Bakugo volvió a hablar.
- Fue real.
- ¿Qué dices? - pregunté, extrañada.
- Lo que pasó en el bar - respondió - El secuestro, las torturas, las heridas,... Todo fue real. Tu cuerpo lo habrá borrado, pero sé que tu mente no.
- Ya lo sé - mascullé, sin poder ocultar del todo que me temblaba la voz.
- Estuve contigo cuando todo aquello pasó - me recordó - Como dijiste antes, yo mejor que nadie sé lo que te hicieron en ese bar. Y, si necesitas que te lo diga, si necesitas que te recuerde que eso pasó de verdad cuando tu cuerpo u otra persona te haga creer lo contrario, lo haré encantado. Una y mil veces, las que hagan falta. Lo que sufriste fue, y es, real.
- G-gracias... - susurré, secándome con la mano las lágrimas que amenazaban por salir de mis ojos - N-no sabes cuánt-to necesitaba o-oír eso...
- Lo suponía - dijo, con un leve tono prepotente - Te dejo tranquila, una debilucha como tú tiene que entrenar mucho.
- Podría pegarte una paliza - reí levemente, girándome por fin a verle.
- Ya, claro. Demuéstramelo cuando hayamos vencido a AFO y Shigaraki.
Asentí con la cabeza como respuesta, así que se marchó. Suspiré profundamente y miré mis manos: había decidido desechar mi guante derecho y conservar el izquierdo, del que había cortado los dedos índice, anular y meñique, manteniendo el pulgar y el corazón para seguir pudiendo hacer el "Igneous Snap" al chasquear los dedos. Con mi mano derecha empecé a manipular el oxígeno a mi alrededor, y con mi mano izquierda creé una pequeña llama. Fui manejando la llama como bien pude, repitiendo el proceso una y otra vez hasta que me saliera de manera mecánica.
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Black Alchemist
FanfictionSoy @Lavender-03, he perdido mi cuenta. Estoy intentando volver a publicarlo todo aquí, pero es agotador, y necesito vuestro apoyo... Shayumi es la hija adoptiva de Shota Aizawa y Hizashi Yamada, más conocidos como los héroes profesionales Eraserhea...