Cap. 34: Pedir Y Decir Mucho.

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Remus miraba las casas por la ventana, casas que ni si quiera merecían ser llamadas así, mucho menos reflejaban el concepto de mansión que él tenía. Malfoy solo se limitaba a señalar cuáles no eran viviendas y eran usados como centros de reuniones para eventos diferentes, lo que las hacía parecer todavía más extravagantes.  

Dejando de lado el intercambio de palabras sobre las casas, permanecieron en silencio la mayoría del viaje, y solo hablaron para avivar la curiosidad de Remus por el lugar y las calles. Fuera de eso siguió mirando por la ventana e ignorando que Malfoy parecía más interesado en verlo a él que a otra cosa. Remus era más consciente que pasaba lo mismo en la escuela, igual cuando se veían a escondidas para jugar o simplemente hablar, y aunque Moony no tenía la menor idea de qué se le hacía tan interesante en observarlo, comenzó a acostumbrarse tanto que le restó importancia. 

Miró con atención como el auto negro giraba en una curva y entraba en una larga calle bordeada de árboles hasta dar con unas altas rejas doradas. Desde donde estaban logró ver el edificio, por no decir que la fachada era mucho más idéntica a un castillo. Los balcones más altos estaban sin luz, pero los otros más cercanos se iluminaban con luces decorativas amarillas, dando un aire mucho más elegante. 

— Ve por la parte trasera, por favor. — Ordenó Malfoy, dejó de prestar atención a Remus para pensar si era adecuado acercarse a sus padres y decirles que se adelanten. Como mínimo podría avisarles, pero el problema estaba en que su padre lo mataría. — Lupin, voy a bajar un momento para ir a ver a mis padres. No debería tardar mucho, y por favor, no vayas a bajar del auto. 

— Tampoco es muy sensato que vean vagando a un desconocido en los jardines. — Se limitó a responder, Malfoy le sonrió y luego salió por la puerta abierta que su mayordomo sostenía. 

Cuando la puerta se cerró, Remus siguió a Malfoy con la mirada hasta que se perdió entrando por unas puertas grandes por las que salía y entraba personal del lugar. Suspiró con cansancio mientras recorría el jardín con los ojos; Era bastante grande y había arbustos bien podados con formas extrañas, algunas eran entendibles, y en otras no distinguías si eran un ave o un caballo.

Sin embargo, dejó de mirar los arbustos cuando vio dos figuras moverse entre estas, corriendo de arbusto en arbusto y escondiéndose detrás de troncos, cada vez más cerca del auto que estaba aparcado. Una vez que las figuras fueron más visibles, Remus se dio cuenta que se trataban de Theodore Nott y Evan Parkinson. Creyó que subirían al auto y se alarmó al pensar que en ese momento solo se encontraba él, pero entonces ambos corrieron a otro auto negro y abrieron la puerta de un tirón para subirse. Remus saltó sobre su asiento cuando la puerta fue abierta y Malfoy entró de nuevo. 

— Acabo de ver a tus amigos subirse a ese auto. — Dijo mientras señalaba el vehículo que se iba a prisa del estacionamiento. Lucius puso los ojos en blanco al tiempo que bufaba. 

— No querían pasar todo el rato en la fiesta, se pusieron de acuerdo para escaparse unas horas. 

— ¿Tu no quisiste ir con ellos? 

— Me avisaron tarde de sus planes, y mi padre nunca me quita los ojos de encima cuando estoy en los bailes. No iba a ser posible. — Se encogió de hombros y Remus frunció el ceño mientras el auto volvía a arrancar. 

— ¿Qué hay de ahora? ¿Tu padre no se va a dar cuenta? 

— Por suerte solo vi a mi mamá, y ella me dijo que no había problema si llegaba un poco más tarde. Mi padre estaba distraído con algunos de sus socios y no tuvo tiempo de decirme algo al respecto. — Contestó despreocupado. En realidad hablaba enserio cuando dijo que fue una suerte, normalmente su padre no lo regaña si se encuentra hablando con sus socios, y su mamá lo consciente en todo. Así que cuando dijo que iba a tener que atender una emergencia con un amigo, ella aceptó. Si había alguien que comprendía lo muy aburrido que era estar en esas fiestas, era su madre. Lucius tendría que intermediar cuando su papá se ponga a discutir con su mamá por eso. — Tardaremos al menos una hora en llegar a tu casa con el trafico. — Informó mientras revisaba el camino por su celular. 

Bajo la Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora