Cap. 36: Ultraje Del Sueño Y El Perfume.

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Siguió contemplando el castillo, vagando desde afuera entre el lago y los jardines. El verano estaba próximo y con el llega el inicio de muchas cosas. Remus se apoyó en el tronco de un árbol, bastante inconforme con no saber qué hacer. Sabía que quería entrar a la competencia, de cierta forma iba a ser una experiencia totalmente nueva que quería acumular en su libro de vida, la desventaja es que era un terreno bastante desconocido, no lograba ver con seguridad todas sus opciones, y muy a su pesar sus pensamientos solo se enfocaban en el inminente fracaso. Algo que le dejaba una sensación amarga.

Contempló el lago, escuchando las voces de los demás estudiantes que decidían que era tiempo de regresar a la escuela y se iban, Remus aguardó a que el silencio inundara, con los suaves chapoteos de algunos peces y el sonido de las copas de los árboles bailando con el vienro, era la ventaja de que la escuela este en un gran campo junto a un bosque, tenías el brillo de la naturaleza tan cerca que era difícil no perderte en ella.

— Muy extraño encontrarte sin tus amigos a esta hora del día — Dijo una voz bastante conocida mientras se acercaba. Remus sonrió de lado cuando Malfoy se detuvo a su lado — . Si no te conociera diría que estas preocupado.

— Y efectivamente no lo haces. Un año no es suficiente para conocerme, Malfoy — Objetó en burla, girando la cabeza para verlo a los ojos.

De día los ojos de Malfoy eran mucho más claros, más grises. Uno se acostumbraba a verlos con ese aire fantasmal de las noches, y aunque le robó el aliento, lo ocultó con una sonrisa.

— Eso es bastante malo, supongo que debemos seguir con las reuniones — Se encogió de hombros.

Remus puso los ojos en blanco y se giró para volver su atención al lago. Nunca se había preguntando qué tan profundo era, quizás era una duda que debería plantear con la profesora McGonagall, o incluso con el profesor de Historia (Ese hombre tenía más años que el director Dumbledore, James incluso decía que probablemente era de la edad del castillo).

— Pero enserio ¿Te pasa algo?

— No realmente, nada fuera de lo común — Se limitó a responder. Contempló a Malfoy con el ceño ligeramente fruncido — . Quiero hacerte una pregunta.

— ¿Qué es?

— ¿Por qué quisiste ser mi amigo? Quiero decir, sé que no hemos hablado de esto y la última vez ni si quiera respondiste, fue más una evasiva que una respuesta, pero quiero que me la digas. 

Lucius suspiró con resignación mientras miraba a diferentes direcciones, Remus pensó que trataba de buscar una excusa para ya no responder.

— ¿Es necesario?

— Absolutamente.

— ¿Por qué?

— Bueno, es extraño que mucho tiempo fuiste grosero y de repente te acercaste con un aire amistoso y amable. No lo entiendo.

— Lupin, ¿enserio eres así de molesto cuando no entiendes algo? — Remus ignoró la pregunta, observando con mucha más insistencia hasta que Malfoy rodó los ojos y asintió con la cabeza. Entonces volvió a observar alrededor asegurando de que no había nadie y se acercó un poco más a él. Remus no retrocedió cuando lo hizo, ya estaba más acostumbrado a su cercanía, pero definitivamente se tensó cuando sintió sus dedos rozando con cuidado la cicatriz en su mandíbula. La respiración se le cortó cuando el aire se volvió mucho más pesado. — ¿Alguna vez has tenido algo que te ha gustado mucho y no quieres que nada malo le ocurra? — Murmuró, inclinandose mucho más para que Remus fuera capaz de escucharlo. El otro medito un poco la idea y asintió con la cabeza. — Eso me pasó contigo...

Bajo la Luz de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora