Dentro de Mi (Erotic Rock)

76- El amigo de mi esposo (con Dave Mustaine)

Conduje hasta llegar al edificio. El portero ya me conocía así que solo me saludó moviendo su cabeza lentamente y me dejó pasar.Ni siquiera supe en qué momento había subido al elevador, ni cuando apreté los botones para llegar a su piso, pero en dos minutos, estaba parada frente a su puerta pensando en todo lo mal que me sentía.Tres años de matrimonio para nada. Me quedé pensando en todo lo que había dejado por él y me sentía una tremenda imbécil. Él por mi no había hecho nada, seguía viendo a sus amigos, yendo a los partidos de baseball, esperando con su guante como un chiquilin, poder atrapar una pelota, bebiendo cerveza hasta hartarse. Lo único que había cambiado era su casa y cortar el cordón umbilical, pero yo quería un esposo que me entendiera, me acompañara, con el cual decidir juntos muchas cosas y hasta alguna de ellas eran de fácil elección, pero lo quería como parte de todo, no a alguien frío que me viese más como una empleada doméstica que como a una esposa. Siempre estaba para él hasta en lo más mínimo, pero nunca fue recíproco en nada.Cuando abrió la puerta, lo rodeé con mis brazos por su cuello. Dejé escapar una lágrima que sequé rápido.

-Hola -dijo como si tuviese algo en la boca. Al separarme de él, vi que tenía una especie de pelota en su mejilla- No te esperaba.

-Lo sé -dije entrando a su apartamento sin que me invitara a pasar. Dejé mi cartera sobre uno de sus sillones- Vine sin pensar demasiado.

-Ya lo creo -cerró la puerta y caminó hacia donde yo estaba-. ¿Y Mike? -de inclinó a tomar unos maníes que puso en un tazón para llevárselos a la boca.

-Ay... -me quejé mientras me dejaba caer pesadamente sobre un sofá- Está allí -dije señalando a la televisión que estaba a bajo volumen

-Cierto... Él tenía entradas. Me ofreció ir pero por mi trabajo, no pude salir antes.

Mientra él seguía comiendo, su compañía me hacía bien. Reparaba en que al menos él, no dejaba su trabajo por diversión unas horas antes (o incluso, un día previo al partido simulándose enfermo). Dave era más responsable, y aunque no tuviese esposa o hijos, tenía que mantenerse de alguna manera. Me saqué mis zapatillas y me acurruqué a su lado, él pasó su brazo por detrás de mi espalda. No faltaba demasiado para que el partido terminara. De todos modos, Mike iba a tardar en regresar a casa, eso me daba tiempo a estar con Dave aunque sea unos minutos.Sentí una de sus manos ir por debajo de mi camiseta, mantenía su vista al frente mientras yo miraba su rostro esperado a que volteara para besarlo. Comenzó a acariciarme despacio con las yemas de sus dedos casi provocándome cosquillas. Me revolví bajo su mano y contra su cuerpo. Como no dirigía su vista a mi, besé su cuello despacio, y él apretó muy despacio mi cabeza contra él. Metí mi mano bajo su remera, hasta llegar a su pecho y lo acariciaba y besaba mientras él seguía entretenido con la televisión. Al menos no me quitaba de su lado como lo había hecho Mike.En cuanto terminó el encuentro, apagó la tele, tomó de mi rostro y me besó con fuerza. Se quitó su camiseta y yo lo imité. Me recosté en el sofá y él llegó acariciando mis piernas hasta mi cadera para pasar a tocarme el abdomen y subir sus manos hasta mis senos aún cubiertos por el brasier. Sus labios eran suaves, sus besos exquisitos, reía entre pequeñas mordidas y succiones. Me gustaba poder tocar sus brazos, su espalda, sentir el cosquilleo que me producía su cabello en mi cuello y mi pecho, pero aún más la placentera sensación de tenerlo sin parte de su ropa, rozando mi piel.Apartó mi sostén sin dejar de besarme y bajó hacia mis senos besándolos despacio, lamiendo mis pezones y apretándolos con cuidado. Escuchar su respiración y sentir su lengua, me hacía perder la razón.

—¿Qué quieres que haga ahora? —preguntó divertido en mi oído mientras besaba detrás de mi oreja y acariciaba mi espalda.

—Quiero que me desnudes, como solo tú lo sabes hacer, Dave —llevó sus manos hacia la cintura de mi jean y lo desprendió despacio al igual que lo hizo para quitármelo.

Quedó arrodillado ante mi, mientras acariciaba mis piernas. Me gustaba verlo así, imponente frente a mi mientras desprendía su pantalón. Relamía mis labios y paseaba mis manos por mi torso, hasta llegar mis bragas. No dejaba que me tocara, de inmediato quitaba mis manos, decía que ese era su trabajo.Se inclinó y comenzó a besar mis rodillas. Lo miraba entretenida mientras sentía como con sus manos llegaba hasta mis nalgas por debajo de la última prenda que le faltaba quitarme. Cuando se iba acercando a mi sexo, arqueaba cada vez un poco más mi espalda. Era increíble con su lengua y corrió apenas mi braga húmeda y la sentí, solté un fuerte jadeo seguido de pequeños gritos. Jugaba entre mis pliegues, pero era excelente atendiendo mi clítoris hinchado. Cuando tocaba justo ahí, sentía que iba a llegar al clímax de inmediato. Acariciaba su cabello y su rostro pidiéndole que continuara. Sentí sus caricias llegando hasta mi cuello, y alcancé a succionar uno de sus dedos mientras tenía su mano sobre mi pecho derecho.No tardó demasiado en subir de nuevo hasta mi boca y dejarme probar un poco de mi misma. Sorpresivamente me sujetó del cuello con suavidad aunque su mano era fuerte, y sin previo aviso, se adentró en mi tanto como pudo.

—Ah, si, Dave. Cógeme —pedí con el aliento entrecortado.

—Síenteme, nena —jadeó en mi oído mientras se movía despacio.

Estaba duro. Lo enrollé con mis piernas y se acomodó sobre mi sin dejar de ejercer la mínima presión que hacía mi cuello.

—Estás muy caliente, Donna. Arderemos juntos, preciosa —y comenzó a acelerar sus embestidas.

Su cuerpo y el mío se mezclaban en sudor, su aroma era exquisito pero todo eso era lo menos mientras lo sentía entrar y salir de mi cuerpo de la manera más placentera que podía haber. Salió de mi y poniéndose contra el respaldo del sofá, me dejó de espaldas hacia él. Besó mi hombro libre y llevé mi mano directo a su falo húmedo y aún rígido. Lo masturbaba despacio pero él era condescendiente con ello y su mano libre tocaba mi clítoris muy despacio mientras la otra apretaba mis tetas con cuidado.Cuando sintió que no podía más, tomó mi pierna y la levantó, guió su miembro hasta mi carne de nuevo y lo introdujo rápido pero sin dejar de masturbarme. Los jadeos regresaron mientras buscaba sujetarme de alguna parte de su cuerpo. Sentía su respiración pegar en mi cuello y algún que otro beso.

—Si, Dave, si... cógeme duro —grité pero él hizo caso omiso y yo sabía bien porqué.

—Dime que soy mejor que él —pidió en mi oído.

—Eres mejor que Mike. Mucho mejor —jadeé y sentí como sus estocadas aumentaron—. Si, Dave... eres el mejor.

No dejó de tocarme mientras me penetraba y en cada movimiento, intentaba llevarme hacia él, pero el orgasmo estaba llegando en oleadas cada vez más grande. Comencé a temblar y él me sujetaba con más fuerza, mi cuerpo se retorcía y me sentía imposibilitada de controlarlo. Era un clímax salvaje, gritaba su nombre y que se detuviera pero no lo hacía, era cada vez más brusco hasta que escuché sus gritos y gruñidos de éxtasis y sus embestidas duras. Convulsioné contra él y me abrazó con fuerza.

—Dios, Dave —dije manteniendo mis ojos cerrados intentando recuperar la respiración— fue el mejor sexo que hayamos tenido.

Besaba mi mejilla, sentía sus caricias y como frotaba su rostro contra mi cabello y mi nuca sin dejar de abrazarme.

—Me encantaría que te quedaras conmigo —otra vez escuchaba esa frase.

—Lo sé. También quiero quedarme...

—Deja a Mike y quedate aquí —me di la vuelta y puse mi mano en su mejilla.

—Ya lo hablamos, Dave.

—Pero no eres feliz con él, Donna. Por favor, míranos. Estamos hechos el uno para el otro.

Veía en sus ojos la mirada que siempre se reflejaba cuando sabía que tenía que regresar a casa y eso me conmovía entera. No quería fracasar en mi matrimonio aunque ya lo había hecho, pero solo quería un poco más de tiempo para no darle la razón a mi familia, que máximo me habían dado tres años para durar casada. Sonaba a excusa estúpida pero si Dave lo sabía, iba a creer justamente que no quería estar con él y llevar la vida feliz que me merecía a su lado.

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Hola!!
Otra one shot... hace mucho tiempo que no publicaba seguido. Espero que les haya gustado porque es lo que me salió y fue muy corto. Estoy preparando otra para el sábado, así que ya saben, solo tienen que hacer su tarea de recomendar esta antología (que de hecho, me saltó en nro 2 de recomendados en el ranking, cosa que me sorprendió gratamente) y dejar algún comentario.
Ahora, publiqué capítulo nuevo de "Ahora es mi turno" en la tarde de hoy (hora argentina) y creo que no le llegaron las notificaciones a varias, pero, aviso, CAPÍTULO 18 DISPONIBLE EN "AHORA ES MI TURNO"!! y por lo que estuve ideando, le va a faltar poco para terminarla (maldita sea que ya tendría que estar terminada y basta por favor de alargar capítulos, Groupie Savage!!) Así que favor de ir a leerla así no se pierden nada oooooo guardarlo para cuando actualice nuevamente que no creo que falte demasiado para eso. Por último, es importante que lean la nota de autora que dejé en esa novela, al final del capítulo 18, es importante para mi al menos.

Gracias a todas por leer.

Saludos!!
XOXO