Dentro de Mi (Erotic Rock)

96- Let me put my love into you (con Angus Young)

Alexandra llegó a casa cansada después de su trabajo y de haber pasado a hacer algunas compras al supermercado. No escuchaba su guitarra sonando ni nada de música lo que le resultó extraño. Al ir a su estudio, lo encontró recostado en su sofá con sus dedos entrecruzados sobre sus ojos cerrados.

—¿Ocurre algo? —se acercó a hacerle cosquillas en sus costillas y él quitó sus manos de su rostro para detenerla mientras dejaba escapar una risa.

—No logro componer nada. Esto es una mierda.

—Cariño, llevas dos días de tus "vacaciones". Relájate. La inspiración ya llegará —se inclinó para besarlo y él le sujetó de la cabeza haciendo el contacto aún más largo.

Ale le acarició el rostro para verlo encantado con el beso.

— ¿Quieres algo para la cena?, ¿pediremos que nos traigan comida?

—Creo que deberás llamar. Vienes cansada. Yo intentaré —hizo un además con sus manos como un malabarista— que se me ocurra algo.

Tras la cena, Angus regresó a su estudio. Estaba sumido en una ansiedad muy grande por no poder componer absolutamente nada, ni siquiera tenía la idea para una letra. No era habitual en él y a pesar de estar un par de meses con descanso tras muchas giras, tenía que comenzar con canciones nuevas urgente para el siguiente disco. Alexandra por otro lado se sentía a gusto con él en casa, lo había extrañado, pero estaba poco satisfecha porque su pareja estaba sumido en la necesidad de componer a como de lugar pero de descansar, nada.

Cuando fue a verlo, estaba acostado sobre la alfombra con una guitarra al lado. Había podido percibir algunas notas, pero ahora otra vez Angus estaba recostado pero con su mirada hacia el techo.

— ¿Vendrás a la cama conmigo tendré que dormir aquí contigo? —le preguntó algo molesta. No toleraba que se exigiera tanto, era algo aprensiva con las obsesiones de él a pesar de que la música era su vida y lo tenia bien posicionado económicamente.

—Ven... —le extendió una mano— quédate un momento —ella algo enfadada se dirigió a su lado y tras bajar a su cuerpo, se recostó contra su pecho que sintió tibio sobre la camiseta de su propia banda.

Alexandra llevó una de sus manos debajo de la camiseta de él y le acarició el abdomen. Angus de inmediato se colocó de costado dejandole su brazo para que ella lo usara como almohada y la besó. La mano de ella fue hacia su espalda y la unión entre sus labios se intensificó.

— ¿Sabes en qué he pensado contigo aquí en casa, el leve receso con la banda, yo con mi trabajo? —preguntó tras dejar su boca. Él negó lamentando que no continuaran besándose.

—No, ¿en qué has pensado?

—Nunca lo hicimos en un auto —el sonrió pícaro.

— ¿Quieres hacerlo en un auto? —Ale asintió— ¿ahora?

—No, tonto. En cuanto podamos salir a la carretera juntos —Angus estaba más entusiasmado por poseerla en ese instante que en pensar cuando podrían salir de viaje y aparcar a un costado de la ruta para coger salvajemente.

— ¿Y ahora?, ¿no quieres hacerlo en un estudio de ensayo y composición? Yo nunca lo he hecho en uno de esos lugares —le dijo con su aliento pegándole en una de sus mejillas y ella, rió y regresó su mano a su espalda que había quedado con la camiseta un poco levantada.

Angus llevó su boca al cuello de Alexandra, mientras lo besaba con intensidad, sentía las manos suaves de ella tomarlo por toda su espalda. Él se acomodó entre las piernas de ella y al volver a su boca, con sus antebrazos pegados a los brazos de Ale, le corrió los breteles de su solera para dormir y bajó a besarle sus clavículas usándolas como puente yendo de un hombro al otro succionandole despacio la piel. Trazó un sendero de besos hacia cada uno de sus pezones que estaban erguidos, duros y él los lamía casi con desesperación mientras una de sus manos la aventuró sobre el pantalón corto tocándole su montículo, actuando hundirle los dedos sobre las telas.