105.- Sin control

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Habían pasado un par de días desde la aparición de las notas de Izuku, y yo no había abandonado mi habitación en ningún momento. Sumida en mi tristeza, me encontraba sentada contra la puerta, para que cada vez que alguien intentaba destruir la pared que había creado para obstruir la puerta por el otro lado, yo pudiera reconstruirla fácilmente.

Estaba completamente en trance, mirando un punto fijo en el suelo, cuando oí unos golpes en la puerta de cristal de la terraza de mi habitación y alcé la mirada.

- ¿Hit-toshi...?

En los últimos meses Shinso y yo habíamos seguido entrenando juntos, y poco a poco conseguimos solucionar nuestros problemas.

- ¿Puedo pasar? - me preguntó.

Abrí la puerta de la terraza y Shinso entró con su arma de captura al cuello.

- ¿Q-qué haces aquí...? - pregunté.

- He oído que Midoriya se ha ido, y estaba preocupado por ti... Al igual que tus compañeros - explicó - Dicen que no saben nada de ti desde que se encontraron sus notas... Además, has bloqueado tu puerta con la pared.

Me miró de arriba a bajo.

- Quitando que obviamente no has comido, bebido, o dormido desde hace días... ¿Qué te ha pasado en el pelo y las manos? - recorrió con la mirada la habitación - Aunque, viendo el espejo, me hago una idea de lo de las manos...

- Creí que si rompía los espejos, d-dejaría de ver a Nemuri peinándome detrás de mi cuando me viera reflejada... Por eso hice ese desastre... - señalé el espejo - Pero no funcionó, así que... A la mierda mi pelo.

- ¿Y funcionó?

Negué con la cabeza y me senté sobre la cama.

- ¿Y tus manos? ¿Están bien? ¿Te heriste con el espejo?

- Demasiado bien... - me quité las vendas que llevaba - No tienen herida alguna, es solo que... No puedo verlas...

- Tus cicatrices...

- Eri, mi hermana, me rebobinó sin querer. A antes del secuestro... - expliqué.

- Y no tener pruebas físicas de lo sucedido te frustra... Porque el daño psicológico no es visible... Y puede hacer que parezca falso...

- ¿C-cómo lo sabes?

- Bueno, lo mío no es un secuestro, obviamente - respondió - Las palabras de mis antiguos compañeros durante años crearon una buena herida. Pero, como no había ninguna prueba física, la gente lo ignoraba como si nada pasara... Y, por un tiempo, hicieron que pensara que estaba exagerando...

Suspiré y bajé la mirada.

- Tienes que salir de aquí, Shayumi...

Negué con la cabeza.

- Y comer... Y dormir...

- N-no puedo... No tengo fuerzas... D-duele...

Lágrimas empezaron a aflorar de mis ojos.

- ¿Qué te duele? - me preguntó.

- T-todo... Absolutamente todo...

Rompí a llorar, y Shinso se sentó a mi lado en la cama y rodeó mis hombros con su brazo.

- Lo n-necesitaba a mi lado... - sollocé - T-todo está mal, y necesitaba a I-Izuku a mi lado... P-pero s-se ha ido... Y-y yo n-no pued-do más...

- Ojalá pudiera hacer algo por ti...

Una bombilla se encendió en mi mente, y lo miré con ojos llorosos.

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