- Muy bien, mi pequeño unicornio. Vamos a salir de aquí...
Apoyé mi mano en la pared y deshice la cúpula. La muchedumbre que antes rodeaba a Eri había empezado a alejarse un poco, y el guardia de seguridad al que golpeé se nos acercó.
- ¡Señorita, ha cometido usted una falta grave!
- Señor, usted estaba amenazando a una niña de 7 años en pleno ataque de pánico - mascullé.
- ¡Esa niña es peligrosa!
- MI HERMANA NO ES PELIGROSA - gruñí - Y baje esa porra de una jodida vez antes de que se la meta por donde no da el sol, capullo.
Así hizo, a regañadientes, por lo que me levanté del suelo con Eri en brazos, e Inko se nos acercó.
- L-lo siento, Shayumi, todo ha sido muy rápido, no sé qué ha pasado... - me dijo.
- No, no te disculpes, seguro que no es culpa tuya - suspiré, y miré a Eri - Corazón, ¿Qué ha pasado...?
- E-estaba con la mamá de Deku, y unas personas que pasaban han dicho que las prisiones se han roto... - explicó Eri, lagrimeando un poco - ¿Chis-saki está libre...?
- Oh, cierto, las prisiones... Mira, Eri, no sé si Chisaki ha llegado a escapar, pero no dejaré que se acerque a ti. Haré todo lo que haga falta para protegerte.
Le acaricié la mejilla, y sus ojos se abrieron como platos.
- ¿Pasa algo?
- T-tus manos son suaves...
- Pero eso es normal, ¿No? - preguntó Inko.
- No, mis manos son rugosas por mis... - me miré las manos - Cicatrices...
Me quedé sin palabras al verme las manos, sin ni una cicatriz en ellas.
- ¿Pero qué-? - mascullé.
Dejé a Eri en el suelo y me llevé la mano a la nuca, y después la bajé un poco para localizar la cicatriz de mi espalda, sin éxito. Me levanté un poco el pelo de la zona de la sien y miré a Inko.
- Debería tener ahí una cicatriz pequeña, ¿Puedes decirme si sigue estando?
Inko asintió con la cabeza y se acercó a mí.
- Sí, la veo - respondió, y yo suspiré - ¿Qué es lo que pasa?
- Mi cuerpo ha sido rebobinado a algún momento entre el ataque a la USJ y el secuestro - expliqué.
- ¿Rebobinado? ¿Cómo? - preguntó ella.
- E-es culpa mía... - susurró Eri, llorando - L-lo siento mucho...
Me agaché a su altura y tomé su rostro entre mis manos.
- ¿Tu culpa? Eri, me acabas de curar las manos. Llevaba más de medio año con esas cicatrices, y no podía usar bien mi don - dije, tratando de reconfortarla - Y gracias a ti no tendré que preocuparme por eso, ¿Vale?
- ¿N-no est-tás enfadada...?
- Claro que no, nunca podría enfadarme contigo, y menos por esto.
Me abrazó y se aferró a mí con fuerza.
- ¿P-podemos ir ya con los papás...? - preguntó en voz baja.
- Claro, ahora vamos - la cogí en brazos y me puse de pie, para después mirar a Inko - Siento que haya pasado todo esto, no deberías tener que preocuparte por estas cosas ahora mismo...
- No te disculpes, Shayumi, es una situación difícil para todos... Simplemente me alegro de que ambas estéis bien - mostró una leve sonrisa.
Me acarició la mejilla, y se me calló una lágrima que sequé rápidamente.
- Nosotras nos vamos con nuestros padres, ve a ver a Izuku...
- Descansa, por favor... - me dijo - Tienes mejor cara, pero tus ojos siguen cansados...
- Lo intentaré...
Nos despedimos y empecé a caminar hacia la habitación de Shota. Una vez frente a la puerta, pasé saliva con dificultad, abrí y pasé.
- ¡Papás! - exclamó Eri, apañándoselas para bajar de mis brazos y corriendo hacia Hizashi.
- Shayumi, te dijimos que Eri no podía estar aquí - me riñó Shota.
Este se encontraba sentado en la camilla, con una pierna amputada de rodilla para abajo y parte de la cabeza vendada para poder cubrirle el ojo derecho.
- Pero ella necesitaba veros... - respondí, y pensé - Yo también necesitaba veros...
- Eso no quita que podría estresarse - dijo Hizashi, cogiendo a la niña en brazos.
- Ya es un poco tarde para eso - mascullé - Le ha dado un ataque de ansiedad hace un rato y su don se ha descontrolado, pero ya está todo solucionado.
Podía pasar por alto sin problema que no se dieran cuenta de que el don de Eri me había hecho efecto, pero que no se dieran cuenta de que Eri les había llamado "papás"...
- Sois unos imbéciles... - susurré.
- Yo puedo curar a papá - dijo Eri, y miró a Shota.
- No es necesario, Eri - negó él, aún sin reaccionar y completamente serio.
- Está bien - contestó la niña, algo desanimada.
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Ya había llegado el mes de abril, y todos los alumnos de 1A excepto Izuku volvimos a la residencia pocos días antes. Tras otra noche sin dormir, bajé a la cocina para llenar mi botella de agua y volví a subir a la habitación. Encontré una nota que no había visto al salir pegada en mi puerta, así que la despegué y entré en la habitación.
"Querida Shayumi,
Muchísimas gracias por todo. Ya no vale la pena mantener oculto el One For All para los de 1A, así que he escrito cartas para todos. Shigaraki y All For One me están buscando para quitármelo. Antes de que eso ocurra, debo marcharme para no poneros en peligro; no me lo perdonaría si os pasara algo.
Mucho me temo que esto es un adiós.
Izuku"Me llevé una mano al pecho y emití un quejido de dolor, dejándome caer al suelo. No podía más...
- ¡Shayumi! - oí a Uraraka llamarme al otro lado de la puerta.
- ¡Hemos oído el grito, déjanos pasar! - dijo Kaminari.
- N-no - contesté entre lloros.
- Aizawa, no deberías estar sola - insistió Iida.
- ¡Que me dejéis en paz! - chillé.
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¡Gracias por leer!Jeje, toca sufrir :)
¡Hola a todo el mundo! ¿Cómo estáis?
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Black Alchemist
ФанфикSoy @Lavender-03, he perdido mi cuenta. Estoy intentando volver a publicarlo todo aquí, pero es agotador, y necesito vuestro apoyo... Shayumi es la hija adoptiva de Shota Aizawa y Hizashi Yamada, más conocidos como los héroes profesionales Eraserhea...