Omnisciente
En la cima de la torre de astronomía, junto a la luz de la luna, ambos pelinegros conversaban animadamente, mientras que eran abrigados con una manta que los rodeaba.
Charlaban de todo, y a la vez de nada, conversando sobre temas absurdos y otros importantes.
A decir verdad, lo único que querían en ese momento, era disfrutar de la compañía del otro.
— ¿Que harás en las vacaciones? – preguntó el apodado estrella.
— Lo mismo de siempre, volver a aquel lugar y salir de vez en cuando para visitarlos – contestó – ¿Y tú? ¿Que piensas hacer?
— Bueno, creo que tendré que volver al martirio que tengo como casa – suspiró – y escaparme para ir con James – se encogió de hombros.
Él ya quería irse de aquel lugar, pero intentaba aguantar todo con tal de estar junto a su hermano, que a pesar de que esté lo ignorara, seguía siendo su hermano.
— Bueno, sabes que puedo ir a visitarte – Sirius la miró con incredulidad, ella le dio un pequeño empujón de juego – no me mires así, no es mí culpa que tú familia me ama a mí más que a ti.
— ¿Quieres hacerme compañía o la vida imposible? – la fastidio – Si vas, tendría que escuchar las absurdas palabras de mí madre – carraspeo su garganta – Hay, querida Adha, no sabes lo orgullosa que estoy de que sigas manteniendo tu status de sangre pura y los ideales que está familia tiene, no como otras personas que son la deshonra de la familia, que son lo peor que a alguien le pudo haber pasado – imitó a su madre.
Ambos compartieron una mirada antes de reír.
Las miradas de ambos se encontraron y sus respiraciones también. Sin quererlo, el primogénito de los Blacks desvío su mirada hacia los labios de su amiga, mientras que está, no podía evitar sonrojarse, al notar dónde iba su mirada, y sin siquiera esperarlo, imitó su acción.
Parecía que los labios de Adha lo estaban seduciendo, al estar tan cerca de ella podía notar el color rojizo que tomaban, y como el tenerlos entreabiertos lo invitaban a besarla.
Cada vez estaban más cerca del otro, la pelinegra lo notó, se lamió los labios, seduciendolo más, para luego alejarse en el instante en qué Sirius perdió la cordura.
— ¿Qué dices de ir a una feria? – preguntó para cambiar el ambiente.
Suspirando, se alejó mientras que concordaba con la idea idea.
— ¿Y si vamos a uno muggle?
— ¿Cómo el de al otra vez? – ella asintió – Podría ser divertido.
— Entonces está decidido – sonrió.
Y con aquella charla, cada uno se despidió para irse a su sala común.
(...)
El tren había llegado a su destino, el quinto año ya había acabado, y las vacaciones se hicieron presentes. De poco a poco los alumnos fueron bajando, despidiéndose de sus amigos y reéncontrandose con sus familiares.
O bueno, la mayoría de ellos, porque algunos simplemente se iban solos, como en el caso de una pelinegra.
— Sí, lo sé Geme – Adhara sonrió mientras que abrazaba a su gemela – No te preocupes, te escribiré.
— Más te vale que lo hagas, y acuérdate que nos reuniremos en la casa de...
— ¡En mi casa, querida sabelotodo! – James apareció sonriente, causando suspiros de finas chicas.
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Blood Traitors (Sirius y tú) Blood Saga #1
Fanfiction- Eres peligrosa... - razonó él pero, antes de que ella hablara, añadió - un amor prohibido no creo que sea del todo malo - sonrió acercándose a ella - ¿Crees que olvidaré todo lo que hemos vivido y me alejaré? - ella no podía emitir ni una palabra...