›«Hogsmeade»‹

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Omnisciente

- Una apuesta es una apuesta, James - señaló divertido.

- Ini ipisti is ini ipisti, Jimis - remeda el miope - ¡No fastidies, Traidor!

- Sigo ofendida porque no hayan confiado en mí, pero no puedo negarles que esta es una muy buena idea - halaga la pelinegra, chocando palmas con los creadores del reto.

- ¡Sabelotodo! ¡YO aposté por tí! ¡No los halagues! - refunfuñó el castaño.

- ¿A caso lo pedí? - cuestionó, con intención de fastidiar a su amigo, este negó con los brazos cruzados.

- Eres odiosa, Adhara - comentó, causando que una sonrisa apareciera en la serpiente.

Sabía claramente que no lo decía en serio.

- Yo también te tengo cariño, Mister Ego - respondió, una sonrisa floreció en el rostro del miope, quien de inmediato intentó borrarla con fingida frustración.

No podía molestarse con la serpiente.

- ¡Sin trucos, sabelotodo! ¡Sin trucos! - la aludida rió - ¿No me das ningún concejo? - cuestionó con esperanza, el par de amigos conectó miradas.

- Eres Mister Ego - dió a conocer - Tu estilo y elegancia bastará para deslumbrarlos - guiñó un ojo en su dirección.

- No puedo creer que vaya a hacer esto - exclamó con más valor, asegurándose que su escoba estuviera en buen funcionamiento.

- Y no te olvides, es toda una vuelta por el castillo - señaló Peter, entregando una tela al miope.

- Son de lo peor, de verdad que lo son - murmuró para sí mismo, poniéndose la capa que el rubio le entregaba.

- Piensa que estás en una carrera - le recomendó Remus, asegurándose de que la vestimenta estuviera de acuerdo a lo planeado.

- ¿De qué me serviría eso? - cuestionó, asegurándose de tener bien sujeta la corbata.

- La adrenalina causará que vueles más rápido - aclaró Sirius intentando no reírse de las apariencias de su amigo.

- Chucho pulgoso - amenazó tratando de que no se atreviera reír, pero esa acción fue suficiente para que el ojigris dejará escapar las carcajadas que había retenido.

El miope bufó por la acción de su amigo del alma. En serio no podía creer que Frank y Peter hubieran tenido tal idea, no negaba que era buena ¡Claro que lo era! Pero ser la víctima de esta provocaba que negara lo pensado. Agradecía que para estos momentos, la pelirroja no se encontraba, no quería pensar en la vergüenza que sentiría si ella estuviera presente. Se miró por última vez, la Sabelotodo le habría recomendado que no se viera en un espejo porque, de ser así, obviamente tendría menos ganas de salir con lo que traía vestido. Por más que ansiaba saber si realmente se veía como un bufón, confiaba en las palabras de su amiga y si ella decía aquello era porque tenía razón, su apodo lo decía, al fin y al cabo, ella siempre acertaba.

─ Bien, creo que estoy listo ─ anunció, sus dos amigos organizadores del reto lo examinaron.

─ Sí, ya lo estás ─ aceptó Peter ─ Ahora, es tu turno.

─ Que tengas un muy lindo Paseo, James ─ deseó Frank entre risas.

─ Aprovecha que aún no es hora de la cena ─ el pelinegro comentó.

─ No lo hagas fantasear, no podrá ser tan rápido ─ comentó Remus, el miope frunció su ceño ante ello.

─ ¿Eso crees, Lunático? ─ cuestionó con su tono retador ─ ¡Nos vemos en la cena con una ropa más decente! ¡Verás que lo lograré, Lunático y me darás de tu chocolate! ─ exclamó antes de salir corriendo de la sala común.

Blood Traitors (Sirius y tú) Blood Saga #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora