›«Nadie salga de aquí»‹

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Omnisciente

El día más esperado por los grados mayores e intermedios había llegado, aquel día se daría la salida a Hogsmeade que se hacía habitualmente para que los jóvenes pudieran despejarse. En este día nuestro ya tan conocido grupo bromista había planeado pasar todo el día en las tres escobas, debido a que hace más de una semana no visitaban a Rosmerta y se lo debían. Porque sí, para ellos, no haberla visitado desde hace una semana era un tiempo demasiado prolongado y necesitaban redimirse por haberla privado de su magnífica compañía.

Sin embargo, la emoción que tenían por pasar un día al completo todos juntos haciéndole compañía a Rosmerta, había disminuido después de haberle avisado a Adhara el plan que tenían, puesto que la serpiente había declinado la salida con la excusa de que ya tenía planes para la visita a hogsmeade y para la sorpresa del grupo, aquellos planes no los incluían. Si bien se sintieron indignados y mandaron a Sirius para que tratará de convencer a su pareja, no lograron hacerlo, ya que la fecha de este día era uno de los más odiados por los Merodeadores.

Era 9 de Enero.

Y un día como este hace 16 años un niño con tendencia quejica había nacido. Como habrán comprendido, era el cumpleaños de Severus Snape, conocido como Quejicus por sus enemigos.

Los Merodeadores supieron en ese instante que  la única manera en la que verían y hablarían con Adha por toda una semana sería en clase, ya que esta tenía la tendencia de pasar una semana entera con el cumplañero. Por lo que todas las juntas y reuniones que no tuviera incluido al cumpleañero del momento serían canceladas y evitadas por la pelinegra.

Claro, las juntas con todos pero solo teniendo de excepción de Sirius, porque a pesar de que aquella semana sería especialmente de su amigo serpiente, Adhara no podía descuidar de su querido León, por lo que sus encuentros por la noche no serían cancelados por la pelinegra, a pesar de que Severus se quejó de ello, solo para tener una excusa junto a Regulus de fastidiarla.

Y aún sabiendo todo ello, el grupo de bromistas, o mejor dicho uno de los líderes, no se daría por vencido tan fácilmente, por lo que en estos momentos él estaba yendo en busca de la Sabelotodo, como le había apodado,  para convencerla de que no los cambiará por Quejicus y que los acompañará por lo menos por una hora, a sabiendas que lo único que recibiría sería un gran "no" de su parte.

— No conseguirás nada Jamie – se burló Paula, quien también estaba incluida en los planes de los muchachos. ¿Y cómo no lo iba a estar? Si era la pareja del licántropo Merodeador y la primera mejor amiga de los demás integrantes.

— Se nota que no has aprendido nada en el tiempo que llevamos de amigos Valentina – Paula frunció el ceño al escuchar su segundo nombre – Tengo una gran habilidad de convencimiento.

Paula lo miró como si fuera un espécimen raro para luego reírse sin ningún filtro. James la volteó a ver indignado, mientras que los demás solo observaban la escena con una sonrisa, todos sabían que lo dicho por James no era del todo cierto, si bien puede convencer a las personas de ciertas cosas, no era una habilidad nata que tuviera, si hablamos de intentar convencer a Adha, no, claramente no lo lograría. 

Todos allí sabía que por la única persona que cancelaría los planes con Severus sería Paula, ya que la pelinegra nunca se negaba a algo de lo que la castaña le pedía, obviando claramente cuando las peticiones que involucraban arriesgar no solo su estado físico sino mental, allí Adha tenía que sacar su lado materno y tal cual una madre regañarla por aquellas locas ideas.

— Sí, habilidad de convencimiento – Paula se secó una lágrima que le había salido por las carcajadas que dió – Suerte con eso, la necesitarás – le dió unos golpecitos en el hombro al miope.

Blood Traitors (Sirius y tú) Blood Saga #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora