Ya listos y cambiados, los merodeadores se dirigieron hacia el gran comedor.
Los veías caminar mientras que reían y hablaban entre sí, solo Merlín sabría sobre qué.
En otro lugar, especificando, por las mazmorras, un grupo de serpientes se dirigen al mismo lugar que los merodeadores.
En aquel grupo se encontraba la recien integrante de slytherin, Adhara. Al tener una personalidad muy distinta a los demás, había conseguido rápidamente muchos amigos. Algunos mayores y otros menores. Todos estaban encantados con su nueva amiga, ya que era muy divertida y más de una vez había sacado sonrisas a mas de uno, hasta a los que nunca sonreían o reían desde hace mucho. El grupo avanzaba y, a carcajada limpia, reían de las ocurrencias de Adhara.
Las personas que veían a esos grupos, se quedaban maravillados o celosos de su amistad.
Aunque envidiaban más a una integrante de las serpientes, la cual era Adhara, como lo habrán sospechado, esto se daba al hecho de que ella a conseguido, en un solo día, lo que varios habían intentado conseguir en años: integrarse en el grupo más popular de Slytherin.
No se sabe si fue por obra del destino o de Merlín que esos grupos se encontraron, justo, en las puertas del gran comedor, solo bastó una mirada para que ellos pararán en seco y dejaran de reir.
Todo Hogwarts estaba enterado de las diferencias que tenían estos dos grupos y que las resolvían bien: a golpes o a hechizos.
La mayoria de veces que se encontraban y ningún profesor se encontraba cerca, una simple plática llena de insultos terminaba en una batalla campal.
Esta vez no iba a ser diferente, ya que los merodeadores hábilmente sacaron sus varitas pero las mantenían escondidas. Pero ellos no eran los unicos, las serpientes tambien lo hicieron sigilosamente, tanto así, que Salazar estaría orgulloso.
--- Pero mira a quién tenemos aqui. A mi asqueroso primo traidor de la sangre. ¿Como has estado, Orion? - la primera fase de la batalla estaba empezando, Bellatrix fue la que lo había iniciado.
--- Mejor que tú, me supongo, mi psicopata prima de cabello alborotado que se te hace ver más loca de lo normal. ¿cómo has estado tú, Bella? - preguntó con fingida cortesía, Sirius.
--- Bella, mejor déjalo acá. No queremos que Adhara piense mal de nosotros - susurró el menor de los Blacks, Regulus.
Ya que, para suerte de las serpientes, Adhara se encontraba unos pasos atrás con Severus, Lucius y Narcissa, pues esta última se había olvidado algo.
--- Hola hermanito, ¿Hablando en susurros? ¿Madre no te enseñó que es de mala educación hacer eso? - Sirius no se quedaría callado, tenia tanto resentimiento con su "familia", que iba a dañarlos sin importarle qué. Regulus lo fulminó con la mirada para luego darle la espalda a su hermano y, con la mirada, pedirle al novio de su prima, Rodolphus Lestrange, que calmara a Bella.
Los merodeadores estaban un poco extrañados, el año pasado sin dudar las serpientes ya les habrían lanzado algún hechizo, pero en ese momento no era así ¿Se habían sensibilizado en las vacaciones?
Rodolphus con la ayuda de Regulus intentaban calmar a Bella, la cual quería lanzarle una maldición a su primo.
Los merodeadores, más bien, dos de ellos, hartos de esperar, lanzaron hechizos a diestro y siniestro, sin dar vuelta atras. Las serpientes se defendían y se cuidaban las espaldas.
Al principio solo eran dos de los cuatro merodeadores, pero, después se integraron los merodeadores restantes.
Solo los quiero ayudar, nada más - había pensado Remus, antes de integrarse.
Las serpientes atacan con furia, pues en el momento en la cual ya habían logrado tranquilizar a Bella, y estaban listos para dirigirse al gran comedor y pasar de ellos, los merodeadores habían atacado a Regulus y Rodolphus por la espalda, ocasionando que se molestaran más. Ya que ellos se protegían la espalda, siempre.
Si te metes con uno, te metes con todos - era una de las frases con mayor importancia para ellos.
Slytherin contra Gryffindor.
¿Quién serían capas de ganar? A ambos grupos se habían unido más compañeros para apoyarlos.
Se podría decir que, aunque algún profesor aparezca, no iban a parar hasta que una casa perdiera contra la otra. El orgullo primero.
--- ¡¡EXPELIARNUS MAX!! -
Aquel grito ovacionó que todos dejarán de batallar, puesto que el hechizo había ocasionado que todos perdieran sus varitas.
Todos siguieron con su mirada como las varitas se dirigían hacia una persona, la cual había metido todas estas en una mochila. Adhara se abrió paso entre la multitud, para quedar en el medio.
- Me pueden explicar - dejo unos minutos de tensión, para proseguir - ¡¿Por qué comenzar una pelea, justo en frente del gran comedor, evitando el paso a los demás que solo quieren comer?! - su tono de voz se había elevado, no era un grito de furia, más bien, sonaba cuando tu madre te regañaba.
Todos se mantuvieron en silencio y con las cabezas gachas.
- Entonces... ¿tienen las agallas para comenzar una pelea, pero no para admitirlo? - había preguntado a los de Gryffindor, haciendo daño en su orgullo - O por lo menos ¿Sacar su astucia e intentar convencerme que no tienen la culpa? - esta vez se había dirigido a su casa - me decepcionan, y no solo a mí, si no a los demás - suspiró
Todo estaba en silencio, nadie se atrevía decir palabra alguna.
--- Silencio. ¿Solo eso saben hacer? Yo pensaba que acá iba a ser diferente. Espero y los culpables que otras personas no puedan desayunar tranquilamente den un paso al frente, no se tienen porque esconder, deben de estar orgullosos de lo que han hecho - exclamó haciendo ambas cosas, ambas eran capaces de comenzar una pelea.
De seguro se sentieron avergonzados y culpables gracias a las palabras de la Serpiento o, tal vez, porque su casa lo miraba acusatoriamente, que los merodeadores dieron un pazo adelante.
--- Fuimos nosotros - exclamaron al unisono. Mientras que un merodeador no dejaba de ver los ojos de su mejor amiga, si lo seguía siendo.
Justo cuando había avanzado, la pelinegra había alzado su mirada hacia ellos, ocasionando que el color gris y el color café de sus ojos se encontraran, ninguno había mediado alguna palabra.
El gris miraba al café con arrepentimiento, tristeza, cariño y miedo. Mientras que el café miraba al gris con decepción, sorpresa, tristeza y cariño.
--- ¿Sirius? - la pelinegra no podía dar merito a lo que miraba.
Editado
el 07/01/2019
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Blood Traitors (Sirius y tú) Blood Saga #1
Fanfiction- Eres peligrosa... - razonó él pero, antes de que ella hablara, añadió - un amor prohibido no creo que sea del todo malo - sonrió acercándose a ella - ¿Crees que olvidaré todo lo que hemos vivido y me alejaré? - ella no podía emitir ni una palabra...