Cap. 45: Paciencia.

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Era absurdo no contemplar con más detenimiento el color de sus mejillas, el brillo en sus ojos o las sonrisas tímidas que tenía cuando sus amigos no dejaban de bromear. Lucius tenía tan bien memorizado las reacciones de Remus que fácilmente podría deducir cuáles estaban destinadas a él. No era un acosador, o eso quería pensar, pero las tardes en la biblioteca se volvían mucho más llevaderas cuando lo observabas, es agradable luego de un largo tiempo de estudio.

Las nevadas continuaban, e incluso con los últimos días de invierno presente, Lucius sentía que todo su mundo se llenó completamente de color luego de que Remus lo aceptara. Casi pensaba que Theo tenía razón en decir que consumió alguna droga extraña. Lucius siempre se burlaba contestando que esa droga tenía un inusual sabor a chocolate.

Negó con la cabeza feliz cuando Remus se sonrojó a la distancia mientras llevaba unos libros entre los estantes de la biblioteca, Pettigrew lo seguía de cerca mientras los otros dos idiotas caminaban y se empujaban en juego.

— No es broma, por piedad deja de sonreír — Se quejó Theo con fastidio —. Puede que el resto no se haya dado cuenta de a quién miras, pero sigues sonriendo como idiota — Lucius puso los ojos en blanco y sonrió con frialdad.

— ¿Mejor?

— Sigue siendo una sonrisa — Contestó Theo con los ojos entrecerrados. Suspiró en cansancio y volvió a tomar su lápiz para escribir en el cuaderno —. Hasta que tu querido amor no se vaya de la biblioteca no se te pasará el efecto.

Evan soltó una carcajada por lo bajo y levantó la mirada de su libro.

— Theo, te estas ganando una golpiza limpiamente — Amenazó Lucius mientras regresaba a sus apuntes.

— No estoy diciendo ninguna mentira — Se defendió Nott.

— En realidad no, pero estas hablando de su novio, así que no lo molestes — Comentó Evan. Theo soltó una risita infantil que hizo que los otros dos arquearan una ceja.

— Es cierto, olvidé que ya eran novios oficiales.

— ¿Después de la escena que se armaron en el corredor? Eres un idiota, Theo — Dijo Evan con diversión y se mordió el labio para no soltarse a reír a carcajadas. Lucius no se contuvo, intentó mantener su rostro serio, pero su labio tembló en una sonrisa. Cada vez que recordaba la forma en que Remus lo acorraló, su pecho se calentaba.

— Lo reconozco. Casi pensé que sería tu amor imposible de por vida ¡AY!

Lucius pisó el pie de Theo con fuerza, el chico se iba a quejar por el trato tan brusco cuando reconoció los ojos de advertencia del rubio. Palideció cuando escuchó unas risas a su espalda, se giró para encontrar a unas niñas de Hufflepuff riendo y observándoles con diversión mientras salían.

— Y es así como un chisme no va a tener fin... — Se quejó Lucius, Theo se sonrojó avergonzado y levantó un libro para ocultar su rostro.

— No creo que tenga algo de malo mientras no sepan quién es — Dijo Evan para defender la angustia de Theo —. En realidad nadie sospecha nada de él, o de cualquiera. Es más fácil imaginar cuál es tu tipo de chica que de un chico. Los chismes se quedarán como tal, y tampoco te afectan.

— Yo no tengo problema en eso, mi reputación se creó con los chismes — Dijo Lucius con una mueca —, pero él no. Le gusta permanecer ajeno a cualquier cosa que atraiga la atención.

— Y vuelvo a repetir que nadie sospecharía de él.

— Yo no estaría tan seguro — Comentó Theo bajando el libro —. Tiene su propia reputación gracias a sus amigos y el accidente que tuvo. ¿Sabes a cuántas niñas he escuchado decir que es tierno y lindo? Apostaría que la mayoría de ellas tienen un verdadero crush con él.

Bajo la Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora