96.- Entrenamiento

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Acabé de cenar, y tras reflexionar un rato, mandé un mensaje a mi padre.

Salí de la residencia y esperé junto a la puerta, mentalizándome para enfrentarle de nuevo

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Salí de la residencia y esperé junto a la puerta, mentalizándome para enfrentarle de nuevo. No tardó mucho en llegar, al verle moví la cabeza para saludarle, y él se acercó a mí.

- Todavía estoy enfadada. Pero papá me ha pedido que solucionemos esto, y creo que a ninguno nos interesa verle deprimido.

- Sigue sin parecerme correcto que te acuestes con Midoriya - advirtió.

- Y a mí me la sigue sudando, con todo el respecto, lo que tengas que decir sobre nuestra relación en ese aspecto - respondí - Y yo no he dicho que nos hayamos acostado.

- Eres muy pequeña. Y hay riesgo de transmisión de enfermedades, embarazo,... - añadió.

- No somos niños, papá. ¿Y tan irresponsables te crees que seríamos como para no usar protección? - inquirí - ¿Qué problema tienes con lo nuestro?

- ¿Qué problema no tengo? - preguntó de forma sarcástica - No me parece bien, y no tengo porqué darte más motivos.

- Pues papá y Nemuri no parecían tener ningún problema con ello, la verdad - comenté, cruzándome de brazos - ¡Tan sólo admite que no quieres aceptar que ya no soy una niña!

- ¡Lo sigues siendo!

- ¡Qué no!

Apoyé mi espalda en la pared del edificio, suspirando profundamente y dejándome caer hasta acabar sentada en el suelo.

- Estoy cansada de discutir por esto - mascullé - Es ridículo. No deberíamos pelear por una estupidez así.

Suspiró y se sentó delante de mí.

- Quiero que entiendas que todo esto es difícil para mí... - explicó - Para mí sigues siendo una niña pequeña, no puedo evitarlo. Y me cuesta ver cómo creces y te vas alejando de nosotros.

- Hace años que no nos veíamos tanto - interrumpí.

- Sabes a lo que me refiero, no te hagas la tonta ahora - suspiró, para después continuar - Me da miedo que te estés precipitando y que acabes dañada por esto.

- Izuku no me haría daño.

- Eso ya me lo dijiste en su momento cuando os descubrí en la zona común, pero no quita el hecho de que vais muy rápido, ¿no crees? - explicó - Os conocéis desde hace menos de un año, y lleváis juntos ¿Qué? ¿Llegáis a los 5 meses?

- No vamos tan rápido, y no es para tanto.

- Solo quiero que pienses si estás haciendo bien. Respeto y aprecio a Midoriya como su profesor, pero como tu padre... ¿Estás segura de que es el indicado?

- Él me hace increíblemente feliz, y me hace sentir segura en todo momento. Me apoya con la terapia, con las pesadillas, con las inseguridades que me surgieron tras el secuestro,... Solo con estar a su lado ya me alegro, y es verle sonreír o oírle decir mi nombre cuando se acaba de despertar, y mi corazón va a mil por hora, y siento la cabeza en las nubes,... Podemos pasar horas hablando de estupideces, y nunca nos cansamos. Podría pasar el resto de mi vida con él, pero aún en el caso de que lo nuestro se quede como un simple "amor de instituto", no me arrepentiría de nada...

- Estás muy enamorada de él, ¿no? - suspiró.

- Le amo muchísimo - respondí - Y sé que él me ama.

Se quedó en silencio unos segundos, para después levantarse del suelo y apretarse el puente de la nariz con los dedos.

- Está bien... Dejaré de inmiscuirme en vuestra relación - cedió - Siempre y cuando mantengais un poco el decoro delante de mí.

Traté de reprimir una leve risa.

- Entendido - respondí.

Me levanté del suelo, nos despedimos y volví a entrar en la residencia. Izuku se acercó a mí al verme, y me dio un beso en la mejilla.

- ¿Dónde estabas? - me preguntó - Te fuiste sin decir nada...

- Estaba fuera, hablando con Aizawa-sensei - expliqué.

- ¿E-está todo bien?

- Todo solucionado, tranquilo - respondí con una leve sonrisa.

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Habían pasado ya un par de semanas de aquello. All Might, Bakugo y yo habíamos estado ayudando a Izuku en sus entrenamientos para controlar el "Flotar" de Nana Shimura, pero a la vez teníamos que conseguir que perfeccionase el "Látigo negro". Intentaba usar este último, con mi ayuda y explicaciones, para atrapar a Bakugo, que volaba haciendo uso de sus explosiones y le atacaba con ellas, pero no parecía servir de mucho. Lo único que habíamos conseguido es que el pelo de Izuku se quedara estúpidamente encrespado por culpa de las explosiones.

Así que, tras debatirlo un rato y examinar todos sus pros y sus contras, decidimos llamar a Uraraka, Asui y Sero al "Gimnasio Gamma".

- ¿Y qué...? - empezó Sero.

- ... queréis... - continuó Uraraka.

- ... que hagamos? - terminó Tsuyu.

- Lamento pediros esto cuando estáis tan ocupados... - se disculpó All Might.

- ¡Solo quería pediros vuestros consejos respecto a mi nuevo poder! - exclamó Izuku.

- ¿Te refieres al "Látigo Negro"? Ya puedes usarlo, ¿No? - inquirió Sero - No importa eso, ¿qué le pasa a tu pelo...?

- Oh, esto se debe una serie de derrotas durante mi entrenamiento "Atar a Kacchan con el "Látigo Negro"" - explicó Izuku - No pude capturarlo, así que... Quería pedirle a Sero consejos sobre cómo manejar objetivos que se mueven rápidamente, ya que usa su kosei de manera similar.

- ¿¡No hay nada en las reglas sobre explosiones !? - se escandalizó Uraraka - ¡Bakugo, eres tan terrible como siempre!

- ¡Deku es el que quería un combate real! - se quejó él.

- Si lo que quieres son habilidades, ¿No deberías preguntarle a Aizawa-sensei y Shayumi? - preguntó Sero.

- Después de mucho entrenar hemos llegado a la conclusión de que tú serías más útil que nosotros en esta situación - expliqué - Mis cintas son manipuladas por mis manos en todo momento, pero las tuyas y el "Látigo Negro" de Izuku van a vuestra voluntad, por decirlo de alguna forma, así que no es exactamente lo mismo. Además, aunque mi padre tiene bastante más experiencia y quizás podría ayudar, está ocupado con otros asuntos más importantes y no tiene tiempo.

- ¿¡Cómo puedo ayudar!? - preguntó Uraraka mientras golpeaba a Bakugo junto con Tsuyu - Aunque todavía me estoy acostumbrando al cable...

- ¡Espero que pueda aprender a frenar mientras está en el aire mediante tu kosei, joven Uraraka! - exclamó All Might.

- Sin embargo, Deku siempre está saltando - comentó Uraraka.

- Como un conejito - apuntó Tsuyu.

No pude evitar sonreír enternecida ante la comparación.

- ¡Está mejorando su tiempo en el aire junto con su kosei! - explicó el ex-héroe, siendo eso una excusa para no revelar la existencia de un nuevo kosei - Necesita seguir superando sus límites cuando está en el aire.

- Estoy escribiendo notas sobre las técnicas de todos, incluidas las de los Aizawa - añadió Izuku - ¿Podríais compartir algo conmigo...? Como cómo usar el cuerpo, y cómo se siente y tal...

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