Black Alchemist

90.- Navidad

- ¡Feliz Navidad! - fue el grito que inundó la residencia.

Habíamos juntado dos mesas bajas y una normal en el salón de la zona común de la residencia de 1A. Todos vestidos con chaquetas, gorros y botas de Santa Claus, menos Bakugo, estábamos listos para devorar el banquete ante nosotros. Los gorros de cada uno tenían en la punta una decoración que nos representaba, así como una corchera, un planeta, una rana, un rayo, una bola roja y blanca,... La mía estaba rodeada de cintas negras, imitando mi arma de captura.

- Mira que avisarnos de que volveríamos a las prácticas con tan poco tiempo... - comentó alguien - ¡Debemos ser los alumnos de primer año más ocupados de la historia de la UA!

- Vosotras vais a volver a la agencia de Ryukyu, ¿Verdad? - preguntó Jiro a Uraraka y Tsuyu.

- Supongo que sí - contestó Uraraka - ¿Qué hay de ti, Jiro?

- Aizawa, tú vuelves conmigo a la agencia de FatGum, ¿No? - me preguntó Kirishima, tendiéndome el puño.

- Por supuesto - contesté con una sonrisa, y le choqué el puño - Allí no nos aburriremos.

- ¿Y tú qué harás, Midoriya? - preguntó Iida - Ya que NightEye ha...

- ¡Centipeder tomó el cargo de la agencia, ¿Verdad?! - interrumpió Kirishima, para que Iida no continuase aquella frase.

- Él podría acogerte de nuevo - continué, sentándome en el apoyabrazos del sofá en el que estaba Izuku.

- Ya, yo también pensaba eso... - respondió - Pero están inundados de trabajo y se les hace imposible a él y Bubble Girl el reclutarme. Y Gran Torino dijo que tampoco podía, así que estoy un poco en limbo.

- Ya veo...

- Como esta vez las prácticas son más obligatorias que voluntarias, la academia dijo que intentarían encontrarme algún sitio a donde ir - explicó.

- Entonces... - pensó Kirishima - ¡Blasty, ¿Volverás a la agencia de Best Jeanist?!

Me mordí la mejilla por dentro y nos giramos a ver a Bakugo, que acababa de ser "atacado" por Kaminari y Ashido con la intención de ponerle el gorro.

- No lo sé... - contestó.

- Bueno, antes ya tenías un montón de solicitudes - siguió Kirishima - ¡Seguro que podrías ir allá dónde quisieras!

- A estas alturas, no me apetece ir con cualquier idiota sin nombre - respondió.

- ¡Ey, es la noche santa! - exclamó Mineta - ¿¡Cuanto tiempo váis a estar hablando de las clases!?

- Bueno, Mineta tiene razón - dijo Sato, llegando al salón, con una bandeja con el pavo en las manos - ¡Disfrutemos de la comida!

- ¡Sugar Man también puede cocinar!

La puerta de la residencia empezó a abrirse, y nos giramos todos hacia ella.

- Sentimos llegar tarde... - dijo una vocecilla - ¿Habéis empezado ya...?

Mis padres y Eri entraron en la residencia, la pequeña llevaba un vestidito y un gorro de Santa Claus.

- ¿Truco o...? ¿Trato? - preguntó Eri, y después miró a Shota.

- No, los has mezclado - corrigió.

- ¡Es Eri Claus! - exclamamos.

- ¡Qué mona! - gritó Uraraka, lanzándose hacia ella.