49- Beso (con Hessu Maxx)

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-Aquí festejan año nuevo de manera distinta -dijo mientras miraba a su alrededor.

-Si, pero nunca me has dicho como la festejan en tu país.

-De otra forma. Más tarde te lo diré.

Esperábamos ver como descendía la bola de luces con cuenta en retroceso.
Hessu había estado tan ocupado para comprar sus boletos de regreso a Finlandia que no tuvo otra elección que quedarse en plena Nueva York a pasar las fiestas de fin de año, acudir al Times Square a ver como descendía una bola "aburrida y sin sentido" para él, por no tener otros planes ni familiares en el país.
El frío nos calaba los huesos y había repetido en las últimas cinco horas que habíamos permanecido juntos que deseaba estar en su tierra natal comiendo Janssonin kiusaus esperando a escuchar al más pequeño de su familia recitando la típica poesía que alguna vez le habrían hecho recitar a él.
Como yo no había logrado el permiso de viajar a la ciudad donde estaban mis padres, decidí pasar año nuevo con él. Era una buena oportunidad de conocernos, varios años juntos cursando la misma carrera, sin siquiera hablarnos, era una idea más que genial, además, él era demasiado atractivo como para estar solo en año nuevo, así que me consideré su compañía en una fecha más que especial para él y sobre todo, estando tan lejos de casa.
La cuenta regresiva comenzó y todos contaban en voz alta, a los gritos, se escuchaba a los animadores de los recitales muy eufóricos y él, no se inmutaba. Podía ver su desagrado por ese momento en su rostro. No ocultaba su descontento ni dejaba de tildar a toda la gente de loca, raros, alegres por nada.
Cuando el grito final de "Feliz Año Nuevo" nos aturdió y todos los que tenían a alguien al lado comenzaron a besarse, no puede evitar besarlo. Lo tomé por sorpresa pero el no puso resistencia. Un beso corto se transformó en un beso largo y apasionado fundiéndonos en un abrazo que no creía que me lo diera al fin. Al separarme de él, permanecimos en silencio unos segundos antes de que él volviera a besarme.
Volvíamos a mi apartamento, donde había dejado la cena cubierta en la lumbre para cuando regresáramos, en total silencio. Tenía sus manos metidas en los bolsillos de su campera, con su mirada al frente como si fuese un soldado. Ni siquiera me miraba por error. Yo aunque estaba apenada, lo miraba para ver si tan siquiera me espiaba por los rabillos de sus ojos, pero nada.
No me lo esperaba, ni siquiera lo pensaba tan atrevido. Me sujetó del brazo y me llevó a un callejón sin salida, oscuro, ni siquiera las ratas andaban por ahí. Me arrinconó contra la pared y su boca, devorando la mía, mientras sus manos intentaban colarse debajo de toda mi ropa de invierno, era más que excitante. Tenía cierto pánico porque alguien nos viera desde las ventanas del edificio, nadie se asomaba. Esa escena era lo más loco que pudiese ocurrirme en ese momento.

-Hessu... -jadeé- nos verán...

-Nadie nos verá -dijo besando mi cuello despojado de mi bufanda-. ¿Puedes aflojar un poco tu ropa? Quiero más de ti.

Desabroché mi chaqueta, con prisa subió mi suéter y mi blusa llegando a mi sostén. Apretó mis senos y luego, bajo la colina de ropa que formaba ante mi vista, dirigió sus tibios labios a mi senos que comenzaban a tomar frío. Entre jadeos y gemidos le proponía llegar a mi departamento pero se negó.

-Siempre quise hacerlo en un callejón en Estados Unidos -dijo y reí.

Bajó mis leggins y corrió mi braga hacia un costado. Comenzó a lamerme el coño de la manera que podía. Ya no sentía frío alguno, estaba ardiendo entera por ese momento para nada planeado y sorprendida por él, que no esperaba que tuviese tal actitud.
Subió a mi boca nuevamente mientras sus dedos entraban y salían de mi interior. A penas podía ver el brillo de sus ojos por la oscuridad.
Me dio la vuelta teniéndome contra la pared y bajó mis bragas de un tirón, lo que me hizo mojarme hasta donde sintiera mi prenda entre mis piernas. Escuché como desprendía su pantalón por el tintineo de la hebilla de su cinturón. Separó mis nalgas y comenzó a frotar su pene aún cubierto con su ropa interior. De mi coño a mi ano, sus dedos iban y venían despacio. Lo mojaba, esa situación me superaba a nivel sexual y casi exhibicionista. Él me gustaba, lo que me hacía estaba dejándome al borde de la locura. Lo sentí entrar despacio, su miembro duro, yo intentando aferrarme a los ladrillos de la pared sin éxito alguno, mordiendo mi chaqueta por mi brazo, mordiendo mis guantes, cualquier prenda que tuviese cerca, porque estaba follándome por el culo y eso era lo más placentero que podía estar experimentando.
Sus embestidas eran suaves, entraba y salía de manera cuidadosa, me tenía encantada, pero quería más, que sacara de su interior la bestia que creía amenazante en él y me diera tan duro como pudiese y un poco más, mucho más.

-Más fuerte -susurré. Y lo hizo.

El sonido de mi trasero chocando contra sus ingles eran música para mis oídos. Sus jadeos, algunos maltratos como jalarme del cabello o una fuerte nalgada, me hacían soltar un grito imposible de retener en mi garganta.

-Fóllame más, Hessu -imploré.

Amaba que hiciera lo que le pedía. Su verga estaba dura y se que le encantaba sentirla presionada por mi ano. Una de sus manos bajó hasta mi clítoris tocándolo compulsivamente mientras que con la otra apretaba mis senos.
Ninguno de los grados bajo cero nos molestaba, estábamos sudando de la mejor manera, el calor nos gobernaba a ambos mientras gemíamos y jadeábamos, mientras lo escuchaba alabar mi culo en mi oído y prometerme posiciones que jamás haya practicado en cuanto arribáramos a mi residencia.
Una oleada de mini orgamos me sacudía mientras que él entraba con más dureza y rapidez.

-¡Ah, si, si! -fue lo único que pude decir antes de que tapara mi boca y solo escuchara sonidos raros mientras me llevaba a la cima del clímax y me llenaba con su semen.

Se recostó contra mi cuerpo pegándome más a la pared, quedando totalmente inmóvil, intentando recuperar algo de aire, resoplando, regresando los pies a la tierra luego de tan salvaje sacudida.
Nos acomodamos la ropa y retomamos nuestro camino otra vez en silencio, sin tocarnos, sin mirarnos.
Una vez llegados, comenzamos a quitarnos nuestros abrigos. Una extraña sonrisa perversa iluminaba su rostro y no comprendía. Fui a la cocina por la cena.

-Quieres cenar, ¿verdad? Sé que es un poco tarde, pero podríamos.

Se acercó a mi, tomó de una de mis manos y me llevó contra su pecho.

-Te he prometido varias cosas en ese callejón. No me he olvidado -sonrió.

Comenzó a desvestirme mientras su lengua de abría paso en mi boca... otra vez.
Acostados sobre la alfombra de la sala, me contó como recibían año nuevo en su país para terminar confesando que siempre le había gustado, que estar desnudos después de haber tenido el mejor de los sexos de nuestras vidas, no estaba en sus planes, pero cuando se lo planea no siempre sale como uno espera.

-¿Cuando pensabas decirme que te gusto? -pregunté riendo.

-El día en que no me tocara viajar por año nuevo porque por ocupado e idiota, no pude conseguir pasajes y creyera conveniente quedarme a festejarlo con una estadounidense más que hermosa -dijo corriendo un mechón de mi cabello para besarme nuevamente, soltó fuerte su mano contra una de mis nalgas-, y con el mejor trasero que haya visto en mi vida.

Reímos, otra vez más besos, para terminar revolcándonos por todo mi apartamento.

***

¡Hola, hola, hola!

¡¡FELIZ AÑO NUEVO, CHIQUILLAS!! <3

Espero que hayan tenido un lindo comienzo de día, semana, mes, año... y si no, pónganle onda, ganas, que si esperan a que vengan cosas buenas mientras están sentadas, vamos mal. En fin, eso, y espero que este año cumplan todo lo que se propongan y que tengan salud/trabajo/dinero/recitales/etc/etc/etc.

No sabía si publicar hoy la historia o mañana, pero dejé de hacer algo por publicarla hoy como comienzo de todo, otra vez (365 nuevos días para cagarla) así que, sucede esto: por alguna razón, live no me deja acceder a mi correo, dice que la contraseña no es correcta y por ende, perdería todas mis redes sociales, cosa que (Fb casi que es un caso perdido) no me va a gustar anda y por los comentarios o mensajes privados más que nada, no sabía si publicarla hoy. Intenté crear un correo nuevo, pero, están de mantenimiento según ellos así que, bueno, no me dejaron, tendré que intentar mañana (hoy, ya, tengo otras cosas que hacer).

En fin, one shot corta, pero espero que les haya gustado. Recién escrita, así que... pueden apedrearme =P

Gracias por leerme y espero que este año sigan teniéndome paciencia, leyendo las historias y dejarme alegrarle la vida un poquito.

Por último, el año pasado (me enteré como 1 semana después) "Better (Annie)" recibió tercer puesto en fanfics en el concurso Pink And Blue para autores poco conocidos con novelas poco conocidas y bueno, nada <3 a veces un tercer puesto no es tan malo (después de haber participado en como 10 concursos y que ninguno me diera ni un solo reconocimiento). Así que si no la leyeron, vayan y lean ;) aprobado por muchas fans y seguidoras de esta cuenta. Gracias <3

Dentro de Mi (Erotic Rock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora