99.- Primera parte: Completada

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- ¡Debemos apresarlos a todos! - exclamó Edgeshot, que estaba al mando de nuestro batallón - ¡Estos son soldados entrenados, dispuestos a sacrificarse por su causa! ¡Dejar a tan solo uno de ellos pasar de largo supondría una amenaza pública! ¡Así que pelead! ¡Defended nuestra sociedad!

Pronto apareció un enemigo metros más adelante.

- Cuantos seáis... No tiene sentido - dijo, dándose en la palma de la mano con un taser - ¡Simplemente les "cargaré" y los mandaré a volar! ¡Sin duda alguna, mi kosei es lo mejor de lo mejor!

Su cuerpo empezó a emitir una gran energía eléctrica. Justo cuando iba a lanzar una enorme carga hacia los héroes, Kaminari se colocó ante nosotros, absorbiendo el ataque.

- ¡Perfecto! ¡Ya hay uno neutralizado! - clamó - No preocupemos a los que están en la retaguardia... ¡Y cacemos a todos!

Edgeshot se plegó para atravesar rápidamente a varios oponentes, atacando sus pulmones y creando pequeños agujeros en estos para que dejasen de atacar.

- ¿De verdad han traído a unos críos? - rió uno de los oponentes, que se acercaba a mí.

- Deshagámonos de ellos primero, ya nos ocuparemos de los adultos después - contestó otro.

- Ya os gustaría - mascullé.

Me agaché lo bastante como para tocar el suelo con las manos, usando mi kosei y atrapando así a ambos por los pies. Uno de ellos logró liberarse, pero rápidamente le rodeé con mi arma de captura para atraerlo hacia mí, y le golpeé en la cabeza lo bastante fuerte como para dejarle inconsciente.

- Que vengan todos los que quieran - susurré con una sonrisa ladeada, lista para continuar.

Nemuri usó su kosei para aturdir a un gran número de enemigos, a los que luego Kamui Woods se encargó de inmovilizar con sus ramas. Viendo que un gran número de oponentes se acercaba, Honenuki y yo usamos nuestros respectivos koseis para ablandar el suelo, atrapando así a muchos de ellos, y luego Komori se encargó de cubrir la zona con setas que expulsaban esporas levemente venenosas, dejando a los oponentes fuera de combate pronto.

- ¡Black Alchemist! ¡Tsukuyomi! ¡Conmigo! - nos llamó FatGum.

- ¡Sí, señor! - respondimos al unísono, dirigiéndonos hacia él y Amajiki.

- ¡Un gran grupo de oponentes está reunido en las instalaciones subterráneas! - exclamó FatGum.

- Ya nos ocupamos de las diferentes salidas que tenían disponibles... - explicó Amajiki.

- ¡Solo hay otras cinco rutas posibles a través de la mansión! - añadió el pro-héroe mientras corríamos.

- Esos pasadizos estaban fuera de mi alcance y el de Cementoss - observé - Pero creo que ahora podré encargarme bien de ellos.

- ¡Os seguiré y podremos cerrarlos! - dijo Tokoyami.

- ¡Claro, niños!

Empezaron a aparecer muchos enemigos, con la intención de usar sus koseis contra nosotros.

- ¿¡Cómo encontraron este camino!? - gritó uno de ellos.

- ¡Estad en guardia y defendedlo! - exclamó otro.

- ¡Estás despierto, Suneater! - avisó FatGum.

- ¡Entendido! - respondió, usando su kosei para transformarse.

Sus extremidades se transformaron, creando tentáculos y una cuchilla en sus brazos, cuernos en su cabeza y un cuerpo de caballo debajo de su torso. Logró atacar a muchos enemigos, inhabilitándolos al momento.

- Mis disculpas, pero por favor, quedaos quietos... - les dijo a los enemigos.

- ¡Impresionante eslogan! - le dijo FatGum - ¡Dilo de nuevo!

- ¡Oh, para! - dijo Amajiki, avergonzado, mientras se cubría el rostro con las manos.

Tokoyami y yo entramos en el pasadizo, mientras FatGum se detuvo en la entrada para asegurarse de que nadie más entrara.

- ¿Está despejados? - preguntó Tokoyami.

- ¡Sí! ¡Muéstrales lo que tienes! - exclamó FatGum.

- Nos ocuparemos de los pasajes de la manera más eficiente posible - dijo Tokoyami, liberando DarkShadow.

DarkShadow se desató, destruyendo todo lo que encontraba. Usé mi kosei en las paredes del pasadizo para asegurarme de que el edificio no se derrumbara sobre nosotros. Cuando parecía que DarkShadow había encontrado a los enemigos restantes al final del pasadizo, Tokoyami le hizo regresar.

- ¡Increíble! En un abrir y cerrar de ojos... - exclamó FatGum.

- Fumikage... - lo llamó DarkShadow - Bajo tierra... Tienen algo extremadamente peligroso...

- Lo sé... Y pensar que tenían a alguien que pudiera enfrentarse a mi "Ragnarok"... - comentó Tokoyami, refiriéndose a su movimiento especial.

- ¡No! ¡Ese tipo no! - corrigió DarkShadow - Es... ¡Un monstruo!

- ¿Qué quieres decir? - le pregunté - ¿Quizás un Nomu? No se suponía que estuvieran aquí...

- Definitivamente no era un Nomu - respondió DarkShadow.

Tokoyami y yo nos miramos, confundidos.

- No os preocupéis por eso, por lo que he oído, ¡no hará nada! - explicó FatGum - Parece que no se moverá sin las órdenes de su jefe... Y da la casualidad de que hoy se toma el día libre... ¡Ahora, regresemos! ¡Quedaos cerca de mí hasta que lleguemos a la parte trasera!

Nos recogió y nos metió entre la grasa de su abdomen, para mantenernos protegidos, y empezó a correr.

- ¿No creéis que esta misión va demasiado bien? - comenté.

- Aparentemente Hawks se infiltró en el grupo enemigo - dijo FatGum.

- ¿¡Hawks!? - preguntó Tokoyami.

- Yo tampoco sé mucho sobre eso... - explicó FatGum - Quizás él también esté en esta incursión...

Momentos después, los estudiantes de primer año estábamos todos dentro de la grasa de FatGum, mientras corría para sacarnos del edificio.

- ¡Cuidado, moveos! - exclamó - ¡"FatTaxi" llegando!

- ¿Realmente tenemos que ir a la retaguardia ahora? - preguntó Honenuki.

- ¡Podemos hacer más para ayudar! - se quejó Kaminari.

- Los eliminaremos gradualmente, y cuando los hayamos encerrado, los arrastraremos hacia abajo con algunos ataques de amplio rango, ese era el plan... - explicó el héroe - Os hicimos venir a la primera línea y ayudar a someter a una gran cantidad de las fuerzas enemigas con vuestros koseis de largo alcance... ¡Y luego encerrarlos! ¡Y ahora, hemos terminado de aprovechar vuestras fuerzas, niños! Ahora es el turno de que los adultos actuemos de verdad...

Entonces se oyó un fuerte estruendo, y los que pudimos girar la cabeza lo bastante como para ver qué pasaba, vimos como una gran llamarada de fuego azul salía de la ventana central del ático del edificio.

- Dabi... - pensé.

- ¡Para, Tsukuyomi! - exclamó FatGum, mientras intentaba impedir que Tokoyami saliera de su abdomen - ¡No puedes marcharte!

No sirvió de mucho, puesto que Tokoyami usó a DarkShadow para liberarse del ataque del héroe e ir volando rápidamente hacia la ventana. Parecía que se acababa de complicar la operación.

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