Omnisciente
— Marlene tiene mi confianza. Ella es mi amiga y... — Lily intentó explicarse.
— Pensé que yo también lo era — pero una dolida Adha la interrumpió.
Se ahogaba.
La fuerza con la que luchaba en contra de las mareas no parecían ser las necesarias, las correctas. Adhara aún se aferraba al ancla que le había hecho compañía en todos sus viajes... negándose a abandonarlo por salvarse. Negándose a dejar en la profundidad del mar a quienes habían sido su salvación por mucho tiempo. Negándose a creer que después de la gran tormenta a la que se estaba enfrentando, ya no vendría calma, ya no existiría más paz en la cual descansar. Negándose a ver que el diluvio llegaba para arrebatarle todo.
Para llevárselos a todos.
— Yo no... — su firmeza titubea.
Estaba aterrada.
Había navegado por mares bravos. A las monumentales piedras que con intención de derrumbarla atravesaban su camino las había esquivado. Siempre las había esquivado, siempre se había salvado de ellas. Pero ahora, ya no contaba con el control de su barco. El mar no era como a los que se había enfrentado, porque ya no tan solo estaba navegando, estaba naufragando. Y las fuertes gotas de agua que caían no hacían más que advertirle que ya no podría escapar más.
Que a un diluvio ella no sería capaz de ignorar.
— No estoy diciendo que tú no lo eres, Adhara. Yo solo...
— ¿No me tienes confianza? — Completó por la pelirroja — Sincérate contigo misma, To- Lily — la corrección dolió a más de una persona — No es como si pudieras dañarme más — afirmó.
Pero no estaba en lo correcto.
Los daños siempre podían aumentar.
— Esa no es la cuestión Adhara — negó de inmediato — Podemos confiar en la otra ¿Recuerdas? — pregunta con un nudo en su garganta.
— Yo lo hago — porque a pesar de sus acciones, algo le decía, le rogaba, porque siguiera confiando — ¿Pero tú? — devolvió el golpe, escuchando cómo su voz la delataba.
Como delataba que estaba por hundirse.
— Aquel día después de historia — ignoró el dolor que su dolida voz provocó — Fuimos nosotras y compartimos todo — ambas se vieron a los ojos, buscando lo mismo que en el momento mencionado vieron.
Pero tan solo Lily pudo encontrar la luz esperanzadora que orientaba a los navegantes en sus más difíciles noches.
Porque una naufragaba de día mientras que otra lo hacía de noche.
— Te compartí todo — exclamó, negándose a aceptar que de verdad su pelirroja, que su tomatito, estaba haciendo esto.
— No todo — dijo firme, convencida de sus palabras.
— Le crees — señala, mirando a la rubia que parecía haber conseguido lo que tanto anhelaba.
— ¿Cómo no voy hacerlo? — un trueno cayó cerca de su barco, al ver como el cuerpo de Adhara se echaba para atrás, en un signo de rechazo hacia ella.
En un signo de rechazo hacia la realidad.
— Escuche tu conversación con esos chicos, servir a algo más grande que lo que cualquier carrera te puede dar. —pero la nacida de muggles estaba completamente convencida de su postura, y a comparación con ese día, no estaba dispuesta a un debate.
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Blood Traitors (Sirius y tú) Blood Saga #1
Fiksi Penggemar- Eres peligrosa... - razonó él pero, antes de que ella hablara, añadió - un amor prohibido no creo que sea del todo malo - sonrió acercándose a ella - ¿Crees que olvidaré todo lo que hemos vivido y me alejaré? - ella no podía emitir ni una palabra...