›«No, lo serị

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Omnisciente

Corrieron.

Sentían que estaban en un maratón en contra del tiempo, por lo que salieron corriendo. Las palabras previamente escuchadas retumbaban en sus cabezas, sus corazones ansiaban salir de sus pechos porque, tras cada bombeo, aumentaba con fuerza sus latidos. Ellos no podían siquiera respirar paulatinamente como estaban acostumbrados por la angustia, por el temor... Por el dolor. 

Dolor.

Sentían dolor, no solo el físico de sus piernas por haberlas forzado de manera repentina a moverse con rapidez, no el que sentían en sus gargantas y pecho por no conceder su exigencia de oxígeno. Sentían un dolor indescriptible, sus cuerpos no se sentían suyos por los múltiples escalofríos que los inundaba tras cada paso, tras cada recuerdo de lo escuchado.

Servir a alguien que te haga poderoso.

Unirte a nuestra causa.

Obtener poder.

Instintivamente el agarre de sus manos se hizo más fuerte. Estaban cerca de entrar en el área del castillo donde ellos saben que encontrarán miradas curiosas. Más ninguno quería afrontar la realidad, aún no. Por lo que, con un jalón de manos, ambos ingresaron a uno de los pasadizos secretos que el castaño había descubierto junto a su grupo de amigos. Pensar en ellos aumentó más los escalofríos en el castaño, quien solo pudo sacudir su cabeza intentando alejar sus pensamientos de sus amigos.

Dentro, se permitieron parar y retomar aliento. Dentro, conectaron miradas, buscando en el contrario algo que les dijera que lo visto era una completa mentira, pero tan solo encontraron una verdad que los atemorizaba.

Lily sintió un nudo en su garganta, uno más intenso del que recordaba cuando el que era su amigo de la infancia traicionó su confianza. Uno más intenso cuando dejó que saliera  a la luz la persona que realmente era, cuando mostró que tenía los mismos prejuicios que los integrantes de su casa. Lily estaba aterrada y James lo notaba, porque él también lo estaba. A diferencia de la pelirroja, el mago de sangre pura jamás había experimentado la sensación de traición.

¿Poder? ¿Qué saben ustedes de poder?

Desperdician oportunidades.

Lo pensaré.

Pensar... ¿Pensar qué? ¿Qué tenía que pensar? ¿Qué tenía que considerar? ¿Cómo siquiera parecía querer aceptar? ¿Por qué? ¿Por qué pareciera que habían discutido de ello varias veces? ¿Por qué pareciera que es ella la que tiene todo controlado? ¿Por qué los otros estudiantes parecían tener temor y respeto por ella? ¿Cuales? ¿Cuáles eran los motivos de sus palabras? ¿Cuál era la razón para comportarse de tal forma? ¿Dónde? ¿Dónde estaba su amiga? ¿Dónde estaba su pelinegra bromista? ¿Dónde se hallaba la serpiente que no seguía los ideales del fundador de su casa? ¿Cuándo? ¿Cuándo ella cambió? ¿Cuándo fue que los traicionó?

No, aún no lo había hecho pero las palabras decían que iba a hacerlo, las palabra decían que lo era. Sus palabras delataban que estaba cerca de ser convertida en uno de los suyos, que pronto lo conocería y aceptaría. 

— Yo no quiero... — comenta el miope — No quiero creer... Ella no es... — habla sin hablar, sin saber cómo expresarse.

— Debemos de... —  la pelirroja pasa por lo mismo — Hay que decirles... Hay que decirle — seriedad, su rostro ahora mostraba seriedad a comparación de su pareja quien seguía negando confundido.

— No podemos, no a él... —  niega, sabiendo lo que decirle causaría — Cariño, ella no...  ella no puede... aún no lo ha hecho.

— Aún — repite ella, sus ojos se encuentran con la amarronada mirada que tanto adora.

Blood Traitors (Sirius y tú) Blood Saga #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora