19- Vísperas (Con Scotti Hill)

2.9K 69 2
                                    

Estaba decidido, tenía que verla, no podía contener sus ganas de tenerla cerca de nuevo, sentir su perfume, acariciar su mano, aunque ahora iba por algo más que solo rozar sus dedos.

Decidió volver al edificio, tenía que hablar con ella.

Había pasado menos de media hora cuando Loretta terminaba de ponerse su ropa de dormir. Mientras lavaba los utensilios que habían usado durante la cena, se detuvo a pensar en su mirada, en como le gustaba sentir que la acariciara lo más despacio posible, grabando en su mente y en su piel, cada pequeño roce de cada segundo que su mano duraba sobre la suya.

Suspiró y continuó acomodando todo en el comedor. No pensaba levantarse al día siguiente a ordenar todo, tenía que estar tranquila y serena para recibir a su familia, aunque él perturbara sus pensamientos y deseos carnales.

«Es tu mejor amigo, Loretta. No puedes verlo de otra manera más que como el hermano que para ti representa» se decía a si misma, pero sentía que no podía controlarse.

Le pareció raro que alguien tocara el timbre de su apartamento a casi la una de la madrugada. Extrañada y curiosa descolgó el auricular del interfono y al escuchar su voz, se estremeció.

— Ya te hacía en tu casa. ¿Te has olvidado algo?

— Si. ¿Me das permiso de volver a entrar?

— Seguro —sonrió y mordió su labio inferior. Apretó el botón del portero eléctrico y lo soltó de inmediato.

Se recostó contra la pared y se tocó sus brazos. Al sentirlos desnudos, supo que él no debería verla estando poco vestida. Fue por su bata cuando oyó unos golpes en la puerta.

Se ponía la bata en pleno camino hacia la puerta y al abrirla, él sonreía. Parecía apenado, aunque estaba fuertemente decidido y nervioso por como podría reaccionar ella.

Sus miradas se cruzaban y ninguno movía el más mínimo músculo, hasta que Loretta recordó porqué él estaba frente a su apartamento de nuevo.

—Pasa —dijo tímida—. He acomodado todo. No veo nada que no sea mío aquí. ¿Qué es lo que te has olvidado?

Scotti dio uno pasos hacia ella. Puso una mano en su nuca y la otra en su cintura. Loretta dio un respingo y soltó un jadeo.

— Me he olvidado de ti.

Intentó comprender que había querido decir, pero cuando quiso darse cuenta, su boca estaba conectada con la de él.

Sus piernas temblaron mientras dejaba sus brazos colgados a sus costados. Los fue subiendo lentamente mientras acariciaba sus brazos fornidos.

Scotti dirigió sus labios hasta su cuello, ella comenzó a gemir despacio, suspirando con dificultad, presionando su cabeza. Él la tomó de sus glúteos y la hizo enrrollarse en su cadera sin dejar de besarla cada vez más abajo de su cuello.

Cuando llegaron a la cama, la recostó despacio poniéndose sobre ella con cuidado. En ese momento su «mejor amiga» tomó conciencia de lo que estaba ocurriendo.

— ¡No, Scotti! —se levantó de inmediato apartándolo de encima de ella.

— ¿Qué sucede?

— Somos amigos. Los mejores —dijo temblando.

— Pero... Lo... —chistó—. Mierda... Loretta, no puedo más. Te amo.

La mujer abrió grande sus ojos. No podía creer que de verdad él sintiera por ella lo mismo que estaba atormentándola.

Sintió un gran alivio cuando por fin aceptó lo que sentía por Scotti. Se acercó a él, que quedó sentado en la cama, lo tomó de su rostro besando sus adorables labios.

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora