Bajo la Luz de Luna

Cap. 7: El conflicto de colmillos y pulgas.

Remus despertó tres minutos antes de que la alarma de su celular sonara a las seis cuarenta de la mañana, así que estuvo a tiempo de levantarse y apagarla sin problema para no molestar a sus compañeros y que se levantaran por su propia cuenta. Disfrutó un baño temprano de agua caliente, tomó su uniforme de la escuela y se vistió en el baño, además de que aprovechó los minutos adecuados para acomodarse el cuello de la camisa abajo, la corbata y el suéter. "Todo oculto, nada fuera" pensó como un mantra mientras se acomodaba una última vez el dobladillo del cuello de la camisa de la escuela. Una vez terminó de colocarse la insignia con el emblema de los leones, se peinó y cepillo los dientes. 

Cuando salió del baño vio que James, Frank y Peter se estaban levantando apenas, Remus se dio cuenta que James sacudía a Sirius con uno de sus pies mientras lo veía con el ceño fruncido y un rostro somnoliento aún. 

— Los veré en el comedor, apartaré una mesa pero dense prisa. — Les avisó tras tomar sus cosas y escoger un libro para leer por la mañana. 

Remus bajó por los pasillos y los recorrió con total calma admirando el suave brillo del sol en los muros de roca. Cuando llegó al comedor, que fue una gran suerte haber estudiado un poco de la estructura del lugar antes de ingresar para no perderse, se dio cuenta que muy pocos estudiantes ya habían bajado para desayunar, entre los de su casa y grado solo encontró a Dorcas desayunando mientras sostenía una tableta en sus manos, parecía leer algo. Viendo que la mesa en la que estaba la niña era lo suficientemente grande, se dirigió a ella y se deslizó al frente, Dorcas lo miró y sonrió formando un hoyuelo en sus mejillas. 

— Buenos días, Remus. — Dijo con amabilidad, Remus se sintió un poco más tímido por no haberlo dicho primero al pasar a su lado. 

— Buenos días. — Respondió con una suave sonrisa. 

— ¿Vas a buscar tu desayuno? Yo cuido tu lugar. 

— Sí, gracias Dorcas. — Remus se apresuró a dejar su mochila y el libro sobre la mesa mientras se dirigía a las filas donde ya había algunos hombres esperando a que los alumnos se acerquen, suponía que tenían una actitud tan floja porque aun no eran muchas más personas las que iban llegando. Tomó una bandeja y le entregaron un plato con tostadas de mermelada, pidió un poco de fruta picada y un vaso de jugo de manzana. Regresó a la mesa y se dio cuenta que Dorcas trataba de mirar el libro que trajo consigo. — Es Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen.

— Se me hizo conocido el título, solo he visto la película. — dijo ella con un leve rubor en sus mejillas haciendo que su piel luzca un poco más oscura, a Remus le pareció adorable, igual a James le sucedía algo similar cuando se sonrojaba. — ¿Cuál dices que es mejor? 

— Me gustan ambos. — Dijo riendo un poco. — Pero disfruto mucho más el libro, aunque Lydia se me hace más insoportable... 

— ¿Era la hermana menor? ¿La que se casa ilegalmente? — Remus asintió con la cabeza. — Incluso en la película. — Ambos rieron y se quedaron unos minutos en silencio mientras comían de sus desayunos. Remus abrió su libro pero mientras lo hacía miró un poco a Dorcas, no se había dado cuenta que el cabello de la niña era muy rizado y esponjado, pero los rizos formaban perfectas ondas que parece que tenía controlados porque se los ataba a una cola. — Creo que... tendremos buen clima. — Comentó ella mientras mordía de un coctel de frutas que tenía en su bandeja. 

— ¿Estas leyendo las noticias? — Dorcas asintió con la cabeza. Remus no comentó nada más porque parecía concentrada leyendo algo, así que simplemente se dedicó a sacar su celular y revisar si su mamá leyó su mensaje, suponía que no porque aun era temprano. Levantó de nuevo la mirada esperando ver a sus amigos entrar, pero aún no había señal de ellos. — ¿Solo tú ya bajaste a desayunar?