Black Alchemist

102.- ¿Se acabó?

Ok, con este capítulo ya voy al día con lo que publiqué en la otra cuenta. Debo darle un gran agradecimiento a DekuHistories por haberme pasado los capítulos, hubiera tardado mucho más sin su ayuda <3

- Nuestros esfuerzos... - habló Mineta - No estuvieron mal... ¿Verdad...? Así como las acciones de los héroes...

- N-no, no lo hemos hecho mal - respondí - Pero ahora t-tenemos que ver s-si alguien necesita ayuda.

- Aizawa tiene razón - dijo Yaomomo - Nos dividiremos en 3 grupos: Uno irá a la base de los villanos y ayudará a los profesionales en caso de que aún queden delincuentes sueltos, otro se dirigirá a la zona de asistencia a ayudar a los heridos, y el último se encargará de recorrer el bosque en busca de más heridos.

Asentimos con la cabeza, y se formaron los grupos. Yo acabé en el tercero, junto con Yaoyorozu, Ashido, Kirishima y Sato. Nos adentramos en el bosque en busca de profesionales. Aún tardamos un rato en empezar a encontrar gente, y a medida que lo hacíamos, los llevábamos a la zona de asistencia.

- Creo que ya sé por qué Gigantomachia no ha parado - comentó Yaoyorozu - Ashido, Kirishima, ¿Es posible que el bote de somnífero se rajara lo más mínimo antes de que se rompiera en la boca de Gigantomachia?

- Mierda - masculló Kirishima - Creo que le hice una pequeña raja con el "Unbreakable" sin querer, pero no debió salir nada del bote...

- La cosa no es que haya salido algo, sino que el oxígeno que haya entrado ha podido hacer que el somnífero pierda un poco de efecto - explicó ella.

- Entonces... - dijo Sato.

- ¡Es posible que simplemente haya tardado más en actuar, y le quede poco para afectarle completamente! - exclamó Ashido.

- Avisa a los que están en la ciudad, es muy posible que ya se lo hayan encontrado - le propuse a Yaoyorozu.

- A eso voy - respondió ella.

Usó el intercomunicador para hablar con Mirio, y le explicó lo sucedido. Al parecer Gigantomachia sí había llegado a la ciudad, y entre varios héroes se estaban enfrentando a la Liga de Villanos como bien podían.

Nosotros seguimos a lo nuestro, llegando al punto de que parecía que no quedaba más gente por la zona. Habíamos tenido que recoger incluso algún que otro cadáver, entre ellos el de Majestic, lo que hizo llorar a Yaoyorozu. Aún así, ella y yo nos encargamos de llevar a los dos últimos profesionales que encontramos.

- ¿Sabes si hay alguien más en esta zona? - le pregunté a uno de ellos mientras le ayudaba a caminar.

- Agh... Creo que Midnight... - contestó - Diría que cayó a unos 70 u 80 metros de aquí... En esa dirección...

Abrí los ojos como platos y miré a Yaomomo. Ella asintió con la cabeza, y en cuanto dejamos a los profesionales en la zona de asistencia, volvimos corriendo con Ashido, Kirishima y Sato.

- ¡Midnight tiene que estar en un radio de menos de 100 metros en esa dirección! - exclamé - ¡Tenemos que encontrarla!

- ¡Sí! - respondieron Kirishima y Ashido a la vez.

Empezamos a correr los 5 por la zona donde supuestamente debería estar. Teníamos que encontrarla YA.

- ¡Ey, creo que la estoy viendo! - anunció Sato.

Me acerqué corriendo, en busca de Midnight.

- ¡Nemuri! ¿¡Dónde estás!?

No podía parar, necesitaba encontrarla. Tenía que saber que estaba bien. Finalmente la encontramos, tendida en el suelo y sangrando.

- ¡Nem'!

Me arrodillé junto a ella, y mis compañeros se acercaron.

- Hola, bichito... - susurró, con la voz débil - Me alegro de que estéis bien...

- Vamos a llevarte a la zona de asistencia, ¿Vale? - dije, en un intento de aguantar las lágrimas.

- N-no hay tiempo... Y lo sabes tan bien como yo...

- No digas eso, Nem'. Por favor, no digas eso. Te vas a poner bien.

La acerqué a mí, tratando de tomar su torso entre mis brazos y apoyando su cabeza en mi pecho.

- D-dile a t-tus padres q-que siento i-irme sin desp-pedirme... - comentó - A-al menos est-taré con Oboro...

Aquello me cayó como un jarro de agua fría.

- N-no, no tienes que despedirte - sollocé - Por favor, q-quédate conmigo.

Sentía un enorme nudo en la garganta, y las lágrimas afloraron de mis mejillas.

- N-no te p-preocupes, b-bichito m-mío... - susurró, con una leve sonrisa - V-voy a est-tar bien... Y vosot-tros también...

Sus ojos empezaron a cerrarse, y su pecho dejó de moverse, indicando que había dejado de respirar.

- ¡N-no! ¡Nemuri, p-por favor! ¡N-no, no m-me dejes! - sollocé, apretándola contra mí.

Kirishima y Ashido estaban junto a nosotras, también llorando, Yaoyorozu se cayó de rodillas al suelo y se llevó las manos al pecho, encogida, y Sato se quedó de pie algo más lejos, como tratando de procesar lo que había pasado.

Grité su nombre mientras lloraba, con su cuerpo inerte entre mis brazos. Le suplicaba que volviera, que se despertara y me abrazara, pero ella no lo iba a hacer. Me dolía la garganta, me faltaba aire en los pulmones y me escocían los ojos, pero no podía parar.

Poco después Sato se acercó a mí y me abrazó por la espalda, en un intento de reconfortarme. Cuando finalmente hubimos todos "recuperado" la compostura, cargué a Nemuri en brazos y caminamos hacia la zona de asistencia.

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Ya una vez "terminada" la batalla, continuaba la evacuación de la ciudad. Los que todavía podíamos ayudar fuimos enviados allí, tratando de rescatar a posibles víctimas de los derrumbes. En total había habido 16.929 detenidos, de los 100.000 que se creía que formaban parte del Frente de Liberación Paranormal, y 132 habían desaparecido. Por otra parte, murieron 19 héroes profesionales, entre ellos X-Less, Crust, Majestic, Native y, por supuesto, Midnight.

- ¡Shayu'! - oí a alguien llamarme.

Me giré y vi a Hizashi corriendo hacia mí.

- ¡Madre mía, estás cubierta de sangre! - exclamó, preocupado - ¿¡Estás herida!? ¡Voy a llevarte a una ambulancia!

- N-no, la sangre no e-es m-mía... - tartamudeé.

- ¿Qué? ¿De quién es? - preguntó, extrañado.

- E-es de N-nemuri... - susurré con la voz rota.

- ¿Q-qué? ¿Cómo es...?

- Ha m-muert-to e-en m-mis braz-zos hace un-n rat-to... - expliqué, con lágrimas en los ojos - N-no pud-de hacer n-nada... L-lo sient-to mucho...

Mi padre me tomó entre sus brazos, y yo me aferré a su chaqueta.

- Lo sient-to, l-lo siento, lo s-siento,... - repetía una y otra vez entre lloros - S-sí la hub-biera encont-trado antes, q-quizás...

- Sshh, est-tá bien... - dijo, llevando una mano a mi cabeza y acariciando mi cabello - N-no es resp-ponsabilidad tuya...

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¡Gracias por leer!